Si
¿Quíen vacunará a los vacunadores?
¿Quíen enseñará a los enseñadores?
¿Quíen corregirá a los corregidores
¿Quíen dirigirá a los directores?
El circulo está a punto de cerrarse
y no habrá marcha atrás.
El tiempo que nos queda es crucial
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| When the Lie Becomes the Truth There is No Moving Backwards Prof. Michel Chossudovsky |
desde el bicho hasta los cambios de tercios y cepas que en ésta especial tauromaquia hay que dar
para que nadie pueda desbancar la versión oficial.
El Espíritu Crítico, EC, por Miedo Inducido, ha sido inteligente-mente asesinado para hacer creer que las apariencias, los números, las estadísticas, y el que nos puede pasar, coincidan con la realidad; y éste frenético y omnipresente asesinato nos dice bien a las claras el Miedo --y la fragilidad-- que también tiene el régimen de que algo distinto a los mapas que se han trazado pueda pasar...
Por otro lado, y dada esta sui generis y gorda situación, nos ponemos la bata blanca y en el plano clínico entramos a preguntar:
¿Estamos sanos?
¿Puede estar enferma una sociedad?
¿Se puede diagnosticar una sociedad enferma
a sí misma?
¿Estamos seguros de que no nos estamos engañando a nosotros mismos?
Muchos psiquíatras y psicólogos se resisten a sostener la idea de que la sociedad en su conjunto pueda carecer de equilibrio mental, y afirman que el problema de la salud mental de una sociedad no es sino el de los "individuos inadaptados" y no el de una posible inadaptación de los miembros de la sociedad a la cultura inmanente a ella --Erich Fromm--, como evidencia de esto último está el famoso trabajo de Freud, 'El Malestar de la Cultura' y, también, a la vista y oído de lo que que ocurre en el escenario actual (especialmente en la civilización occidental), nosotros, igualmente, nos adherimos a ello.
La normalidad, en estos tiempos covidianos, ahora más que nunca, se ha hecho patológica, abnormal, la psicopatología de la normalidad, es decir: nos estamos adaptando, acostumbrando (por seducción bajo los omnímodos medios de manipulación de la plutocracia, ricos en el poder, por si no se sabe), a esta normalidad que no es normal (y los que se resisten son tajados de antisociales), que no es sana, y que estamos forzados a acoplarnos a ella para poder sobrevivir y respirar y nos quedarnos sólos en medio de este erial, pero el precio de ello, en el plano medicinal, es la enfermedad mental --en sus múltiples variantes--, indiagnosticable por el sujeto paciente que la tiene que soportar.
Habría que preguntarse, sobre este esquema, ¿dónde queda, dónde se podría ubicar el motor de la lucha de clases y qué lugar ocupa en todo este kilombo covidiano del presente? ¿Que dónde queda? Nosotros diríamos que los arquitectos de estos tiempos covidianos la han ubicado por nosotros mismos: en el establecido distanciamiento social: aqui ha sido situada para poderla neutralizar, porque los ingenieros sociales sabían perfectamente que, desde el principio, la tenían que sujetar para que no entorpeciera la inmácula (no tiene manchas) Doctrina del Shock (todos estamos en Shock) implícita en éste Reset, en este Nuevo Orden Global.
Tenemos que pensar (PENSAR, PENSAR, PENSAR) que esto es sólo el principio, el alfa, el Big Bang de uno nuevo Universo INHUMANO dónde el circulo lo ESTAN CERRADO y no nos queda mucho tiempo disponible para actuar porque Cuándo la Mentira se Convierte en Verdad no hay Marcha Atras...y el circulo está a punto de cerrarse. EL TIEMPO QUE NOS QUEDA ES CRUCIAL para preguntar y, lo principal, saber contestar a:
¿Quíen vacunará a los vacunadores...para protegernos del contagio fundamental y real del virus sobre el que está montada esta insana, descompuesta y criminal sociedad dónde los intereses colectivos, la única y genuína democracia que nos puede salvar, cada día estan mas pisoteados y devorados por los privados del bandidaje de unas depravadas élites que tienen en sus garras EL DESTINO DE LA HUMANIDAD?
