El Fugado, el Hijo y el Genocida.
El trio que compone la familia
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La fuga del crápula y delincuente del emérito
es uno de los hechos mas insólitos
y abracadabrante
de la História contemporánea,
y evidencia, una vez más,
el Trauma Historico Español, THE,
que, en el Estado de Derecho,
joroba cuerpo y alma.
¿Qué es ésto?
¿En qué clase de país vivimos?
¿Cómo pudo pasar
--en un país europeo--
que un ígneo genocida,
ladrón, terrorista y asesino,
después de la derrota de Hitler,
su socio y compinche ungido,
se hubiése podido quedar por cuarenta años
de Caudillo Por la Gracia de Dios
en el régimen draculaniano
más abyecto de la criatura humana,
y, para colmo, antes de morir en su cama
con la bendición del Papa,
manchado de sangre y fosas comunes
que siguen de testigos de cargo
de sus libertadora cruzada,
nombrara como su sucesor a Juan Carlos,
el emérito fugado,
y ahora su hijo, con su misma corona
--ya Leonor está preparada--,
siga inalterable como si nada hubiéra pasado
y todo fuese coherente
sin nigúna sombra ni mancha?
¿Todo ésto es real
o lo estamos soñando?
¿Será un cuento
que nos estamos inventando
en el canícula de agosto
cuando la noche, de cómplice,
nos mira lejana?
