Es un virus contra el que no existen vacunas. Es un canibalismo del que todos queremos sacar
la mejor tajada.
Aúnque sea una parte, por pequeña que sea.
Todos canibales.
Empezamos por canibalismo y terminaremos por canibalismo (Hasta las galaxias se canibalizan)
Nos lo estamos comiendo TODO
Terminaremos de ouroboros comiendonos a nosotros mismos.
Adquirimos 1.500 centimetros cubicos de materia gris comiendonos unos a los otros por dos millones de años y terminaremos en tres horas (la cosa va a prisa, a mucha prisa)sobre el mismo escenario
"El capital experimenta horror por la ausencia de ganancia o por una ganancia muy pequeña, como la naturaleza siente horror por el vacío. Si la ganancia es adecuada, el capital se vuelve audaz. Un 10% seguro, y se lo podrá emplear dondequiera; 20%, y se pondrá impulsivo; 50%, y llegará positivamente a la temeridad por 100% pisoteará todas las leyes humanas...
Y la cosa va a prisa...
...por 300% y no hay crimen que lo arredre, aunque corra el riesgo de que lo ahorquen" (El Capital, Tomo I, volumen 3 páginas 950 y 951)
Imaginémosnos ahora la velocidad que debe llevar el Ouróboros del enloquecido presente cuándo las ganancias -como en la actualidad- pueden llegar a alcazar muchos miles por ciento: este es pues el mortal y galopante virus de la prisa moderna, de la incontrolable pandemia que asola a la Humanidad que ya es una mansturbación canibalística de proporciones ciclópeas que se ha interiorizado y afincado en nosotros bajo la omnipresente forma de DINERO como Ser superior sobre todas las cosas porque con él, nos dicen y nos prometen, al igual que la serpiente nos aseguró que seríamos omniscentes si comíamos del fruto de marras, todo estará al alcance de nuestras manos: "porque queremos ser como usted" y tenerlo todo a la disposición de nuestro ser; despues, claro está, terminamos perdiendo ese "paraíso terrenal" y cubriendo con hojas de parra nuestras verguenzas y sin sabores y, errantes caminantes, andar siempre hacia los espejismo de horizontes que nunca alcanzamos porque el cielo no esta unido al mar como nos dicen nuestros sentidos.
A propósito del virus de marras. Hemos visto (en el equipo de investigación de la Sexta TV) "La estafa de los famosos".
Este reportaje revela el criminal fraude internacional que llevan a cabo empresas de inversión que prometen rentabilidades extraordinarias.
Y ya han conseguido que más de 200.000 personas les confíen sus ahorros. El delito esta incrustado en el mismísimo modus operandi del çapitalismo que, de per se, es ya en sí mismo un criminal fraude que otros mimetizan y llevan a la practica por los medios que sean.
Pero a parte de ello, ¿como se explica que a más de 200.000 personas les hayan confíado sus ahorros sin recibir nada a cambio por mucho tiempo, sin sospechar al respecto?.
Volvemos al antedicho virus: la incontrolable pandemia que asola a la Humanidad que ya no es capitalismo, sino un desaforado deseo patógeno visceral de pasar, a toda costa, el Dinero de los otros a nuestros bolsillos, pulsión compulsiva e hipocondríaca que se ha interiorizado y afincado en nosotros bajo la omnipresente forma de un Ser superior sobre todas las cosas que hay que conseguir...aúnque sea arriesgando nuestros pocos ahorros que tanto sacrificio nos cuesta, no de otra forma podría explicarse la ingenuidad de estas 200.000 personas estafadas y desmoronadas si no hubiesen deseado, ciegamente, una fácil tajada del canibalismo reinante: el dios Dinero.
El virus de esta Dictadura Çapitalista
en descomposición y desintegración produce,
a la vez, robadores y robados vocacionales. Los primeros, naturalmente, COPIAN los mismos métodos fraudulentos del régimen para hacerse con el dinero de los otros. Pero, en este caso de "La estafa de los famosos", los robados -las víctimas-, también en posesión del mismo virus canibalístico, ante la atractiva tentación de hacerse con dinero fácil quedan idiotizados para no ver la trampa dónde caen.
Y esta ECUACION (de incógnitas fácil de despejar) se extiende como una incontrolable pandemia acabando con todo a su paso...porque a las gentes ya no tienen nada en que creer: el propio sistema, el propio régimen, marca la pauta a seguir: ¿qué ejemplo dan si, como en España -como ejemplo-, el propio Jefe de Estado, después de cerca de cuatro decadas de reinado, se fugó a Dubai para no pagar impuestos y disfrutar de se colosal -y fraudulenta- fortuna a lo titirimundi? Todo es un efervescente latrocinio de robadores y robados dónde los puentes de la ética y moral han desaparecido bajo el temporal, el climático y el económico...y de aqui que todo se reduzca a:
"Porque queremos ser como Usted"