A Manel, ígneo forward-ista internetero
al corriente de las Corrientes
que corren por la Web
inundando las almudenas
dónde nos bombardean y perecemos
A manera de Prólogo
"Cuándo Lorca acusa al Papa de traicionar la verdad fraternal del Evangelio, uno de los grandes reproches que le hace a la iglesia católica, que el Papa encabeza, es el del engaño al que somete a las masas, impidiéndoles la vision de la realidad:
peces de arsénico como tiburones,
tiburones como gotas de llanto
para cegar una multitud...
Cierto: aqui, en "Grito hacia Roma", no hay planteado un debate metafísico, porque la raíz del poema es el contraste entre el Evangelio y el Papado...Es decir, el cristianismo no aporta esperanza alguna; es una vieja historia, ya agotada, ya exhausta ('inerte'). Esta claro que un planteamiento de ésta índole incluye y explicita la idea de la religión como alienación"
("Lorca: interpretación de Poeta en Nueva York",
Miguel García-Posada. Página 83)
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Tengo que volver a la penúltima página de ésta bitácora, "Se le riza el pelo a Pablo Iglesias..."
Porque cuánto mas lo pienso mas increíble me parece, la verdad, es más: me enoja y me cabrea hasta la médula espinal que alguíen que quiere representar el 'progresismo' en el capitalismo bajo el motto del "Yes, We Can", use, para coger los votos de los "católicos vaticanales" y la aprobación de las rancias capas sociales del status quo, éste rastrero, craso e hipócrita servilismo a una institución como la del Vaticano Inc. Co., VIC, cuyos records históricos hablan bien a las claras de su genuíno curriculum vitae.
Sobre todo en España, dónde el Terrorista del Ferrol nunca hubiése masacrado a medio país sin el apoyo del VIC.
¿Y qué cree don Pablo, que ahora el VIC, con éste inteligente y astuto presidente que tiene --que trabaja mano a mano con Washington, lo mismo que trabajó al alimón con ellos durante la "Guerra Sucia" de los setenta en Argentina, su país--, es otro...que han encontrado la luz y el camino y que ahora estan junto a los pueblos oprimidos y apoyando los derechos humanos porque el sagaz papero Francisco, aún salpicado de sangre de sus amigos Videla y Massera, ha introducido esa retórica --planeada, naturalmente, Ex Professo-- en sus discursos vaticanales para obtener las pertinentes reaccciones estratégicas de quíenes les convienen tener a su lado?
"¡Bien, Bergoglio!, Bravo",
elogiando al "Sumo Pontifice"
por su defensa de los derechos humanos
¡Que rastrero!
Creer lo que dice el papa Francisco en sus discursos, o cualquier papa, es lo mismo que creer lo que dice en sus discursos
el papa Obama sobre el imperialismo
....¡Por favor...!
¡En qué clase de mundo estamos!
¿Es que se creen que somos estúpidos o qué?
Respuesta:
SI
Y mientras nos dejemos
hablar tan infantilmente,
y aceptemos que nos pinten la manzana envenenada que le dió la bruja a Blancanieves como Bocato di cardinale y a los 7 enanitos como los componentes del equipo de baloncesto de los Globetrotters...no iremos a ninguna parte.
Porque aquel famoso telegrama de Pio XII
a Franco después de que éste
hubiése masacrado a media España
al término del Golpe de Estado en 1939:
"Elevando nuestros corazones a Dios,
damos las más sinceras gracias
con su Excelencia
por la Victoria católica de España"...
...no puede ser sustituído ahora,
sin que estructuralmente nada haya cambiado, excepto la superficial forma en la que
los discursos en éstas
coyunturas históricas son elaborados,
por éstas otras palabras que tanto impresionan
a don Pablo Iglesias y su equipo de estrategas
buscando siempre el más pragmático resultado:
"Elevando nuestros corazones a Dios,
damos las más sinceras gracias
a la política que sus Excelencias
han llevado a cabo
por hacernos defensores
de la Victoria de los Derechos Humanos"
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Grito Hacia Roma.
Federico García Lorca
Manzanas levemente heridas por finos espadines de plata,
nubes rasgadas por una mano de coral
que lleva en el dorso una almendra de fuego.
Peces de arsénico como tiburones,
tiburones como gotas de llanto
para cegar una multitud,
rosas que hieren, y agujas instaladas
en los caños de la sangre,
mundos enemigos y amores cubiertos de gusanos
caerán sobre ti.
Caerán sobre la gran cúpula
que untan de aceite las lenguas militares
donde un hombre se orina en una deslumbrante paloma
y escupe carbón machacado
rodeado de miles de campanillas.
Porque ya no hay quien reparte el pan ni el vino,
ni quien cultive hierbas en la boca del muerto,
ni quien abra los linos del reposo,
ni quien llore por las heridas de los elegantes.
No hay más que un millón de herreros
forjando cadenas para los niños que han de venir.
No hay más que un millón de carpinteros
que hacen ataúdes sin cruz.
No hay más que un gentío de lamentos
que se abren las ropas en espera de la bala.
El hombre que desprecia la paloma debía hablar,
debía gritar desnudo entre las columnas,
y ponerse una inyección para adquirir la lepra
y llorar un llanto tan terrible
que disolviera sus anillos
y sus teléfonos de diamante.
Pero el hombre vestido de blanco
ignora el misterio de la espiga,
ignora el gemido de la parturienta,
ignora que Cristo puede dar agua todavía,
ignora que la moneda quema el beso de prodigio
y da la sangre del cordero al pico idiota del faisán.
Los maestros enseñan a los niños
una luz maravillosa que viene del monte;
pero lo que llega es una reunión de cloacas
donde gritan las oscuras ninfas del cólera.
Los maestros señalan con devoción las enormes cúpulas sahumadas;
pero debajo de las estatuas no hay amor,
no hay amor bajo los ojos de cristal definitivo.
El amor está en las carnes desgarradas por la sed,
en la choza diminuta que lucha con la inundación;
el amor está en los fosos
donde luchan las sierpes del hambre,
en el triste mar que mece los cadáveres
de las gaviotas
y en el oscurísimo beso punzante
debajo de las almohadas.
Pero el viejo de las manos traslucidas
dirá: amor, amor, amor,
aclamado por millones de moribundos;
dirá: amor, amor, amor,
entre el tisú estremecido de ternura;
dirá: paz, paz, paz,
entre el tirite de cuchillos y melones de dinamita;
dirá: amor, amor, amor,
hasta que se le pongan de plata los labios.
Mientras tanto, mientras tanto, ¡ay!, mientras tanto,
los negros que sacan las escupideras,
los muchachos que tiemblan
bajo el terror pálido de los directores,
las mujeres ahogadas en aceites minerales,
la muchedumbre de martillo, de violín o de nube,
ha de gritar aunque le estrellen los sesos en el muro,
ha de gritar frente a las cúpulas,
ha de gritar loca de fuego,
ha de gritar loca de nieve,
ha de gritar con la cabeza llena de excremento,
ha de gritar como todas las noches juntas,
ha de gritar con voz tan desgarrada
hasta que las ciudades tiemblen como niñas
y rompan las prisiones del aceite y la música,
porque queremos el pan nuestro de cada día,
flor de aliso y perenne ternura desgranada,
porque queremos que se cumpla
la voluntad de la Tierra
que da sus frutos para todos.