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| Jean Ziegler, Vicepresidente de la Comisión de DERECHOS HUMANOS de la ONU |
El analista de política internacional y exrelator especial de la ONU para el Derecho a la Alimentación Jean Ziegler ha presentado su nuevo libro 'Destrucción Masiva', de la Editorial Península, en el que analiza el derecho a la alimentación y pone cara a las víctimas y a los verdugos del hambre. En el año 2000 se convirtió en el primer relator de la ONU por el Derecho a la Alimentación y viajó por el mundo descubriendo la realidad de esta tragedia más allá de las estadísticas. "Este libro es el relatorio de este descubrimiento del horror", ha avanzado a Europa Press.
“Vivimos en un orden mundial criminal y caníbal, donde las pequeñas oligarquías del capital financiero deciden de forma legal quién va a morir de hambre y quién no. Por tanto, estos especuladores financieros deben ser juzgados y condenados, reeditando una especie de Tribunal de Núremberg”.
“No puede ser que en un planeta con los recursos agroalimentarios suficientes para alimentar al doble de la población mundial actual, haya casi una quinta parte de sus habitantes sufriendo infraalimentación”.
“Hay que multiplicar rápidamente las fisuras en el muro capitalista para derrumbarlo y crear un nuevo orden mundial más justo”.
“Ocupar masivamente los bancos, nacionalizarlos y confiscar las arrogantes riquezas robadas por los especuladores financieros”.
Hay que darse cuenta de que en el orden mundial reina una violencia estructural que se debe combatir con una contraviolencia basada en la resistencia pacífica”.
“los criminales financieros son el enemigo común de los europeos, de los africanos y del resto de la población que sufre de hambre y desempleo en el mundo. Unos oligarcas que monopolizan los beneficios y privatizan los servicios y recursos”.
"La lucha de clases es absolutamente inevitable porque no se puede mantener el sufrimiento de forma permanente."
“La hambruna ya es una realidad en las banlieues parisinas y el pueblo español también está sufriendo la pobreza, como el resto de Europa”.
En este contexto, indica, la lucha de clases es “absolutamente inevitable porque las oligarquías capitalistas no serán capaces de reeditar el genocidio americano de los indios, ya que es imposible matar a todo un país como España y hacerle aceptar permanentemente las cadenas”.
“España no debería pagar su deuda porque es delictiva e ilegítima”
Las “cadenas” a las que retóricamente se refiere este diplomático de la ONU estarían impuestas por las políticas económicas de la austeridad, que califica como “absurdas y destructoras”. Los teóricos del neoliberalismo, añade, “nos han hecho creer que hoy en día la austeridad es la única política posible, pero sólo se aplica a la clase trabajadora y nunca a los banqueros. Estas políticas tienen un límite objetivo y no van a resolver los problemas”.
“Los dirigentes españoles deben hacer lo mismo que ha hecho Rafael Correa en Ecuador, es decir, negarse a pagar la deuda, cuya amortización ya es altísima, porque es odiosa e ilegítima. Esto es, se ha creado, en gran parte, por la delincuencia financiera y la corrupción política, sin materializarse en inversiones reales”.
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.- ¿Cuál es el punto de partida de la geopolítca del hambre?
Estamos ante un grave problema que no tiene que ver con la producción sino con el acceso a la alimentación. Cada día mueren de hambre 57.000 personas y 1.000 millones viven en una situación de subalimentación grave y permanente. Los niños son quizás las mayores víctimas, ya que cada cinco segundos un chaval de menos de diez años muere de hambre.
Frente a esta realidad, la organización especializada en alimentacion de las Naciones Unidas recuerda que hay capacidad para alimentar a 12.000 millones de personas y en el mundo sólo viven 7.000 millones. Es una situación absurda.
.- ¿Por qué relaciona en el libro el hambre con el crimen organizado?
Un niño que muere de hambre es un niño asesinado. Vivimos en un órden canibal del mundo en el que 500 multinacionales controlan el 52 por ciento del producto mundial y ante ésto es necesario señalar a las víctimas y a los verdugos. En este caso, los asesinos son los especuladores, que aumentan los precios de los alimentos para aumentar sus ganancias.
También hay unos cómplices, que son los bancos y los gobiernos occidentales, ya que les sería muy fácil acabar con la especulación alimentaria y no hacen nada para impedirlo. Todas las bolsas del mundo funcionan sobre una ley nacional y bastaría con cambiar un artículo. Así de simple.
.- ¿Cómo valora los últimos informes de Unicef sobre España en los que se advierte del aumento de niños que viven bajo el umbral de la pobreza?
Es una vergüenza intolerable que en un país poderoso y democrático como España un sólo niño pase hambre y, sin embargo, hay dos millones que viven en esta situación que describe Unicef.
Es un problema más grave de lo que parece porque un niño que es subalimentado durante meses ya no se desarrollará correctamente. Las neuronas se forman durante la pequeña infancia y si el niño no tiene las suficientes calorías está condenado, aunque sus condiciones de vida cambien en el futuro. La subalimentación fábrica de inválidos. Inocentes inválidos.
.- Las crisis en Occidente, ¿cómo afecta a los países subdesarrollados?
La crisis en los países de occidente provoca que los créditos para la ayuda alimentaria de urgencia se corten o se reduzcan drásticamente. Ésto puede significar que no haya fondos para abrir los campos de nutrición en las zonas de mayor hambruna. Una consecuencia terrible.
Sin embargo, también hay una parte positiva, ya que cuando una sociedad alfabetizada, con información y conciencia política como la española, sufre miserias, son capaces de enfrentarse al orden impuesto en el mundo. Puede que los ciudadanos de los países occidentales descubran su identidad y se den cuenta de que el enemigo es el mismo, la oligarquía del capital financiero.
.- ¿Los Objetivos de Desarrollo del Milenio se alejan?
La toma de conciencia es positiva en sí y, por lo tanto, el hecho de que estos Objetivos de Desarrollo del Milenio existan es una buena notivia. Sin embargo, detrás de ésto hay una hipocresía total, ya que los mismos jefes de Gobierno que se comprometieron, ahora no toman las medidas necesarias para combatir la especulación, el robo de las tierras o para terminar con los agrocarburantes.
El hambre y las epidemias han aumentado durante los últimos años, el acceso al agua no existe y se privatiza, el clima continúa destruyéndose... No son buenas noticias de cara a las metas propuestas para 2015.
