de la salud pública, educación, pensiones,
y de los que duermen bajo los puentes,
pero nunca se nos ocurrió
(faltos de imaginación demiúrgica)
que también saldrían de las carreteras
(que fueron pagadas con el dinero de nuestros impuestos, es decir: que la hemos pagado nosotros, que son nuestras)
Siempre nos quedamos cortos
en ésta Gangster-cracia:
nunca pudimos atisbar
que la castración colectiva
llegaría hasta las carreteras nacionales
y los caminos vecinales.
Nos han convertido en una sociedad peajera
dónde en el 'Reset' de éste ya Nuevo Orden Mundial, no es que solamente nos van a poner un chip para ordeñarnos mejor, sino que también añadiran un marca-pasos para pagar el peaje por cada paso que demos (aúnque a los que vayan en sillas de ruedas haran una excepción con ellos)
Pero mientras que la castración sea colectiva
iremos bien porque al carecerse de referencias comparativas, nadie se dará cuenta, que, en cierta forma, es la mejor manera de seguir pagando las cuentas de las carreteras, caminos, senderos, atajos y cunetas.