Hoy, en el reino de España,
es el día de la Constitución,
y, pasado mañana, Viernes,
es el día de la Inmaculada Concepción.
¿Coincidencias?
No.
No hay coincidencias en la Providencia Divina
de una tierra dónde, un día, el Jefe de Estado
fue Caudillo de España por la Gracia de Dios,
y hoy, para continuar con el prodigio,
continua con el mismo título su Sucesor.
(Sui generis hecho paranormal
en toda la Historia Universal
que aún no se ha investigado
para averiguar su profunda significación)
Las dos fechas, el día de la Constitución
y el de la Inmaculada Concepción,
estan unidas, hermanadas,
bajo el mismo escapulario de devoción,
por ello, ésta semana, juntas,
han hecho un puente
para las delicias de la población,
también, pura y sin manchas,
cuyo trauma, como Pilatos,
se lava las manos sin querer saber
qué ocurre y pasa en ésta nación.
Porque la Constitución fue escrita y redactada,
precisamente, bajo la inspiración
de la Inmaculada Concepción,
y de aquí que sean gemelas,
con el mismo código genético,
y puedan crear asi todos los puentes
para que podamos disfrutar
de ésta doble conmemoración.
Concebida sin machas y sin baldón,
la Constitución engendró
uno de los mas grandes milagros
de toda la Creación:
llevar al Caudillo por la Gracia de Dios
a los tiempos modernos sin que se notara
ninguna lámpara, ningún borrón,
sin que se viera que el nuevo barco
llevaba a bordo,
en el puente de mando, claro,
un polizón...
aplaudido por la comunidad internacional
que, desde el primer día,
le pago el viaje y lo encubrió
Con ello, naturalmente,
la Inmaculada liberó a las Animas del Purgatorio
que por mucho tiempo
tuvieron que sufrir su purificación
aguardando a que un día fuesen rescatadas
y llevadas al día de su Constitución.
Desde ésta bitácora de barco varado,
conscientes de la transcendencia
de nuestra Constitución
y de su Inmaculada Concepción,
felicitamos a los que, genialmente,
supieron conjuntar
a éstos dos grandes portentos
sin que se advirtiera el pegamento
por el que se coló el polizón...
