Thursday, October 4, 2012
La madrugada taladra silencios....
La madrugada taladra silencios
como un cuchillo que corta la carne.
Hay un rastro de eclipse
en la luz que nunca llega.
Y un puño cerrado,
inidentificado,
que es la senda
que nos van quitando.
Nos vamos derritiendo,
sin decir nada,
sin sentir la nada,
sin poder hacer nada.
(¿Por qué?)
La mariposa ciega
está posada...
allí, ¿la vés?,
en aquella flor marchita;
y lo sabe la madrugada,
y no dice nada;
que extraño;
¿será porque sus silencios
cortan la carne como un cuchillo?
Después llegastes tú y me lo dijístes,
que la mariposa no tenía ojos
y que la flor estaba seca.
No lo pude creer
hasta que se posó
en mí sus caídas alas.
Y la madrugada --sabíendolo-- no dijo nada
Despues llegó alguíen por el cadáver
de la mariposa,
ya sin alas,
y también se llevó la flor,
ya amarilla.
Y todo pasó cómo una brisa
que cruza el jardín al atardecer.
Y yo me quedé,
como la madrugada,
taladrando silencios
cuándo caían montañas...
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