Poncio Pilatos,
praefectus de la colonia romana de Judea,
era un aficionado.
Sólo en raras ocasiones,
en caso de duda,
se lavaba las manos.
Carecía de práctica.
Dos mil años después
la cosa es distinta.
Los praefectus de la colonia norteamericana
ahora se lavan las manos a cada rato
por sus crimenes y asaltos:
USAn un jabón que no deja huella
ni de sangre ni de cuerpos reventados
Al respecto son ya todo unos profesionales
que USAn el jabon de marras
con todas las habilidades,
y no dejan, de sus atrocidades,
ni huellas ni señales,
por lo que la "comunidad internacional"
puede hacer la vista gorda y no regañarles.
Por eso, en el vídeo, a partir de Gaza,
oímos correr el agua del grifo
porque siempre hay sangre
que salpica,
o un chorreo de líquidos de
rotas visceras,
y hay contínuamente que lavarse
las manos
para eliminar cualquier pista.
Así, la "comunidad internacional"
puede dedicarse a poner en otro sitio la vista
...por ejemplo,
en Cuba,
en Venezuela,
en Iran,
o en Siria,
o en los "terroristas"
--los 'malos', claro--,
los que no obedecen 'la cartilla',
porque son éstos los únicos
que tienen las 'manos sucias',
y no Israel, que se las lava todos los días.
http://youtu.be/aJ6FCl9QZd4