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| "El hombre es un dios cuando sueña y un mendigo cuando piensa", Hölderlin |
Si, es verdad,
el hombre es un Dios
cuando sueña,
pero para serlo
(no lo olvidemos),
antes tiene que ser
un Mendigo
que SABE PENSAR
Esa verdad del poeta aleman no ha sido investigada, porque, naturalmente, pertenece al 'cuarto oscuro' dónde revelamos las fotos que a nosotros mismo nos tomamos: si encedemos la luz durante el 'revelado' 'echamos a perder' las fotografias que hemos tomado, claro, porque mostrarían unos 'rasgos topográficos' de un terreno al que tenemos miedo asomarnos.
Ese terreno, ésta 'terra incognita', somos nosotros mismos,
ese autotitulado 'homo sapiens':
el Gran Tabú es el Hombre Mismo.
(Y los sueños demuestran éste destino)
¿Por qué?
Porque, a pesar de que no sabemos exáctamente lo que hay en ese 'cuarto oscuro', tenemos la intuición bergsoniana de que lo que vamos a encontrar en él --si nos atrevíesemos a entrar-- va a derribar de un golpe todo lo que creemos que somos, todo el edificio 'racional' que hemos montado para asentar las coordenadas --ontogenéticas y filogenéticas-- de nuestra identidad humana.
Al igual de lo que decía K. Marx de la filosofia que tenía que cambiar el mundo en lugar de interpretarlo, ocurre, o debería de ocurrir, con los sueños.
A los sueños se los 'interpreta', pero no se cuestiona que hace ese 'cuarto oscuro' en nosotros, qué es, de dónde viene, con qué clase de 'lenguaje' y símbolos --y trapecios voladores-- se expresa y manifiesta, y, sobre todo, qué repesenta la tremenda y mortal dualidad con el cosmos vespertino en el que vivimos al despertar...¿o es al revés?...¿o es que mientras soñamos estamos despiertos --somos dios-- y al 'despertar' comenzamos a dormir --somos un mendigo--en la caminata cotidiana del día?.
Y ésto, epistemológicamente, ya es una manera de cambiar en lugar de interretar.
Hoy me he levantado lleno de sueños.
Soñé con todo y con todos.
Cómo si un maremoto hubíese narcotizado a los polícias que guardan la entrada al dios holderliniano del subconsciente y éste se hubiese abierto de par a par, libre ya de los guardias que lo custodian, para sacar a luz pública, ante nuestros ojos y sentidos, lo que realmente somos.
(¿Será la repica simbólica de esos arcángeles que, con espadas de fuego, guardan, al otro lado del Eden, el Arbol de la vida al que no podemos regresar?)
¿Y si somos 'eso' --cuándo bajamos la guardia-- como es posible que durante el día somos 'otra cosa'? Y si éstos dos totalmente diferente universos anidan en nosotros, ¿cómo se conectan?
¿Qué clase de trágica dicotonomía es ésta y qué carajo prueba?
¿O es que el cortex cerebral, el último cerebro que adquirimos y que está, comprimido, en lo alto de todos los demas cerebros evolutivos, no surgió por evolución natural sino por una auto-clonación mediante la cual obtuvimos éste sui generis status de 'sapiens', el 'mendigo' --holderliniano--, que, naturalmente, choca y contradice el 'dios' de la evolución natural que también en los otros cerebros acarreamos?
Hay preguntas 'ad nauseam'.
Ni que decir tiene que aquí hay tela marinera, una tela a la que ningún sastre, parece ser, le quiere meter agujas y tijeras.
¿No evidencian los sueños, la patógena dualidad que representan con nuestra existencia diurna, nuestra congénita 'demencia', nuestra enajenación, la misma que se refleja, con todos sus bajorelieves, en el presente histórico al que hemos arribado?
Créemos que es hora de dejar de interpretar los sueños y profundizar en el análisis y estudio de su 'reason d'etre', ahondar en averiguar por qué están ahí, qué los produce realmente y qué clase de dualidad desequilibrante establecen en nuestras vidas al ser tan antitéticos con el 'cogito' cartesiano de nuestra existencia 'despierta' durante el día, en otras palabras:
es hora de desentrañar el misterio en el que están interrelacionados ese 'dios' y ese 'mendigo' holderliniano.
Solo así podremos avanzar en intentar contestar a la pregunta de preguntas: ¿Qué es el hombre?...Contestar, desde luego, antes de que esa misma dualidad, 'dios-mendigo', nos haga saltar a todos por los aires sin saber siquiera por qué, siendo la criatura mas 'inteligente' de la creación, hemos podido llegar a la 'mendigada' del estado actual de la "Mutual Assured Destruction", MAD, que no es onírica de ningúna clase, sino un producto nato fabricado, precisamente, en la zona diurna del estar 'despiertos'.
Un estar 'despiertos', indudablemente, un tanto tétrico y escalofriante que, a juzgar por lo que produce, mejor sería dormir y soñar.
..........................
Ultimamente hemos encontrado un inteligente estudio sobre la función del dormir y el sueño y aqui lo incluyo porque creemos que podría enriquecer lo que aqui hemos dicho:
https://www.youtube.com/watch?v=hrRZXB6xdXw
..........................
PD:
"Los sueños son útiles porque son libres".
Ernesto Sabato
--Si el sueño salva a los hombres de la locura, según escribió usted alguna vez, ¿no es paradójico que lo salve un acto dmencial?
--Claro que es paradojal, desde el punto de vista de nuestra lógica aristotélica. Esta lógica es una belleza y es uno de los grandes descubrimientos del espíritu humano, pero apenas si sirve para demostrar un teorema o construir un puente. Pero el hombre rebasa infinitamente y constantemente los teoremas y los puentes. Casi nada de lo mas importante del hombre es apto para ésta lógica aristotélica: ni los sueños, ni el arte, ni las emociones, ni los sentimientos, ni el amor, ni el odio, ni la esperanza, ni la angustia (...) Esta descarga nocturna preserva nuestra salud --y salva a los hombres de la locura--, y al otro día, cuándo nos despertmos después de haber matado en sueños al jefe de la oficina o haber violado a nuestra hija, podemos volver a ser el correcto ciudadano, inofensivo y paciente, que se espera de nostros...ya desahogados a través de la catarsis onírica que expresó lo que reprimimos. ('Entre la Letra y la Sangre', Ernesto Sabato, Conversaciones con Carlos Catania)
Ese terreno, ésta 'terra incognita', somos nosotros mismos,
ese autotitulado 'homo sapiens':
el Gran Tabú es el Hombre Mismo.
(Y los sueños demuestran éste destino)
¿Por qué?
Porque, a pesar de que no sabemos exáctamente lo que hay en ese 'cuarto oscuro', tenemos la intuición bergsoniana de que lo que vamos a encontrar en él --si nos atrevíesemos a entrar-- va a derribar de un golpe todo lo que creemos que somos, todo el edificio 'racional' que hemos montado para asentar las coordenadas --ontogenéticas y filogenéticas-- de nuestra identidad humana.
Al igual de lo que decía K. Marx de la filosofia que tenía que cambiar el mundo en lugar de interpretarlo, ocurre, o debería de ocurrir, con los sueños.
A los sueños se los 'interpreta', pero no se cuestiona que hace ese 'cuarto oscuro' en nosotros, qué es, de dónde viene, con qué clase de 'lenguaje' y símbolos --y trapecios voladores-- se expresa y manifiesta, y, sobre todo, qué repesenta la tremenda y mortal dualidad con el cosmos vespertino en el que vivimos al despertar...¿o es al revés?...¿o es que mientras soñamos estamos despiertos --somos dios-- y al 'despertar' comenzamos a dormir --somos un mendigo--en la caminata cotidiana del día?.
Y ésto, epistemológicamente, ya es una manera de cambiar en lugar de interretar.
Hoy me he levantado lleno de sueños.
Soñé con todo y con todos.
Cómo si un maremoto hubíese narcotizado a los polícias que guardan la entrada al dios holderliniano del subconsciente y éste se hubiese abierto de par a par, libre ya de los guardias que lo custodian, para sacar a luz pública, ante nuestros ojos y sentidos, lo que realmente somos.
(¿Será la repica simbólica de esos arcángeles que, con espadas de fuego, guardan, al otro lado del Eden, el Arbol de la vida al que no podemos regresar?)
¿Y si somos 'eso' --cuándo bajamos la guardia-- como es posible que durante el día somos 'otra cosa'? Y si éstos dos totalmente diferente universos anidan en nosotros, ¿cómo se conectan?
¿Qué clase de trágica dicotonomía es ésta y qué carajo prueba?
¿O es que el cortex cerebral, el último cerebro que adquirimos y que está, comprimido, en lo alto de todos los demas cerebros evolutivos, no surgió por evolución natural sino por una auto-clonación mediante la cual obtuvimos éste sui generis status de 'sapiens', el 'mendigo' --holderliniano--, que, naturalmente, choca y contradice el 'dios' de la evolución natural que también en los otros cerebros acarreamos?
Hay preguntas 'ad nauseam'.
Ni que decir tiene que aquí hay tela marinera, una tela a la que ningún sastre, parece ser, le quiere meter agujas y tijeras.
¿No evidencian los sueños, la patógena dualidad que representan con nuestra existencia diurna, nuestra congénita 'demencia', nuestra enajenación, la misma que se refleja, con todos sus bajorelieves, en el presente histórico al que hemos arribado?
Créemos que es hora de dejar de interpretar los sueños y profundizar en el análisis y estudio de su 'reason d'etre', ahondar en averiguar por qué están ahí, qué los produce realmente y qué clase de dualidad desequilibrante establecen en nuestras vidas al ser tan antitéticos con el 'cogito' cartesiano de nuestra existencia 'despierta' durante el día, en otras palabras:
es hora de desentrañar el misterio en el que están interrelacionados ese 'dios' y ese 'mendigo' holderliniano.
Solo así podremos avanzar en intentar contestar a la pregunta de preguntas: ¿Qué es el hombre?...Contestar, desde luego, antes de que esa misma dualidad, 'dios-mendigo', nos haga saltar a todos por los aires sin saber siquiera por qué, siendo la criatura mas 'inteligente' de la creación, hemos podido llegar a la 'mendigada' del estado actual de la "Mutual Assured Destruction", MAD, que no es onírica de ningúna clase, sino un producto nato fabricado, precisamente, en la zona diurna del estar 'despiertos'.
Un estar 'despiertos', indudablemente, un tanto tétrico y escalofriante que, a juzgar por lo que produce, mejor sería dormir y soñar.
..........................
Ultimamente hemos encontrado un inteligente estudio sobre la función del dormir y el sueño y aqui lo incluyo porque creemos que podría enriquecer lo que aqui hemos dicho:
https://www.youtube.com/watch?v=hrRZXB6xdXw
..........................
PD:
"Los sueños son útiles porque son libres".
Ernesto Sabato
--Si el sueño salva a los hombres de la locura, según escribió usted alguna vez, ¿no es paradójico que lo salve un acto dmencial?
--Claro que es paradojal, desde el punto de vista de nuestra lógica aristotélica. Esta lógica es una belleza y es uno de los grandes descubrimientos del espíritu humano, pero apenas si sirve para demostrar un teorema o construir un puente. Pero el hombre rebasa infinitamente y constantemente los teoremas y los puentes. Casi nada de lo mas importante del hombre es apto para ésta lógica aristotélica: ni los sueños, ni el arte, ni las emociones, ni los sentimientos, ni el amor, ni el odio, ni la esperanza, ni la angustia (...) Esta descarga nocturna preserva nuestra salud --y salva a los hombres de la locura--, y al otro día, cuándo nos despertmos después de haber matado en sueños al jefe de la oficina o haber violado a nuestra hija, podemos volver a ser el correcto ciudadano, inofensivo y paciente, que se espera de nostros...ya desahogados a través de la catarsis onírica que expresó lo que reprimimos. ('Entre la Letra y la Sangre', Ernesto Sabato, Conversaciones con Carlos Catania)
