El título de ésta página podría ser completado, aplicando las oportunas distancias historicas, con el subtítulo que Georg Lukács le dió a su libro "La Destrucción de la Razon": 'Sobre el irracionalismo como fenómeno internacional en el periodo imperialista'
No se quiere decir con ello, dios nos libre, que, por ejemplo, en las actuales circunstancias españolas, Podemos pertenece a ese irracionalismo mencionado por el extraordinario pensador hungaro, no, nada de ello; porque lo que el 'Yes We Can' propone es que se tire al mar un racional bote salvavidas para tratar de mejorar las criminales y pauperrimas condiciones existenciales en las que la Gangstercracia española esta haciéndo naufragar al pueblo español. Y esto es racional y coherente con la empírica situación objetiva a la que hay que contestar. Y de ahi que los estudios al respecto ubiquen a Podemos en el primer lugar, claro que no es decir mucho si sus oponentes, el PP y el PSOE, son los "partidos" causante de la catastrofe actual.
¿Entonces, en qué sentido encaja con la irracionalidad lukácsiana?
Muy sencillo: en cuánto que esa racionalidad forma parte dialectica del mencionado 'irracionalismo como fenómeno internacional en el periodo imperialista', porque lo que indudablemente hace, al mismo tiempo que responder racionalmente a una situacion dada, es convertirse en apologetico de la defensa y continuacion de una irracional Plutocracia internacional (en el periodo imperialista) que Podemos la ve como una democracia.
Y aqui surgen ya dos irracionalidades lukácsianas: una, creer que una Plutocracia es una Democracia, porque son los ricos los que estan en el poder; dos, ser apologéticos de un régimen que, como el capitalismo, es irracional en sus propias entrañas cuándo supedita el sagrado interés colectivo al interes privado de una pleyade de canallas.
Pero esta irracionalidad es un fenomeno internacional (que no es solo español), como dice Lukacs, que se da en la realidad de un periodo imperialista, concreto, en un momento historico en el que la dictadura del regimen engendra el fenomeno social de que, al producir miseria y desesperacion general, ésta misma crea una disidencia --reformista-- que tiene que perpetuar a sus propios verdugos para obtener la parte del pastel que le roban sin piedad.
demanda una sola clase
Y The Party, consciente,
al que está condenado el Carnaval,
y que nada, en esencia, tenga que cambiar.
(Herbert Marcuse escribió: "Cuánto mas materialista
se hace una sociedad en los países industrializados,
cuánto mas aumenta el general nivel de vida,
más claro se hace el hecho
que éste 'progreso' sólo sirve para estabilizar
la enajenación y la infelicidad"
El contentar para mantener el descontento)
¿Hay aqui compatibilidad de intereses?
sin derechas ni izquierdas,
sin maniqueismos,
sin negros ni blancos,
sin ideologías a las que bordar;
la cuestión es llamar al mejor carpintero,
ya sea anarquista o monárquico,
sadomasoquista o liberal,
idealista o radical,
para que nos haga la mesa que necesitamos,
y nada más: business is business,
Ladies and Gentleman de la mesa imperial.
A éste pragmatismo,
a éste mercantilismo congenital,
ha quedado reducido
todo el modus operandi
de la burguesía al mando del:
to get the job done;
por eso don Vicente Navarro,
sin importarle para quienes construía
la mesa que necesitaba la sociedad,
trabajó lo mismo para Salvador Allende
que para la Hillary Clinton imperial,
lo mismo que ahora currela con Podemos
para alzar su Económico Plan
de puntillas, maderas y cortes
para la mesa con la que Podemos
podamos triunfar y sacarnos de encima
al fascismo que aun reina en la patria
disfrazado de unos partidos politicos
tan partidos de estafadores
que nadie los cree ya.
Hoy en día sólo se buscan
a los buenos carpinteros
a como de lugar,
y como tenemos la mesa coja
y alguíen la tiene que reformar,
pues nada, ala, don Vicente y Podemos,
a hacer los consiguientes arreglos...
aunque el mobiliario de toda la casa
siga sin cambiar.