Pensar es una profesión,
una procesión
que nunca termina
donde los hijos de los hijos
de los hombres
andan y desfilan...
los hijos de los hijos
de los hombres
que caen como gotas
sobre el horizonte
unos tras otros
disueltos sin saberse...
tan son dejando estelas
en un mar infinito
donde todo desaparece
los hijos de los hijos
de los hombres
burbujas de aire
que flotan
vuelan
caminan
y dibujan espejismos
que en el ocaso
se desvanecen
los hijos de los hijos
de los hombres
son copos de nieve
de algodón padeciente
que en las noches heladas
se confunden todos
con el ambiente
los hijos de los hijos
de los hombres
son cadenas sobre hélices
que con sus palabras
dan vueltas y revueltas
a norias secas
de eclipses nacientes
los hijos de los hijos
de los hombres
aparecieron un día
rompiéndo el equilibrio
entre cuerpo y mente
y quedaron desnudos
bajo la interperie...
los hijos de los hijos
de los hombres
usaron sus manos
desde el hacha de piedra
hasta Zimerman
en el 5º Piano Concerto de Beethoven
y siguen sin encontrar
ese concierto del que fluya
sus apresadas corrientes..