En algún lugar del Tiempo,
del hic et nunc,
del aquí y ahora,
dónde el pasado y el futuro
conjuntan sus auroras,
el Viajero del Tiempo
toma su máquina,
su imaginación,
y camina hacia atrás
y hacia adelante
sin pasar por el presente,
por ese módulo
que a cada instante
se evapora...
La RFT nos equivoca a todos:
hasta a Einstein;
porque el Universo
--el conocido y el desconocido--
no es una autopista
con un límite de Velocidad Máxima
(300.000 K/s)
ni con una Flecha del Tiempo
de Dirección Unica.
En el Universo
no hay ni Máximas ni Mínimas
ni Direcciones Unicas.
Las carreteras
son siempre de doble sentido.
Por eso Ayer,
en algún lugar del Tiempo,
pude estar hablando
con el Mañana
desde el hic et nunc,
desde el aquí y ahora,
que a cada instante
se evapora...