Por PURIFICACIÓN GONZÁLEZ DE LA BLANCA (*) PARA CANARIAS-SEMANAL
Como el presidente Tito, como Omar Torrijos, como Maurice Mishop, como Gadafi, como Sadam Husein... como tantos otros, el presidente de Rumanía, Nicolai Ceaucescu, fue vilmente asesinado, hace ahora 31 años, junto con su esposa Elena, por los mismos de siempre: el departamento de Estado de los EE.UU., y sus esbirros habituales (Soros entre ellos). El pueblo rumano continúa añorándolos.
El 25 de diciembre es el aniversario del brutal asesinato del presidente de Rumanía, en 1989, Nicolai Ceaucescu y su esposa, tiroteados por la espalda tras un proceso sumarísimo, en el que se les impidió siquiera tener un abogado defensor.
Fueron acusados de genocidio en Timisoara. Todo era una farsa.
Pese a que los diarios ABC, El Periódico o La Vanguardia informaran de que el matrimonio fue juzgado, en realidad se trató de un brutal asesinato. Murieron tiroteados por la espalda.
Hacía tiempo que en Rumanía se venían produciendo una serie de movimientos, financiados desde fuera, similares a lo que hoy conocemos como "revolución de colores".
Hay unas declaraciones de Ceaucescu, en las que a la pregunta de si él creía que Soros andaba detrás de esos movimientos desestabilizadores, la respuesta suya fue la siguiente: "no pienso en Soros, es él quien piensa en mí".
Rumanía había alcanzado un alto índice de desarrollo humano: vivienda, educación, sanidad, agua y luz gratis. modernos hospitales, universidades, barrios residenciales, surgieron por todo el territorio. su industria, su minería, empresas cosméticas, de tapices, turismo de balnearios, etc. eran de renombre internacional. así como sus atletas. los obreros tenían parte de las vacaciones pagadas en hoteles.
Sus bosques y su fauna (oso, y bisonte europeo, entre otros) eran de lo mejor conservado de Europa. Hoy sus bosques están siendo arrasados por empresas madereras, de entre las que hay que mencionar a las austriacas.
Desde el momento del asesinato de la familia Ceaucescu se inició una desbandada de rumanos, que huían del horror que se había instalado en su modélico país. No huían del comunismo, sino del capitalismo.
Rumanía entera ha sido privatizada. En lugar de cantos de pájaros ahora se escuchan las motosierras talando bosques.
Rumanía era un importante trofeo para el departamento de estado de los EE.UU., que trataba de acercarse a Rusia con su OTAN.
A pesar de la censura de las fotos, las flores cubren la tumba de Ceaucescu y su esposa Elena.
(*) PURIFICACIÓN GONZÁLEZ DE LA BLANCA es miembro de Ojos para la Paz.