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11/12/2013
El resultado en Venezuela muestra el impacto de las medidas de Maduro contra el capital
James Petras
Análisis de James Petras, lunes 9 de diciembre de 2013, por CX36, Radio Centenario desde Montevideo (Uruguay).
Efrain Chury Iribarne:
Llega en este momento un saludo desde Cataluña, uruguayos y catalanes que se reúnen a escuchar y analizar tus aportes de cada lunes. Y dicen: “De repente un día Petras hace un análisis de Cataluña” y mandan un abrazo para ti.
JP:
Muy bueno, estoy muy feliz de que nos oigan en Cataluña y así como otros oyentes pueden debatir, criticar, apoyar, comentar nuestras entrevistas y comentarios. Estoy muy feliz de escuchar ese saludo.
EChI:
Bien, comencemos hoy por Venezuela, donde el resultado electoral de este domingo se parece mucho a los pronósticos que adelantabas en este espacio.
JP:
Si, confirman más o menos las líneas generales que hemos planteado. Pero el margen de victoria es mucho más de lo que pensábamos. Yo pensaba en un margen apretado, pero la votación muestra que el Partido Socialista Unido de Venezuela, el partido de Chávez, obtuvo casi el 50% de los votos, contra el 42% de la oposición. Un margen de algo más del 7% es una victoria contundente.
Pero además, el hecho de que ganaran la gran mayoría de las Alcaldías, un 76% de las municipalidades, significan un gran salto adelante comparado con las elecciones anteriores, las presidenciales de abril.
En esa instancia Maduro ganó a Capriles, el títere de los Estados Unidos, con un margen de 1.5%; ahora el margen es cuatro veces mayor.
Esto muestra el impacto positivo de las medidas de Maduro en los últimos tiempos, porque esta elección municipal no sólo es un voto sobre la conducta de los gobernantes en las municipalidades, sino que también es un indicio de la opinión pública sobre el gobierno nacional.
En este caso, debemos decir que las medidas que adoptó Maduro contra la especulación, el control de precios, la contraofensiva contra la inflación, todo eso ha tenido un gran impacto y debemos analizar por qué.
En primera instancia, es una forma de compensar la inflación y eso era muy importante; el alza de salarios para los trabajadores, la baja de precios para los consumidores; la intervención contra la corrupción incluso en el propio gobierno y también en la oposición.
Son medidas que han tenido gran impacto y ofrecen lecciones para la política futura del gobierno, cuando el pueblo aumente el voto con una altísima tasa de participación.
Fíjate que votó casi el 60% del electorado. Aquí en Estados Unidos en las elecciones municipales apenas alcanza el 40%, incluso hay casos en que ha votado el 25% o el 30%.
Entonces por lo menos se llegó al doble de la votación norteamericana y se iguala a los mejores niveles de participación en Europa.
La gente, los votantes, particularmente los trabajadores, están a favor de la mano dura contra el capital especulativo, el capital que no funciona y los grandes sectores de la burguesía que tratan de sabotear al gobierno.
Ahora, el gobierno debe seguir esta línea, intervenir sobre la Economía, controlar los precios, tener mejor manejo sobre los capitales de lo que han tenido en el pasado.
Y a la vez, lanzar un nuevo proyecto porque hay una debilidad en el resultado que debemos anotar: la burguesía, nucleada en la Mesa de Unidad Democrática, MUD por sus siglas (y ‘mud’ en inglés significa lodo), entonces la oposición de lodo capitalizaron algún descontento en las grandes ciudades como Caracas, Maracaibo, Valencia, donde consiguieron un margen de victoria, a veces estrecho, pero indica que en las grandes ciudades el gobierno debe mejorar su intervención en los asuntos políticos.
Y contrastar la influencia de los grandes medios de comunicación que hicieron mucha propaganda sucia contra el gobierno, culpándolo por los problemas que vienen de la intervención capitalista.
En todo caso, es una gran victoria para América Latina, es un golpe fuerte contra el imperialismo y sus representantes locales, porque muestra que el gobierno de Venezuela, después de Chávez está a la altura para seguir avanzando.
EChI:
No vamos a Ucrania, donde los representantes de Europa occidental están cada vez más violentos contra el gobierno.
JP:
Si, no es ninguna protesta pacífica. Es un esfuerzo para montar un golpe de Estado con enorme intervención de la Unión Europea.
Todos los representantes de los gobiernos están entreverados con las turbas en las calles, están incitándolos, utilizándolos como fuerzas de choque, para tratar de derrocar a un gobierno libremente elegido. Es una minoría que están tratando de crear condiciones para derrocar al gobierno.
Ahora, los problemas de firmar un acuerdo con la Unión Europea son enormes, porque un acuerdo implica un gran choque para la economía ucraniana.
Primero no está en condiciones de competir con Europa; segundo, abre las puertas para la desnacionalización y toma de control de la economía por los grandes capitales franceses, ingleses y alemanes; tercero, implica un plan económico, un reajuste, que podía agravar los problemas económicos ucranianos.
No es que ahora no haya problemas, si los hay, hay desempleo, déficit fiscal, etc. Pero las medidas que Ucrania tiene que adoptar para ingresar a la Unión Europea son muy dañinas y esa es la razón para no ingresar en las condiciones que la Unión Europea está dictando.
El último punto es que los manifestantes hablan de democracia, pero si Ucrania entra a la Unión Europea, todo el poder de decisión pasa a Bruselas donde Ucrania como gobierno o como pueblo, no va a tener ninguna influencia.
Hemos visto las consecuencias de esto con las medidas de austeridad que imponen en España, Grecia, etc.
Las turbas en Ucrania tienen una imagen totalmente falsa de lo que implica la integración y en vez de debatir sobre lo positivo y lo negativo, están tratando de derrocar al gobierno, evitar el diálogo, evitar un resultado electoral.
Es otra instancia del golpismo europeo, como intervienen en Libia con bombas, en Siria con terroristas, en Ucrania ahora utilizan estos manifestantes para derrocar y destruir lo que hay independiente en Ucrania.
EChI:
En Rusia, Putin ha dicho que es un asalto y no una revolución ni una manifestación pacífica. Es un asalto para tumbar el gobierno.
La prensa habla de cientos de miles de manifestantes, pero no menciona los millones de votantes del gobierno, que en proporción son 5 a 1; es decir los votantes del gobierno son cinco veces más que la manifestación más grande de la oposición.
No se atreven a ir a otra elección en este momento, quieren tumbar el gobierno, tomar edificios con enfrentamientos violentos, para facilitar que la Unión Europea pueda designar al próximo gobierno con consecuencias nefastas.
Pero todos los medios de comunicación de masas, incluso sectores supuestamente progresistas como Página/12 en Argentina y La Jornada en México, están notoriamente apoyando a los golpistas y criticando al gobierno, que supuestamente actúa bajo presiones de Rusia.
Pero no hablan del chantaje, del golpismo, de las agresiones e intervenciones europeas. ¿Cómo pueden hablar de presiones rusas y no mencionan la intromisión de la Unión Europea a través de sus oficiales?
Es una expresión de la decadencia de la prensa occidental, incluso de sectores supuestamente progresistas.
EChI:
Bien, pasamos ahora a los temas que te interese comentar.
JP:
Bueno. Hay dos cosas que quiero comentar. Primero, el proceso de negociación en Irán. En estos momentos vemos aquí en Washington y en Nueva York, una gran campaña de los sionistas para destruir el diálogo y la conciliación norteamericana con Irán.
Ellos siguen tratando de imponer nuevas sanciones sabiendo que eso va a destruir cualquier posibilidad de un acuerdo. No quieren reconocer que las concesiones iraníes son desproporcionadas, han aceptado inspecciones a todas sus unidades militares, han bajado la cantidad de enriquecimiento de uranio; han terminado operaciones en varios centros nucleares; han limitado sus investigaciones sobre los usos del uranio; etc.
Hay una lista de por lo menos ocho grandes concesiones y sólo han recibido mínimas concesiones de occidente.
Los países occidentales, como Estados Unidos, tienen sus bases militares y esas no van a ser inspeccionadas; Israel tiene 300 bombas nucleares y nadie pide inspeccionar eso. Israel rechaza cualquier inspección o control sobre su programa nuclear, pero el de Irán si.
Los sionistas con el enorme poder que tienen en el Congreso norteamericano, por la compra de congresistas al financiar sus campañas electorales o simplemente por corrupción, están preparando para legislar nuevas medidas contra Irán y eso es un gran peligro para la paz y la reconciliación.
Debemos reconocer que Irán ha hecho enormes concesiones, han aceptado la violación de su soberanía a partir de inspectores visitando sus lugares más secretos, sin muchas contrapartidas, porque sólo han liberado el 7% de sus cuentas externas que han sido congeladas.
O sea siete mil millones de los cien mil millones que tienen congelados. Entonces, el mundo tiene que saber que el principal peligro en este momento es el poder sionista en Estados Unidos. Y no simplemente presiones de afuera, sino hasta de los representantes sionistas en el gobierno, que son numerosos y son los mismos que hablan de pesimismo frente a irán o de la posibilidad de engaños iraníes...
Hay una doble presión y debemos esperar a ver si Obama puede resistir. Si quiere y puede estar a la altura para seguir adelante, sin hacer exigencias exageradas que Irán no pueda aceptar.
Precisamente este es el problema final, porque Irán ha dado grandes pasos pero el problema es que Estados Unidos aún no ha decidido levantar sanciones serias, y si siguen las cosas así –sólo exigiendo concesiones de Irán sin dar respuestas recíprocas- esto puede terminar mal.
El otro tema que queríamos comentar es el tratamiento de la herencia y el legado de Nelson Mandela.
Hemos leído las declaraciones de Obama y de otros gobernantes en el mundo capitalista, que han dicho que era una gran figura en la historia universal.
Creo que deben reconocer que Mandela hizo mucho sacrificio, encabezó una lucha prolongada, llevó a millones de africanos contra el apartheid. Pero no fue el gran libertador de la economía social de Sudáfrica.
Durante su presidencia, los capitalistas blancos siguieron controlando la gran minería y el 90% de las tierras cultivables. Y ahora Sudáfrica tiene mayor tasa de pobreza que antes.
La tasa de desocupación alcanza el 50% entre los más jóvenes; hoy en día el 85% de las tierras sudafricanas están en manos de cincuenta mil grandes latifundistas blancos.
En otras palabras, el legado de Mandela es un fracaso, es una política neoliberal, de libre mercado.
Cuando llegaron a la negociaciones para la salida de Mandela (de la cárcel), él aceptó no castigar a los torturadores ni a los asesinos del régimen blanco; tuvieron una Comisión que condenó a los guerrilleros libertadores, pero a los asesinos les dieron amnistía generalizada y además los militares, los líderes asesinos, quedaron en sus puestos, no pudieron retirarlos.
Ese acuerdo es la base de la miseria que ahora vemos.
Es cierto, que un 10% de los sudafricanos negros consiguieron gran riqueza. Ahora hay algo más de dos docenas de millonarios que están ocupando puestos en las grandes empresas o consiguen desde el gobierno grandes contratos para enriquecerse.
Pero cuando vimos el año pasado que los mineros sudafricanos estaban en lucha para tratar de mejorar su salario en las grandes mineras blancas, la policía sudafricana mató a 39 trabajadores y dejó más de 200 mineros con heridas graves, sólo por reclamar salario. Es un estado policíaco defendiendo el gran capital y eso también es parte de la herencia.
Por otro lado, dicen que Mandela encabezó la lucha por la liberación, pero la gran derrota de Sudáfrica corrió a cargo de los cubanos que entraron a pelear junto a los angoleños y derrotaron al gobierno sudafricano, amenazando el régimen. Ese fue el gran golpe. La lucha armada encabezada por los cubanos el año anterior a la liberación de Mandela.
Pero nadie menciona este hecho, pese a que el propio Mandela reconoció el enorme papel de Cuba en su liberación.
Los que están elogiando a Mandela hoy no mencionan que Cuba fue un aliado estratégico para la derrota militar y que forzaron a Sudáfrica a liberar a Mandela y a iniciar una transición pactada, como alternativa a una derrota militar.
Eso también debemos anotarlo. Mandela jugó un papel positivo en la lucha pero el pacto de transición fue peor que lo que hemos visto en países de América Latina, es como el Pacto del Club Naval de Uruguay e incluso en algunos puntos, peor aún.
Por eso se explica que Obama, el asesino de los pueblos de Libia o Cameron en Inglaterra, apoyando a los terroristas en Siria, están elogiando a Mandela, porque lo veían en el gobierno como una versión sudafricana de Tatcher o Blair.