El coro del camino, el amor y la comprensión,
es muy viejo en la Humanidad.
Todos en él queremos entrar.
¿Quíenes no van a estar de acuerdo
con ese camino tan hermoso y bello
donde, todos, con las manos cogidas,
haciéndo un círculo de hermandad,
sacamos las mejores cualidades
que podemos portar?
Todos nos apuntamos a ese camino,
a ese círculo,
desde ahora mismo, ya,
de forma totalmente incondicional.
Pero en ese círculo,
para que funcione,
para que sea real,
se debe cumplir
con que todos los puntos del mismo
tengan la misma distancia al centro,
a la verdad.
A ese epi-centro adónde todos
tenemos que pertenecer
para que el diámetro del mismo
sea exáctamente la mitad del radio,
para que cuándo apliquemos Pi, 3.1416,
y hallemos la longitud de esa circun-ferencia,
de ese camino, del amor y la comprensión,
no nos vayamos a quedar cortos
y unos no obtengan nada
y otros se lo lleven todo.
De lo contrario ese círculo,
el coro del camino, el amor y la comprensión,
será la elípse de siempre: