Y en medio de todo ésto,
Lauren Bacall, en su herencia,
le deja 10.000 dólares a su amada perra
para que pase feliz el resto de sus días.
Pero, según ha transcendido,
Sophie, el nombre de la perra,
piensa llevar el caso a CAUSA,
la Canine Association of USA,
porque, según ha manifestado,
con esos diez mil dólares que le ha dejado
la difunta, acostumbrada como está
a un alto standar de vida...
"No tendré ni para pipas",
ha dicho.
Su demanda la apoyará 'Purina',
la compañia de premium pet food,
que subvencionará los gastos legales
del proceso judicial.
Sophie está recibiendo,
en las redes sociales y antisociales,
y en todos los medios enredados
que hoy comunican al mundo,
muestras de solidaridad de todos los países
por lo que se la ve bastante animada
en el hotel de cuatro estrellas
dónde ahora vive.
"Es uno de los momentos mas dichosos
de toda mi vida",
le ha manifestado a los periodistas.
"No la soportaba, no la soportaba...",
declara cogiéndose con rabia las patitas.
"Todo me molestaba de ella,
su falsa complaciencia, su fingida ternura,
sus caricias...Sólo me compensaban sus comidas"
Verdaderamente si que es simpática ésta perrita.
Desde aquí le deseamos mucha suerte
en su busqueda por justicia.