Otra vez he vuelto a ver
la película mexicana,
"El Infierno".
(Ya está en ésta bitácora)
El pueblo egipcio la está viendo en sesión contÍnua.
No.
No hay pathos mórbidos
atraídos hacia el oblícuo deseo
de violencias y crimenes
y nada de esas chingaderas;
ni pinches culeras atracciones
de estar entre-tenido
con la industria fílmica.
Nada de ello.
La he vuelto a ver porque se trata
de la más valiente y perfecta denuncia
y acusación de la realidad
del omnipresente 'cartel' capitalista,
en México,
en la desesperación económica-humanística
de Grecia o España,
o en cualquier parte dónde
funciona y manda el mismo 'cartel'.
Y funciona bajo la Doctrina del Shock
(Naomi Klein): el auge del capitalismo del desastre,
del Infierno.
Es --en su base-- ese mismísimo 'cartel'
que llevó "El Infierno"
a Hiroshima,
a Nagasaky,
a Vietnam,
a Iraq,
a Libia...
y que ahora quema a sangre y fuego
al pueblo sirio y masacra en las calles a los egipcios:
en esencia: el mismo histórico 'cartel',
los mismos "narcos",
la busca de la misma plusvalía,
sólo cambia la geopolítica de la mercanc.í.a.
Y por eso la he vuelto a ver,
para seguir entendiendo y entender,
ahora,
El Infierno en las calles del Cairo
o de Alejandría.
Para aprehender la realidad del Infierno
imperialista en cualquier lugar
que éstos hijos de la chingada
del capitalismo internacional,
dónde haya un buen negocio,
o dónde haya que someter al rebaño,
no se detienen ni se detendran
ante los más espantosos crimenes
que cualquier mente pueda imaginar.
