Para que el Genocida
siga siéndo respetado,
Julian Assange tiene que estar
encarcelado, torturado y liquidado.
Su ejemplo tiene que ser
cortado de raiz.
Assange afirmó, en una carta escrita a mano el pasado 13 de mayo y enviada al periodista independiente británico Gordon Dimmack,
y recordando que su labor periodística
ha sido siete veces nominada
al Nobel de la Paz,
que "El gobierno de los Estados Unidos
o, más bien, los lamentables elementos
que en él odian la verdad, la libertad
y la justicia, quieren abrirse camino hacia mi extradición y muerte"
Y concluyó expresando
que "A la larga, la verdad
es todo lo que tenemos"
Y esa verdad, que es todo
lo que tenemos,
en éstos momentos,
está siendo asesinada,
con la participación
de todos nosotros
--seamos claros y honestos--,
en la persona de Julian Assange,
abandonado, negado ,
como Judas negó a Cristo,
y olvidado, en una Guantanamo inglesa.
Y todos, todos,
Particeps Criminis,
somos cómplices de tal crimen
contra el que se atrevió a decir y probar,
al igual que el Che, que
EL CAPITALISMO ES EL GENOCIDA
MAS RESPETADO DEL MUNDO.
Y al igual que el prócer cubano,
asesinado por la CIA,
Assange está ahora cercado
en la quebrada del Churo
esperando la orden de la CIA
que acabará con su vida...
y todo por demostrar,
apodícticamente,
lo dicho por el Che en su discurso
en la ONU del 11 de Septiembre de 1964.
Al pan, pan, y al vino, vino,
hermanos.