A mitad del camino
Sísifo descansa
del Absurdo de su Destino.
Y sueña como quiere morir,
lejos, lejos de su Castigo.
(Hoy , noviembre de inviernos calados,
cansado de este mundo agotado,
nos hemos levantado.
Asi que hemos apoyado la Roca
para echarnos sobre ella un rato...
no está mal una paradita
en la pendiente hacia lo alto.
Ya son muchos los años
subiendo y bajando
con los mismos resultados.
Asi que, tumbao sobre ella,
un pájaro, la rara avis
que destapa sin consultarnos,
nos ha envuelto en una onírica
donde, traspuestos,
nos hemos quedado...)
...Quiero morir
de cara al cielo
bajo estrellas
y nítidos luceros.
Y que baje la luna
a darme el último beso.
Lejos, lejos de la Babel
que confunde llegar
a lo nuestro
ocultando los muertos
que lleva dentro.
Lejos, lejos
de la incivilización
cuyos barcos
nunca llegan a puerto.
Lejos, lejos
de dónde a los Redentores
se les machaca sus huesos.
Quiero morir
de cara el cielo
bajo estrellas
y nítidos luceros.
Y que baje la luna
a darme el último beso.
...Y al despertar
y desapoyar su roca,
se da cuenta de que todo
ha sido un sueño...
