Los pobres no pueden tener un Harem real, vivo, porque no tienen capacidad adquisitiva económica para ello -nada nuevo-, por eso tienen que recurrir al papel, a la imaginación, que es gratis, y allí radica esa cualidad humana tan esencial que, en éste caso, puede convertirse en 'partera' de sus instintos polígamos.
Los ricos, como todos sabemos, no tienen éste problema (por eso tomaron el poder político) porque sus fortunas personales les permiten la satisfacción de estas pulsiones básicas que caracteriza a todos los antropoides, incluído, naturalmente, el "homo sapiens", que, en este sentido, sigue siendo el mismo simio a cuatro patas de hace un millón de años, y, aunque sus leyes y tabús sociales no le permiten poner en práctica éstos deseos tan innatos, su órgano sexual continua siendo muy desobediente con el cranium donde ha instalado éstos mandamientos que van contra su naturaleza y sus desesos enclaustrados.
Y es por ello que hemos creído conveniente sacar el tema en éste 'blog' para ventilar este asunto que en la vida humana es tan fundamental. Ventilarlo, airearlo, nada más, para que el pobre no se nos axfisie bajo religiones torcidas, morales coercitivas y 'mea-culpas' de confesionarios.
Créemos que es algo sano e higíenico en esta hipócrita carátula cirquense donde todos pretendemos (infructuosamente) ocultarnos unos a los otros el reino animal donde nacimos y seguimos caminando.
Retomándo la fotografía vemos que decimos "sinonimia" en el sentido de que, El Harem de los Pobres, por ser de papel, es tan sólo sinónimo sucedaneo del Harem de verdad, esos que en ciertos grupos religiosos, culturas, y los ricachones del mundo árabe del petroleo, aún se dan como relíquia atómica del pasado de la humanidad.
También vemos, al pie de las fotografías, meses, cada uno con su número correspondiente; y ello es debido a que los pobres, meticulosos ellos en ciertas cosas que hay que cuídar, han distribuído a cada una de ellas durante los doce meses del año para, como si dijéramos, regular la novedad y el estímulo en su golosa proporcionalidad.
Vemos, también, que, en las fotografías, con un bolígrafio, ha escrito un número: son sus preferencias; porque los pobres, aunque carecen de sensibilidad, tienen sus preferencias como todo quísqui...y, claro, unas le gustan más que otras. Es mínimum díctum preferencial que ellos, con sus bolígrafos, saben muy bien señalar.
Pués, sí, éste es el Harem de Papel, el viejo, el clásico, pero hoy todo está cambiado; hoy todo ello es arqueología, reliquia del pasado, porque la inversión capitalista, siempre alerta y pirata ante nuevas fuentes de ingresos, ha desarrollado una inmensa industria especializada en captar esas ansias polígamas humanas secuestradas para crear, con su creciente demanda, un fabuloso mercado: vídeos, películas, tiendas de cacharros 'pornos'...todo el lumpen de la vida está con ello infestado, todo: los anuncios comerciales, como 'luce el cuerpo', las ropas, las arrugas, los cosméticos, la eterna juventud a pepetuar, los zapatos, las 'cirujías estéticas' de tetas, pompis y alzados, las dietas, los ejercicios físicos, el andar derecho y no doblado (los 'derechos humanos' aquí están basados), el peinado...etc., etc...están, como testigos de cargos, por todos lados.
Es una omnipresencia que no notamos porque todos somos usufructuarios de ella sin concienzarnos.
Decia Freud que "la líbido es una mariposa de flor en flor", y el hecho de que se le haya hecho quedar, oficialmente, a esa "mariposa", en el polen de una sola "flor", no ha hecho más que estimular el crecimiento de las 'otras flores' en la imaginación...un jardín dónde los capitalistas han invertido trillones de dolares con ganancias fabulosas: a todas horas 'lo riegan' en la televisión y otras amapolas...
En éste encuadre de la actual 'democrática' 'Sodoma y Gomorra', el Harem de los pobres ha pasado a ser como volver a los carros de caballería en la época de los coches veloces, pero ambos están montados, neuronalmente, sobre el mísmo principio funcional: la imágen que impresiona el nervio óptico que acarrea lo que vé al cortex cerebral, dónde esta la líbido enclavada como reina total.
Sobre esta estructura, los pobres del mundo (aunque vivan en el mundo de los ricos), lo único que tienen que hacer es no volver la cabeza hacia atrás, como hizo la mujer de Lot, pués si vieran y compararan lo que ocurre en esa sofisticada 'Sodoma y Gomorra' con su anticuado Harem de papel, se quedarían, como dice el castigo bíblico, petrificados, convertidos en estatuas de sal...y su 'papel' se quedaría demasiado 'salado' como para ser eficientemente usado y condimentado con la imaginación ancetral.
Así que a todos los usuarios del Harem de papel le recomendamos no mirar atrás, no mirar a éste mundo actual que, con creces, lo han superado y desbancado, y disfrutar, como antaño, como cuando eramos niños, de aquellas revistas y fotos, que, a escondidas, nuestros 'primeros pasos' nos proporcionaron en la luz y en la oscuridad.
Yo, la primera vez que me enamoré, fue del papel de una líndisima fotografía de Paola Negri, famosa artista del cine de Hollywood de principios de siglo; y aún me acuerdo.
De seguro que si la hubíese visto en un 'video' ya se me hubíera olvidado...
