Judíos, tocando música, preparandose para ser gaseados
Los palestinos se preparan para un ataque con armas químicas y gas nervioso en la Franja de Gaza para liberar a los israelíes retenidos en la Franja de Gaza. El ataque químico está dirigido contra la vasta red de túneles debajo del terreno.
El ejército israelí ha retrasado la invasión terrestre y ha acompañado el compás de espera con una campaña de desinformación para sorprender con un ataque multifacético en el que participarán las fuerzas especiales del ejército estadounidense.
Israel y Estados Unidos esperan ganar el factor sorpresa para penetrar en los túneles subterráneos, con el fin de rescatar a unos 220 detenidos y matar a miles de combatientes de las Brigadas Al Qassam.
Las tropas israelíes bombearán gas nervioso en cantidades suficientes para paralizar a los combatientes palestinos durante un período de 6 a 12 horas. Durante este período perforarán los túneles, rescatarán a los rehenes y luego miles de combatientes de las Brigadas Al Qassam serán asesinados.
Desde 2016 el Pentágono ha proporcionado ayuda al ejército israelí para detectar los túneles por valor de 320 millones de dólares.
La técnica de Estados Unidos e Israel utiliza sensores y programas informáticos de audio o sísmicos para detectar cavidades y túneles. Se basa en técnicas de detección utilizadas en el sector del petróleo y el gas natural.
Hamás ha dicho que ha construido 500 kilómetros de túneles bajo Gaza, que el ejército israelí llama “el metro”. En 2020 Israel encontró un túnel a 79 metros bajo tierra.
El combate urbano se desarrollará sobre esa compleja red de túneles en la que Hamás tiene un laberinto privilegiado.