R.O. Challener. Princenton, 1973)
Y sigue estándolo.
En ese año, 1912, China y Rusia estaban muy, muy lejos de Dios y de su aprobación. En China, la revolución de Xinhai o Revolución de Hsinhai, terminaba con la abdicación del último emperador de seis años, Puyi, que marcó el fin de los 2000 años de gobierno imperial. Tuvieron que pasar 37 años antes de que Mao declarase la total indepencia de China. Y con la llegada del comunismo aún se pusieron más lejos de Dios. Y en Rusia gobernaba el Zar Nicolás II. Tendrían que pasar 5 años hasta la llegada de la Revolución Socialista, y con su llegada, lo mismo, se alejaron de Dios. Es decir, la delantera que les lleva el Pueblo Elegido por Dios será difícil de sobrepasar para poder desplazarlo de su divino lugar. Asi que ese NOVUS ORDO SECLORUM seguirá teniendo la aprobación celestial, y las de las naciones que siguen creyendo en ÉL, por mucho tiempo, y este es un importante factor a tener en cuenta por China y Rusia si quieren triunfar.