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Ha aparecido en insurgente.org, la izquierda tiene quien le escriba, un interesante Editorial titulado: A quienes dicen apoyar al PSOE "para que no gobierne la derecha" EDITORIAL. A quienes dicen apoyar al PSOE “para que no gobierne la derecha” – Insurgente. Tu diario de contrainformación
Asi empieza:
De sobra sabemos que el PP es el partido heredero directo del franquismo y que Vox, aunque de aparición pública más reciente y con algunos matices, viene a ser más de lo mismo. Pero esto no significa necesariamente que el PSOE sea un partido de izquierdas, de hecho no lo es. Y no somos nosotros quienes lo dice, sino su ya larga trayectoria aplicando mediadas absolutamente reaccionarias.
En estos días, el esperpento ha llegado a un punto realmente elevado. Ante la ya famosa amnistía para los represaliados del procés (si a sus dirigentes no les hubiera afectado no la hubieran exigido; no nos olvidemos de que el Govern ejerció en muchas ocasiones de acusación particular contra independentistas), la derecha más cavernícola se ha echado a la calle. Este hecho y todas sus “protestas” anteriores han propiciado, para muchos ojos (cuyos portadores necesitan acudir al oftamólogo) un blanqueo para el actual partido gobernante, para el PSOE (UP no ha sido más que una interesada y sumisa muleta).
Totalmente de acuerdo
Votar o apoyar al “menos malo” nunca ha sido una opción para quienes en verdad luchan por un necesario cambio de sistema. Jugar al menosmalismo es impedir u obstaculizar la imprescindible organización, llamada a crear el partido comunista que lleve a cabo la revolución socialista. La socialdemocracia es parte inherente del capitalismo y, por lo tanto, nunca tendrá voluntad de superar tan dshumanizado sistema.
Seguimos de acuerdo
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Pero bajando a tierra, al suelo del Ananké, al principio de realidad que llamaba Freud, surge la inctrovertible pregunta, no de Lenin, sino la de todos y todas: ¿QUÉ HACER?, en este caso, ¿qué votar?.
Porque a Marcelo Perez, --y a todos como él-- trabajador que tiene la acuciante perentoriedad de mantener una familia con 1000 euros al mes y que tiene alquilado un piso y va, como un péndulo danzante, de mes a mes arrastrando un sueldo que sólo llega al día veintitantos, no se le puede decir que Jugar al menosmalismo es impedir u obstaculizar la imprescindible organización, llamada a crear el partido comunista que lleve a cabo la revolución socialista, bueno, decir se le puede decir, pero le entrará por un oído y le saldrá por el otro por sus facturas a pagar y sus necesidades a cubrir que no pueden esperar a que el partido comunista lleve a cabo la revolución socialista, y, legítimamente, nos podrá contestar: a mi déjeme usted de rollos y dígame por quien tengo que votar.
Y surge el ¿QUE HACER?, rotundo y apremiante, exigente y contundente. ¿Y qué, realmente, le pueden decir los portavoces del Jugar al menosmalismo es impedir u obstaculizar la imprescindible organización?
Y aqui, llegado al meollo, al nudo gordiano de la cuestión, ese que no puede esperar, el elan vital y transendental que necesita y urge una respuesta concreta, especifica, porque la cesta básica de las primeras necesidades a cubrir no espera, no divaga sobre planes políticos y estrategias para crear el partido comunista que lleve a cabo la revolución socialista...
Y esos apóstoles que estan en contra del menosmalismo, ¿qué le pueden contestar a Marcelo Perez que le llega el sueldo al veintitanto día del mes cuándo este les pregunten, ¿QUE HACER?, ¿por quienes debo votar, por el PP-Vox o por el PSOE? (Porque en la dictadura çapitalista no hay ningúno mas)
Aqui estamos de lleno en lo que nosotros llamamos el problema espistemológico -y perenne- del capitalismo. Porque la epistemología es la rama de la filosofía que estudia la concordancia de las ideas -de las ideologias- con la realidad que tratan de representar, porque muchas veces, claro esta, no concuerdan, como en el caso de poner las caballerías detrás del carro del que hay que tirar, que es lo que pasa con los cruzados del menosmalismo de marras; porque la vida, las necesidades representan un "hic et num", un aquí y ahora que necesita, in situ, respuestas, no a largo plazo porque las cuentas y facturas a pagar No Pueden Esperar, NPE, y las gentes tienen que contestar, IPSO FACTO, el ¿QUE HACER?, no el de Lenin, sino el de todos y todas...
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NOTA
A esta parida, a las cinco de la mañana, se le rompió el saco de agua y nos hemos tenido que levantar (extrañas necesidades maternales) de la cama para ponerla en condiciones. Ya nos fuímos a dormir con la editorial de insurgente en la testa que es un tema de muchas curvas horizontales y verticales que nunca se acaban de ecuacionar porque sus distintos centros hacen de todo ello una excéntrica en la que casi siempre se deja afuera lo que cremos es lo principal.Son las seis y media
Vuelvo al lecho
