Naufragios hay muchos
(Se puede decir que
desde que existen las civilizaciones)
También hay muchas clases de náufragos,
pero, en esencia, hay dos:
el del mar y el de piscina.
El primero es el ancestral,
el prehistórico,
cuándo el mundo comunal
aún no se había desintegrado,
y el civilizado,
cuando fuímos condenados
a nadar y naufragar en piscinas
construídas por el Amo,
y siempre, al tratar de salvarnos,
chocamos con las paredes
que establecen los bordes
que contienen el agua que nos han dado,
los límites de lo permitido
que nos tienen asignados.
Todo comenzó un día en el mar
cuándo se hundió el Gran Barco
y alguíen, no sabemos quíen,
un sobreviviente del naufragio,
nadando nadando alcanzó la costa,
y cuándo se creía salvado
llegaron las fuerzas del Amo del Gran Barco
y en la misma playa lo encadenaron.
Y aún en aquella remota playa
se puede oír por las noches de tormenta
la voz de aquel náufrago:
ESTO ME PASA POR
HABERME SALVADO
DEL NAUFRAGIO
Después de tenerlo en la playa
tres días, para que no diera testimonio
de lo que había pasado con el Gran Barco,
lo llevaron a una piscina y allí lo dejaron
viviéndo y chocando con las paredes
que establecen los bordes
que contienen el agua que nos han dado,
los límites de lo permitido
que nos tienen asignados.
Es el destino de todos los que se salvan
del hudimiento del Gran Barco.
Por eso hay, en esencia.
dos clases de náufragos.
