Saturday, September 14, 2013
SIN PUERTAS
Las puertas son pestañas que un día,
al desvanecerse la luz,
se cerraron sobre los ojos
que dejaron atrás dos ángeles
que, con espadas de fuego,
guardan la Puerta al Arbol de la Vida.
Este fue el castigo:
todo tiene puertas.
Unas que se abren hacia adentro.
Otras hacia afuera,
otras, entreabiertas.
Otras giran sobre goznes.
Otras sobre sueños y velas.
Unas giran cuando hay brisas.
Otras cuando hay tormentas.
Unas se abren con llaves.
Otras con el espíritu y las ideas.
Pero todo tiene puertas
en el mundo del hombre y sus sentencias.
Por ellas podemos escaparnos,
por ellas el carcelero entra.
Y el ir y el venir,
la vida y la muerte,
pasan por ellas,
por ellas llegan.
El trajin de la existencia
fecunda en ellas su esperma.
Unas veces forzándolas
con ganzuas nuevas
para que el flujo florezca,
otras veces respetando
que los ojos duerman.
Por ellas las generaciones
que vienen del principio
dejan sus estelas
Por ellas, los hijos de los hijos del hombre,
nacen, mueren, se van,
y desaparecen en la niebla
Por ellas se mira la luna,
al firmamento, al abismo, a la tierra,
a la sangre que corre
por nuestras venas,
al pulso y el látido
que marcan nuestras vivencias
sin que nos demos cuenta.
Por ellas pasan nuestras preguntas,
nuestras angustias,
nuestras alegrías
y nuestras quejas.
Por ellas desmonta el Tiempo
sus tramoyas y el espejismo
dónde flota el astillero
de nuestros barcos
que nunca llegan.
Por ellas pasa el naufragio,
los relampagos y las galernas,
y la horfandad que llevamos a cuestas.
Son vientre y ataud,
atalayas, sisifos y madreperlas.
Por ellas navegan nuestras candelas,
y se baja a los infiernos
dónde la duda y el puñal
abren en canal las zanjas
que ocultamos tras ellas.
Por ellas descendemos y subimos
en nuestras norias
a mirar al ángel
y a pactar con la bestia.
Todo, todo tiene puertas,
el pensamiento,
el amor,
el crimen,
la ambivalencia,
el faro en la noche,
el día sin estrellas
y nuestra lucha interna
...Pero tambien hay palancas,
palancas secretas,
barras de acero duras y mágicas,
con las puntas calculadamente dobladas,
para que en la mano del necesitado,
la descuajen de sus bisagras
y queden abiertas...
(¿Cuando nacieron las puertas?
Porque hubo un mundo
dónde nadie contaba con ellas?
Porque todo estaba abierto,
a la interperie,
libre en espacios,
sin vallas, sin cancelas.
Entónces, ¿qué ocurrió?
¿Fue, quizás,
cuándo alguíen dijo "ésto es mío"
y para defenderlo
puso la primera 'puerta'?
¿O fue antes, mucho antes
de que ésto ocurríera?
¿O fue cuándo quedamos
separados de la Naturaleza,
desamparados, incluseros,
huérfanos de estrellas,
cuándo nos dedicamos a 'levantar puertas'
para descansar nuestra pesada
y abultada cabeza?)
A JUAN MENDOZA
Presa de Sabaneta, San Juan de la Maguana, República Dominicana, 1977. Aqui trabajó Juan de "ferrallista". Aqui nos hicimos amigos. Mas tarde me enteré de lo sucedido. |
Un 20 de Mayo,
Juan Mendoza llegó a Nueva York.
La colonia dominicana
en el puerto lo recibió.
Padres, hermanos, hermanas,
primos, tíos, amigos, sobrinos,
la tribu unida soportando
el grillete del exilio.
La polícia, a distancia,
vigilaba como ganadao perseguido.
"Que pena" --dijo Juan entristecido--
"que tengamos que emigrar
al mismo país que nos jode vivos"
Nadie reparó en la frase
del bienvenido.
En la algarabía sus palabras
cayeron en frío.
Llegaba a Nueva York
en busca de un trabajo digno
que nunca había tenido;
de un bienestar
que nunca había sentido.
Su madre lo besó
como la última esperanza
que reencarba su hijo.
Cinco años mas tarde,
cuándo lo acusaron
de un crimen
que no había cometido,
camino de la silla eléctrica,
cómo un fantoche hundido,
recordó aquella palabras
en el puerto de Nueva York
entre familia y amigos.
Kailua-Kona, Big Island, Hawaii,
Mayo, 20, 1993
Subscribe to:
Posts (Atom)
Blog Archive
- ► 2010 (273)
- ► 2011 (345)
- ► 2012 (357)
- ▼ 2013 (352)
- ► 2014 (504)
- ► 2015 (419)
- ► 2016 (337)
- ► 2017 (335)
- ► 2018 (297)
- ► 2019 (299)
- ► 2020 (358)
- ► 2021 (362)
- ► 2022 (407)
- ► 2023 (315)