Mi biografía comenzó, realmente,
hace unos trece mil
setecientos millones de años.
(Soy muy viejo)
En aquel entónces
yo estaba un tanto suelto:
electrones por aquí,
protones y neutrones por allá.
Después,
éstos elementos libres,
un día,
un tanto hartos ya de su Soledad,
se reunieron y formaron un atómo.
Atómos por aquí,
atómos por allá...
y otra vez volvió
a aparecer la Soledad
y se reunieron los atómos
para formar una molécula.
Y todo iba muy bien equilibrado
cuándo la molécula,
otra vez,
"con la iglesia topamos, Sacho",
se empezó a sentir sola
y arribó de nuevo
la inevitable guadaña de la Soledad;
salvo que ésta vez,
hace ya tres mil
setecientos millones de años,
ocurrió algo extraño,
yo diría que lo más aberrante
de toda mi vida:
de éste cociliabulo de moléculas
surgió la célula.
(Desde entónces creo que tengo celulitis)
Y la cosa se me comenzó a complicar
...con lo bien que estaba yo
en el balance divino
de lo inorgánico.
Y a partir de aquí
todo me fué cuesta abajo.
Vinieron después mi vida propia
y la capacidad de autorreplicación
...y empecé a replicar y a tener
unas Canibalísticas Necesidades
que nunca había tenido
y a las que aún
no me he acostumbrado
porque creo que son horrorosas:
y es el hecho de tener que matar
y comer y suprimir vidas ajenas
para perpetuar la mía propia.
Todos los días me digo
que ésto es absurdo
y no debe de pasar
en ningún lugar del Universo
...pero la sobrevivencia manda.
Asi llegué a convertirme en un organismo,
en un animal.
¿Y sabeís qué?
Pués que otra vez surgió la Soledad
y nos jodimos todos porque
los organismos de la misma especie
nos empezamos a sentir
--de nuevo--
sólos y nos tuvimos
que unir formando poblaciones,
sociedades,
civilizaciones.
Y así quedamos todos líados
y entrampados y embrollados
unos con otros,
y la prueba axiomática de ello
la podemos ver muy bien
en el Presente Histórico.
Asi que ahora,
al contar mi biografía,
siento una infinita añoranza
de aquellos lejanos y buenos tiempos
cuándo yo estaba compuesto
tan sólo de elementos libres,
materia inorgánica que carecía
de toda necesidad canibalística.
Pero ésta es mi biografía
y la tengo que contar.
Y tengo que terminar diciendo
que aún padezco de esa Soledad
que es la contínua história
de toda mi vida.
Yo la llamo Soledad Cósmica
porque creo que es
lo que Lo Mueve Todo
desde el Big-Bang:
por eso tenemos ésta maldita tendencia
a tenernos que reunir,
siempre,
con lo otro, con lo demás,
para tratar de paliar
la Congénita Soledad
que puebla y mueve
al Cósmos desde el Alfa.
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