Algunos hombres
se convirten en Faros,
en altas atalayas
en la noche de tormentas.
No los podemos olvidar.
De lo contrario,
¿cómo vamos a navegar
en la oscuridad?
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Comandante Hugo Chávez, 20 de septiembre del 2006, durante la 61º Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), "¡El diablo estuvo aquí…Huele a azufre todavía!".
Poco tiempo después, en el 2008, el Padre Miguel d'Escoto Brockmann, M.M., fue elegido Presidente del sexagésimo tercer período de sesiones de la Asamblea General de la ONU. En una entrevista exclusiva para la Agencia Internacional de Noticias Los Pueblos Hablan y el Movimiento por la Vida, la Paz y El Progreso, en la cual el Padre era el Presidente honorífico, manifestó: "Los EEUU es un país totalmente poseído por el demonio, y la arrogancia es ilimitada y siguen. Siguen porque están en su empeño de dominar a todo el mundo. De hecho, la humanidad está pasando el momento más crítico de toda su historia, porque ahora la humanidad tiene los medios para matar la mayor parte de la vida en el planeta"
En uno, el diablo.
En el Padre Miguel d'Escoto, el demonio.
¿Si el comandante hubiese sabido que dos años despues, el que iba a ser presidente de esa misma Asamblea General de la ONU, dónde él olía a azufre, iba a decir que los USA es un pais poseído por el demonio? ¿O si lo supo? Porque fueron grandes amigos.
Nos atreveríamos a decir que aqui fue, en ese 20 de septiembre del 2006, el día que trenzaron el boceto de sentenciarlo a muerte, plan que se iría desarrollando hasta su muerte en el 2013.
Lo mismo que cuándo Cristo, llegado a Nazaret, ciudad dónde se había criado, entró, según su costumbre, en la sinagoga en día de sábado, a hacer lectura, y como no llevaba el libro de Chomsky, Hegemonía o Supervivencia, le pusieron en sus manos el rollo del profeta Isaias y, desenrrollandolo, se detuvo en el pasaje que decía: "El espíritu del Señor esta sobre mi...Me envió a traerle la Buena Nueva a los pobres, a predicar la libertad de los cautivos y a poner en libertad a los cautivo" (San Lucas 4, 16-25 Lucas) Palabras chavistas que al llegar a los oídos de los $acerdotes que cuidaban del orden en Judea, también puso en marcha el plan de crucificar a aquel perturbador del orden público.
Fueron dos puntos de inflexión distintos -claro está-, pero que conllevan la unicidad que, como síntesis de procesos emancipativos de tratar de liberar al ser humano, coinciden en atraer sobre ellos toda la fuerza de que se vale los intereses creados para crucificarlos, con cruz, cancer o al trancazo.
