Es obvio que, por más vueltas y revueltas que le demos, el causante del problema no puede ser parte de la solución:
El capitalismo en su Alma Mater,
La Propiedad Privada,
ese dios Kronos que se come a sus hijos
con deleite, crueldad y fruición.
Mientras una pleyade de Billonarios
y sus Corporaciones Privadas
controlen, ordeñen y trasquilen,
los intereses colectivos de la Humanidad,
de la Tierra,
el Aire
y el Mar,
seran inútiles todas la Cumbres y Atalayas
sobre Cualquier Clase de Clima (CCC)
que se trate de Escalar.
Mientras no se pare esta galopante
y demencial megalomania
del "homo consumens"
que es, precisamente,
dónde se basa todo éste canibalismo
en el que está fundado y organizado
los cimientos de éste absurdo regimen
de producción y consumición...
no hay nada que hacer.
Mientras todos queramos ser "ricos"
(y tener máquinas, aparatitos,
cacharros y propiedades)
nadie podrá entrar nunca
en el Reino de los Cielos
de un Acuerdo
ni sobre el Clima metereológico
ni sobre el Clima económico,
social,
político,
psicológico,
filosófico,
ideológico,
ontológico
y catalógico
...de ningúna clase y honor.
Mientras no se aniquile el capitalismo
no habrá ningún istmo
que comunique nuestra península
al continente de la Razón.
No.
No somos productos
de una Selección Natural
dónde van quedando los más adaptados
e inteligentes, ésto lo concluyó Darwin
estudiando a las otras criaturas
que viven con nosotros en el planeta,
porque si nos hubiése estudiado a nosotros,
en las islas Galapagos
del "Clima" que hemos producido
desde nuestro artificial alba evolutivo,
desde el hacha de piedra,
a la Mutua Assured Destruction, MAD, actual,
se hubiése dado cuenta
de que los que vamos quedando,
si,
somos los más aptos e inteligentes
...pero para jodernos y joder
cada vez más y mejor.
"Ay, abuelita, que boca tan grande tienes
que no entró ni en Kioto ni en Copenhague
y que ahora busca afilar sus dientes
en otro distinto comedor"
Ya conocemos la respuesta
del Lobo del cuento de marras
en el que ahora estamos todos inmersos
tan ingenuamente cuándo sabemos
que el causante del problema
no puede ser parte de la solución:
"¡Para comerte mejor!"