Saturday, August 18, 2018
EN EL 82 ANIVERSARIO DEL ASESINATO DEL "DESAPARECIDO MAS LLORADO DEL MUNDO" (Ian Gibson)... ¡¡SUS ASESINOS SIGUEN GLORIFICADOS!!
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Transmisión generacional
de los Sucesores de los asesinos de Lorca:
Felipe VI, niño, saludando a Franco.
En el centro, su padre, Juan Carlos.
Un Trio de ríos
que desembocan sus aguas
por nuestros estuarios
al mar de la Impunidad
desde Sevilla era tan directo?
por Miedo,
Por Miedo,
tú balcón abierto
dejar a tus asesinos glorificados
en basílicas y templos sagrados:
y su Jefe, Franco,
y su Sucesor,
el hoy rey y Jefe de Estado
en su palacio,
todo sigue en su lugar,
atado y bien atado
a una historia de espíritus amordazados
que hasta el presente ha llegado.
Federico,
por Miedo,
tú balcón abierto
a quedar petrificados
bajo ésta España machadoniana
que nos hiela el corazón
y que sigue cautiva
en una amnesia histórica
que, por decreto,
estableció el alto mando
y que se incrusta en docenas de miles
de huesos y tuétanos
repartidos por cunetas y campos,
que, al igual que tú, Federico,
yacen gritando.
Federico,
por Miedo,
tú balcón abierto
a ser anatemizados.
Por miedo
a correr tú misma suerte,
tú mismo sino,
tu mismo calvario
a oscuras con tu noche
y tu cruz,
con tu dolor
que hoy llega hasta nosotros
exigiéndonos despertar
después de tantísimos años sepultados.
Por miedo
a que se caguen en tus muertos
y quedar convertidos en ROJOS DE MIERDA !!!!!,
sólos, aislados y vilipendiados,
por tan sólo denunciar a tus asesinos
que siguen ensalzados
Por miedo
a esos yugos y flechas
que mantienen,
en Perenne Insulto,
en una basílica sevillana
a ese que nos sigue dando
'café, mucho café',
sin que nadie mueva un dedo
para descafeinarnos
Federico,
por Miedo,
tú balcón abierto
para no ver
y al segador segando el trigo
que quedaron allí,
después de tu muerte,
exigiéndonos lo que nunca
llevamos a cabo...
Por eso,
en éste aniversario,
no hemos querido entrar
en apologías y elejías
a tu persona
y a tu eterna poesía,
sino dibujar la Deuda
que tenemos contigo
y reconocer nuestra Traición
por haber agachado la cabeza
y aceptado, con infinita cobardía,
que tus fusiladores,
y los del pueblo español,
sigan en sus altares
bajo las altas cruces
del mismo Dios de Roma
al que tu denunciastes:
Pero el viejo de las manos traslucidas
dirá: amor, amor, amor,
aclamado por millones de moribundos;
dirá: amor, amor, amor,
entre el tisú estremecido de ternura,
dirá: paz, paz, paz,
entre el tirite de cuchillos y melones de dinamita...
Mientras tanto, mientras tanto,
¡ay!, mientras tanto
(...) las mujeres ahogadas en aceites minerales,
la muchedumbre de martillo,
de violín o de nube,
ha de gritar aunque le estrellen
los sesos en el muro,
ha de gritar frente a las cúpulas,
ha de gritar loca de fuego,
ha de gritar loca de nieve,
ha de gritar con la cabeza llena de excremento,
ha de gritar como todas las noches juntas,
ha de gritar con voz tan desgarrada
hasta que las ciudades tiemblen como niñas
y rompan las prisiones del aceite y la música,
porque queremos el pan nuestro de cada día,
flor de aliso y perenne ternura desgranada,
porque queremos que se cumpla la voluntad de la Tierra que da sus frutos para todos...