Cuidado, Federación de Rusia y Aliados
Tenéis por enemigo al Dios de la Civilización Occidental,
ese Ojo Divino de la Teocracia Imperialista,
que, sobre el vértice de la Pirámide
del Unipolar y Omnipresente Poder,
tiene dividida a la Tierra en Siete Zonas Militares
Tenéis por enemigo al Dios de la Civilización Occidental,
ese Ojo Divino de la Teocracia Imperialista,
que, sobre el vértice de la Pirámide
del Unipolar y Omnipresente Poder,
tiene dividida a la Tierra en Siete Zonas Militares
porque se creen los Dueños del Mundo,
"In God We Trust", y se sienten protegidos por Él.
Porque son capaces de llevarnos a una guerra nuclear
antes que aceptar que su Dominio llegó a su Fín.
...Y Dios de seguro que lo oye porque,
precisamente,
ese Novus Ordo Seclorum,
ese Nuevo Orden de los Siglos,
el New World Order,
tiene la Aprobación de Dios:
ANNUIT COEPTIS.
Podemos sentirnos bendecidos
y afortunados porque lo que hacemos,
al combatir a ese Demonio,
cuenta con el beneplacito divino.
Asi que Josep Borrell,
al elevar su ojos a su Dios,
sabe perfectamente que es escuchado.
Esto, esta simbiosis con la Providencia,
viene de mucho tiempo atrás,
antes de que el Demonio
de la Revolución Rusa de 1917
les llevaran a levantar los ojos al firmamento,
porque ya en 1912, el presidente
William Howard Taft, exclamó:
"El Gobierno de México tiene que entender
que existe un Dios en Israel
que está a nuestro servicio"
("Admirals, Generals and American Foreing Policy", R.O. Challener. Princenton, 1973)
Y es verdad: Dios está a su servicio,
y, junto con Israel,
forman el Pueblo Elegido,
por eso lo hacen constar
-para que lo sepa el Mundo-
con ese Ojo de la Providencia
en el vértice de la Pirámide
y la anuencia del Papa Vaticanal,
porque es su representante en la Tierra.
De ahí que Josep Borrell levante
su mirada a su Dios
con la fé y convicción de aquellos que saben
que poseen la verdad y la razón
para luchar hasta el final contra Putin
y liberar asi a la Civilización Occidental
del grave peligro que corre
frente al Expansionismo Ruso.
Por eso -también- en lo alto
del obelísco Washington
-el 'lingam', el símbolo fálico más alto del mundo-
tienen inscrito: LAUS DEO:
Alabado sea Dios.
Ahora podemos entender mejor
esa nímbica y religiosa mirada a los cielos
de Josep Borrell suplicándole
a su Dios de EUROPUSA
que los guie en el camino contra el Mal.
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