Los ricos han superado con mucho la fase epigenésica del "terrorismo suicida", que está muy mal visto. Los ricos no tienen que morir haciendolo, pueden contratar a los pobres para que le hagan el trabajo.
Para eso tienen sus fuerzas aéreas, sus naves de guerra, sus submarinos, misiles teledirigidos, bombas inteligentes y demás sofisticados cacharros electrónicos de matar a distancia apretando un botoncito.
Y ello causa en el público el gran y estratégico impacto metapsicológico (subconsciente admiración) de que los que U.S.A.n tales poderosísimos medios, tienen, por fuerza, que llevar razón. (¿Como no van a tener poderosas razones los creadores de esas armas tan posderosas)
Al desesperado "terrorista suicida" de los pobres, sin potestad, que deja detrás una familia en llanto y en la ruína de su mal nombre, le cuesta convencer infinitamente más que al que tira un misil Tomahawk y dá en el blanco.
Este terrorismo de alto grado de los ricos conlleva, en su "res cogitans" y en su "res extensa", una nueva psicologización política del terrorismo que conforma y representa la Nueva Orwelliana Étapa Histórica (NOEH) que vivímos y padecemos en la portentosa tecnología de su maquinaria opresiva de guerra que ha conducido la lucha de clases a un "sacrificium intellectus" de las gentes en el cual, no es solamente que estemos dominados por nuestras falsas objetivizaciones, sino que también estamos dominados por un --también falso-- solipsismo de "encadilamiento ideológico" al que nos lleva éste abrumador y condicionante terrorismo de alto grado que cuesta creer (consciente o subconscientemente) que no sea verosimil dada su precisión y su omniscente precisión y contundencia.
Y, para colmo, y como si se tratara de los más serios capítulos operacionales de la história humana, el terrorismo de los ricos conlleva sus "nombres propios" para que no se piense que son figuras figurativas y sin rostros humanos.
En el abyecto y repugnante ataque a Libia que se lleva a cabo en éstos momentos, el "free world", la parte que colabora en ello del terrorismo de los ricos de Francia, se llama, "Harmattan". La parte del terrorismo de los ricos de Inglaterra lleva el nombre de "Ellamy", y la parte del Jefe y conductor de la entera operación, el terrorismo de los ricos norteamericanos, lleva el poético nombre de "Odyssey Dawn".
¿Como se va a sospechar nada bajo estos elegantes e inocuos nombres que parecen reflejar, más que nada, alturístas empresas destinadas al mejora-miento de la humanidad.?
Poema épico y mítico como la "Odisea" de Homero que narra la vuelta a casa del héroe griego Odiseo (Ulises) tras la guerra de Troya. O "Harmattan", nombre de corrientes de vientos del Oeste de Africa. O "Ellamy" , "baby name", dice la Internet.
¿Como vamos a sospechar que tras éstos perínclitos epítetos se oculte algún interés oscuro que no sea bueno para la Humanidad? Imposible.
Por el contario, el "terrorismo suicida" de a pie de los pobres, sin aviones ni barcos ni submarinos ni computadoras que puedan acarrear sus bombas con la matemática precisión que lo hace el terrorismo de los ricos, carece de buena prensa, y, por lo tanto, nunca es visto con 'buenos ojos', y, como además, carecen de esos pomposos nombres que los puedan vivificar, catapultar y elevar a la categoría de, por ejemplo, "Odyssey Dawn", los pobres, los pobres, nunca podrán conquistar ninguna Libia ni lograr la mayoría en ningún "Consejo de Seguridad" del mundo.
Es por eso, hermanos y hermanas, que "Dieu est toujours pour les gros bataillons": "Dios está siempre con los grandes batallones", con los grandes ejércitos, con los oligárcas, con esos misiles Tomahawk que lanza, desde lejos, el terrorismo de los ricos, mientras que los pobres, los pobres, con su "terrorismo suicida" de a pie de bombas atadas al cuerpo...nunca escribiran ningún poéma épico, como la Odisea, ni se abriran a la brisa renovadora de ningún "Amanecer", ni soplaran ningún mítico viento, como el Harmattan, ni tendrán la sensibilidad de "baby name", como Ellamy. Y es que Dios, amigos mios, no es democrata.
...Porque al pueblo, a los pobres, los pobres, además de tener que costear el terrorismo de los ricos para poder continuar siendo pobres (y, por lo menos, no morir de hambre), les pasa lo mismo, en sus esporádicas y efímeras "épocas felices", como a la mujer histérica que definió Freud: "el matrimonio feliz de una mujer histérica no es nada más que una interrupción de su enfermedad", como las esporádicas y raras épocas de bonanzas de los oprimidos en las que se produce una interrupción de la enfermedad de la pobreza que acarrean hasta que vuelve a reaparecer lo mismo que ahora ocurre en Palestina o Gaza --o en otros lugares de ignominia y esclavitud del planeta-- donde cohabitan el terrorismo de los pobres pobres con el terrorismo rico e impune de los ricos en el tope máximo de la soportabilidad humana, en el summum de la inconmensurable opresión y la cósmica impotencia de las indescriptibles injusticias y crimenes que se sufren... y sin un Tomahawk que poder lanzar para quedar avocados al "terrorista suicida" dónde el heroe cae despedazado con el cinturon de dinamita atado al cuerpo mientras el mundo lo calumnia y le escupe a su cadáver...en el mismo momento que un Tomahawk sube hacia el cielo, es bendecido por Dios, para caer a tierra precisamente en la casa de la familia del cadáver escupido...
Si. Este es nuestro orbe, nuestro mundo, dónde el muy rico e impune terrorismo de los ricos bajo su Laus Deo, Alabado sea Dios, comanda nuestras vidas sobre el terror de los derechos humanos where they need U.S.