Y, de pronto,
te has quedado sólo.
Solus ipse sum,
ipso facto, de pronto...
que raro.
Hace poco
estaba en el mundo
y, de improviso,
todo se ha esfumado...
que extraño.
Sin Eros.
Sin Tanatos.
Sin Nirvana.
Sin Ananké.
Eres el único habitante del Mundo.
Sólo, como siempre estuvistes,
sólo, como cada ser.
Sin una teja sobre la cabeza,
sin un ladrillo bajo los pies.
Y no me preguntes
ni el cómo ni el por qué:
soy el Universo,
silencio,
arcano impenetrable,
porque nunca te responderé.
Yo también estoy sólo
desde el Big-Bang,
desde el Principio,
sin saber
ni el cómo,
ni el por qué,
ni el para qué...
Porque el Misterio
también es Misterio para él,
soledad en bucle infinito
que envuelve a sus hijos
devorandolos por doquier...
(En el Cosmos
Todo es indiferente a Todo.
Cuándo el Sol sea una enana roja
dentro de cinco mil millones de años -dicen-,
¿a qué vida, a qué conciencia,
le importará la vida,
la conciencia ajena,
la soledad ajena?
Ahora mismo podemos asesinar,
destruir, toda forma de vida en la Tierra
y quedarnos sólos,
y nada ni nadie nos dirá nada,
nada, nada...
y en el silencio de esta nada,
de este vacío, de esta ausencia,
esta enclava la SOLEDAD par excellence
...pero cuidao...
porque aqui también está ubicada
la LIBERTAD primigenia)