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EL OMNIPRESENTE OXIMORON
DEL TERMINO "DEMOCRACIA"
EN LA SOLIDAMENTE ESTABLECIDA
DICTADURA CAPITALISTA
(Oximoron: término que consiste en complementar una palabra con significados contradictorios u opuesto a ella misma)
Nos quedamos con vuestra línea:
"...y la democracia no está para hablar, sino
todo lo contrario: para tapar la boca a los disidentes"
Aqui, y siempre que, ya por reflejo condicionado,
introducimos el sempiterno apelativo de
"democracia", lo hacemos aceptando, asumiendo ("in contradictio in terminis" y "contradictio in
adjecto") los opuestos a ella misma.
Porque, naturalmente, todos sabemos que esa "democracia" de la que hablamos es una plutocracia dónde son los ricos los que mandan, lo demás son
cuentos de calleja y callejuelas sin calles ni plazas.
Porque, obviamente, si la democracia
no está para hablar,
sino para taparle la boca a los disidentes,
entónces No-Es-Una-Democracia,
es una Dicta-Dura del atado y bien atado
dónde todo lo suelto es amarrado
y taponado como bocas
que obedecen lo mandado,
y todos los partidos políticos que participan,
por muy oximoroneros nombres que tengan,
como el el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán de Hitler o el Partido Socialista Obrero Español del reino bobónico, son,
en sus médulas espinales,
todos los sabemos, çapitalistas
(Si no lo fueran no se permitirían)
(Y para ello tienen montada la prestidigitación
de las "elecciones", el truco par excellence
a través del cúal se perpetua la benefactora Dicta-Dura Çapitalista)
Entónces, ¿por qué coño nos empeñamos,
como Cperucita, en llamarle abuelita
al disfrazado lobo al que le traemos
nuestra infantil cestita con queso, pan y miel,
aúnque la Roja del cuento tenga sus dudas
al preguntar, al verle la boca tan grande
a la abuelita que el lupus no puede disimular,
lo del, ay, abuelita, que boca tan grande tienes?
(Hasta la Roja del cuento tiene dudas...
¿Las tenemos nosotros?
Si, claro que las tenemos, pero nos comportamos
muy bien al respecto porque tenemos que vivir en mundo que, de lo contario, nos crucificaría
sin balsamos ni consuelos)
¿Como somos inyectados -tan fácilmente-
por este deformante virus de la realidad
que nos hace llamarle "democracia"
a la férrea DICTADURA CAPITALISTA
que tan sólidamente -y criminalmente-
está instalada en el vértice de la pirámide social
dónde perfectamente sabemos que es una Plutocracia dónde Mandan los Ricos y el harem
de sus concu-binos y concu-binas?
(¿Nadie se para a pensar
que sin Justicia nunca puede haber Democracia?)
¿Será, como decía Hegel,
que "el hombre es deseo de reconocimiento"...
y estamos tan sólos,
tan huérfanos,
tan desvalidos...
que necesitamos tanto la apreciación
de los demás que estamos dispuestos
a integrarnos al cuadro oficial de lo exigido
en lugar de de unirnos a la disidencia
de lo no-permitido
de pensar por nosotros mismo?
Si. Otra vez un proscrito para la Casa Blanca,
impoluta, inmacula; si, otra vez el juego eterno de hacernos creer que el oximoron sólo conjuga libertades, democracia, derechos,
mientras en Cuba, por ejemplo,
las dictaduras siempre fracasan...
un mundo al revés, y muy al derecho,
en el cúal todos participamos
buscando nuestras
personales ventajas y reconocimientos.