--Cuándo la marea del mundo nos anega los alpendes y terminamos con el agua al cuello braceando para no ahogarnos entre tanta cháchara, estafas mal hechas, mentiras carnívoras y gilipolleces cerradas al vacío, es decir: cuándo ya no podemos aguantar más y estamos a punto de marcharnos a otro país para huír del Valle de los Caídos...entónces recurrimos a Rokambol news para que nos saque a flote y nos de-serio-rize en nuestras pre-tensiones y prosopopeyas con las que viajamos y que necesitan vacaciones periódicas para vaciar la taza. Y es asi cuándo la rokambulesca y surrealista inteligencia de la mordacidad, la sátira y el bendito sarcasmo de R. news nos libera y el mundo se nos hace menos canalla y la tragicomedia menos tragi (al mismo tiempo que se nos abren otras puertas de la denuncia de las espeluznantes injusticias del régimen), cuando, como decimos, los talentos de R. news nos sacan a flote para acogernos al choteo del sagaz humor corrosivo que es el mejor: el que niega carcajeandose, el que desmonta pasándoselo bien.
Ademas, compramos en Mercadona y la ironía de estos empleados con carne de pollo cuyas extremidades se montan en Torrejón de Ardoz --en la base yanqui dónde otra clase de carne de pollo se fabrica al por mayor-- se nos hace genial. Ademas, la ironía --ese hilo fino que teje grandes trajes-- en el reino bobónico está muy descuidada y hay que fortalecerla para soportar este atado y bien atado donde muchas veces nos parece que las mordazas de la cotidianidad hacen grandes estragos.
Asi que a reir o sonreir que buena falta nos hace.
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Mercadona fabricará sus propios empleados con carne de pollo
Las extremidades se montarán en Torrejón de Ardoz
Los ministerios de Industria y de Empleo acaban de autorizar a la popular cadena de supermercados la fabricación de su propia plantilla de dependientes mediante una técnica muy similar a la utilizada en el proceso de deshidratación y recomposición de la carne de avestruz, solo que en este caso Mercadona se servirá de pollo criado en granjas escuela de Israel.
El biólogo jefe de Recursos Humanos de la cadena niega que los nuevos empleados sintéticos se puedan considerar como simples esclavos zombies, pues, según sus propias palabras, cada uno de estos engendros se fabricará junto con una pequeña pero compacta familia básica, también a partir de la misma carne de pollo que la escogida para preparar el trabajador. “Es verdad que los dependientes pollo no tendrán cuñado ni otro tipo de familiares con parentesco político pero sí un padre y una madre parados, una pareja de abuelos deprimidos por la estafa de las preferentes y un par de hijos con problemas de adaptación escolar”, puntualizan los ingenieros conciliadores de Mercadona. “Queremos que todo sea lo más natural posible”, añade el comandante químico de Relaciones Familiares de la cadena.
El “dependiente pollo”, asegura el propio dueño de Mercadona, Juan Roig, será prácticamente igual que los empleados normales, y el hecho de que dispongan de pico en lugar de boca no les impedirá, según afirma Roig, expresarse en castellano con total fluidez. “Igual se comen algún adverbio mientras atienden en la charcutería, pero eso lo vamos a arreglar”, añade.
Los ojos del dependiente pollo se fabricarán en Bangla Desh, al igual que el sistema respiratorio y los cartílagos, mientras que las pestañas y el pelo se producirán en Ibi, los dientes en Alemania y el resto de las vísceras y musculatura en Marruecos.
Los dependientes pollo no tienen estructura ósea pero se mantienen erguidos por el mismo pánico a ser despedidos, explican los técnicos.
