Algunas veces,
para escapar de la estrechez de donde estamos ubicados
y poder alcanzar una más completa perspectiva global
de dónde realmente estamos enclavados,
qué somos,
adónde vamos,
y qué será lo que con todo ésto pasará
en medio de este insondable Universo
en el que aparecemos un día
y otro desaparecemos sin dejar huella
y sin haber entendido ni una papa
de este Mysterium Tremendum
que nos envuelve y devora
desde el alfa al omega
...tenemos que montarnos en nuestro Pegaso
ontológico,
metafísico,
científico e imaginacional,
sum ergo cogito,
y volar en profundidad
...y hacer de cosmologos,
de ingenieros geodésicos,
para poder, asi, ampliar el mapa,
siempre en movimiento,
de donde estamos,
de qué pasa,
de qué pasará y quedará.
Por otro lado, es una buena terapia profiláctica y medicinal para este mono vestido siempre encerrado en su mundo subatomico, en sus monomanias,
en su casa,
en su vecindario,
en su barrio,
en su pueblo,
en su ciudad,
en su país,
en su continente,
en su planeta...
que hace tan solo unos años
creía que era el centro del Universo,
el ombligo del Cosmos
y el axis mundi al que nada podía traspasar...
Y un día, dentro de tres horas,
en medio de toda esta centripeta humana,
el sol, nuestro Sol, se apagará,
y todo lo que pasó en nuestra casa Tierra
se esfumará...como estela en el mar
por donde navegó el barco de una Historia
que caerá en los 18 Vacíos del Budismo Zen...
Y dentro de seis horas la Galaxia Andromeda
--nuestra vecina-- canibalizará a nuestra Vía Lactea
y se convertiran en una sola, una galaxia elíptica
de la que volverá a salir otras Tierras,
otros mares,
otras ollas...
donde se coceran otros pucheros,
otras recetas culinarias
como las que hacemos ahora...
¿Y para que nos cuenta este tio todas estas cosas
si ya nos conocemos el cuento de sobras
cuando lo mas importante son los Soles
que estos canallas nos apagan a cada hora
y las multiples Andromedas
con las que estos gangsters nos devoran?
Ademas, ¿qué carajo nos afecta todo eso
cuando en tres segundos seremos frios muertos?
Y es verdad.
Nadie lo puede negar.
Son preguntas cien por cien legítimas y validas.
...Bueno, yo iba por otro ángulo;
en realidad, hablaba,
por un lado, como cartografo,
para situar todo esto en un plano
que abarcarse las maximas proporciones posibles
para poder asi refundar mas hondamente
la visión topográfica del qué pasará
con mi pueblo
cuando yo me marche.
Nada más.
(A veces, lo importante del ahora
tiene que ser contrarrestado
--medidas estratégicas del sobrevivir--
con visiones fulminantes del devenir
para que ello destruya lo que nosotros,
en éste hic et num,
no podemos ni nos dejan suprimir)
Y, por otro lado, hablaba como terapeuta,
porque estas clases de vuelos en el Pegaso
del sum ergo cogito
producen un gran Nirvana,
sosiego,
descanso,
relatividad númbica,
ataraxia,
epojé:
que, según la definición de Sexto Empirico,
es un estado mental de «suspensión del juicio», lo cual,
para escapar de la estrechez de dónde estamos ubicados,
de la aporía del cul-de-sac
dónde nos tienen encerrados,
a veces viene muy bien.
Cada cúal tiene sus trucos y potingues
para encontrar la apropiada medicina
que combata la pandemia
que a todos nos hacen padecer.
Y hoy, día de cansancios telúricos,
me he tirado por la pildora
del Mysterium Tremendum del Cosmos que nos acoge.