Herejes palestinos entrando en Gaza, Crimen Exceptum
"Ya me he referido a ese horrible libro, Martillo de las Brujas (Malleus Maleficarum) que apareció en 1487 y del que se hicieron incontables reediciones. Estaba escrito en latín, y era un manual para inquisidores. Se llamaba inquisidores, es decir, los que inquieren, unos monjes a los que el Papa había concedido plenos poderes para combatir las herejías. Como las brujas eran consideradas también herejes, los inquisidores debían ocuparse de ellas. Aúnque cabría pensar que nadie envidiaba el cumplimiento de tan cruel misión, existían otras judicaturas ávidas de participar en la lucha contra la hechicería. Estas eran el Tribunal Ecleciástico regular, formado por obispos, y el Tribunal Secular regular. Pero este último era el peor (...) A los juristas de aquel entónces les parecía escandaloso y absurdo que no hubiera un término latino al respecto. Y entónces se les dio a los herejes, a la brujería, el nombre de Crimen Exceptum (crimen excepcional) para significar que se trataba de un crimen del que los acusados practicamente no podían defenderse"
Walter Benjamin
Procesos contra Las Brujas
Ilustración de Claudio Romo.
Texto extraído de Walter Benjamin,
Radio Benjamin Ed. de Lecia Rosenthald,
Madrid, Akal
