LA CRISIS (NO LA CAPITALISTA) Y LA POESIA

Disuelto en niebla, ausencia.
                             Luis Cernuda

Pasamos en la vida por los  puentes de las 'crisis'.
(Avenidas no pavimentadas dónde nuestras pisadas,
Paso a paso, levantan el polvo que nos llama)

La primera es la que los psicoanalistas llaman
"el trauma de nacimiento": nos resistimos a llegar.
(Después vienen otras muchas,
según el recodo de los meandros
del camino a cruzar)

Y la última (?) es la 'crisis'
en la que nos resistimos a salir.
("trauma del vivir")

Que curiosa y paradójica es la Vida,
la humana, claro.

Paso, paso,
segundo a segundo,
latido a latido,
diluyen las mariposas
sus nidos.

Sístole y diástole
de corazones que pasan
y en el atardecer
van a disiparse...

Aquella flor que cortastes,
¿ha nacido tal vez en otra parte?

Aquel flujo
que una vez corrió río abajo,
¿dónde enlagunó sus santuarios?

Ese amor dónde volamos
como Pegasos sin lastres,
¿dónde posó sus estandartes?

Esa História que un día fue promesas,
esperanzas sin camuflajes,
¿que ha  pasado con ella?,
¿dónde están sus ángeles?

¿Hemos esperado tanto tiempo
a la interperie para llegar
adónde no nos espera nadie?

La poesía es otra 'crisis'.
La metafísica.
La ontológica.

Aquello que decía Ernesto Sábato
que detrás de cada 'crisis'
hay escondido un conundrum metafísico.

O aquello que decía Ortega y Gasset
que nuestra situación en la vida
es siempre 'desorientación'
(Y por ello la Metafísica es sólo para
el menesteroso de ésta 'desubicación')

La poseía --entónces-- no es más que el 'de tour'
que toma la 'crisis' en su expresión lírica.

Amapolas que crecieron
en nuestros trigales plantados
y que una vez recogida la cosecha
a los graneros se las llevamos...