El Génesis bíblico sigue mas válido que nunca:
"Podéis comer de todos
los árboles y plantas
que tenéis aqui.
Podéis, incluso, cuándo tengáis tecnología,
tener 'blogs', expresar lo que queráis,
hablar y escribir lo que deséis
en vuestros teléfonos móviles o parados
o en las teclas de vuestros cacharros;
incluso podéis tener partidos políticos,
votar, ir a elecciones
y elegir a vuestros gobernantes,
inventar y crear lo que deseéis...
sois libres...
Pero de lo único que no podéis comer,
lo único que no podéis tocar,
es ese Arbol de la Ciencia del Bien y del Mal,
que soy Yo,
el mismo que os impone tal TABÚ
para que todo ésto pueda funcionar"
Ese Yo, obviamente, es el Arbol del Poder.
Ese Arbol que hoy tiene misiles intercontinentales,
submarinos con multiples ojivas nucleares,
satélites,
computadoras,
internet,
televisión,
y el cerebro humano a su disposición;
y cohetes que van y vuelven del espacio,
y toda una inimaginable gama
de sofisticadísimas herramientas
que nos mantienen a raya
en todos los campos y aspectos,
y, para colomo, un arsenal atómico
que puede mandarnos a todos a la mierda
y que los ciudadanos en urnas
no podemos votar
porque también lo tenemos restringido
como una rama más del Arbol prohibido
que hay que respetar.
Es un Arbol, un Poder,
Omnimodo y Omnipresente,
imposible de desplazar,
un Dios Omniscente que premia o castiga
dependiendo de lo que El defina como
de "salud" o "enfermedad".
Y en éstas draconianas circunstancias,
en ésta restricción ancestral
dónde podemos comer de todo
menos de ese
Arbol de la Ciencia del Bien y del Mal,
que, en su inexpugnable Fortaleza,
no lo podemos tocar ni derrocar,
la única opción que nos queda,
naturalmente,
es MOLESTAR...
Molestar para hacer más difícil
la constante tarea de JODERNOS
que, según vemos, se extiende más y más.
Porque, pensemos:
si renunciamos a ello perderíamos
nuestra DIGNIDAD,
resignados en nuestra crisálida personal
a la apatía, nihilismo y complicidad,
...que debe ser el Escalón más bajo
al que un jodido puede llegar.
Molestus, ergo sum
