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Conócete a ti mismo...conociéndo
a los que te impiden conocerte
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La guerra invisible - Parte I
CUIDADO: HAY VISITANTES EXTRAÑOS
EN TU CABEZA
Por Manuel Freytas
Las fuerzas dominantes están en guerra de conquista, y el nuevo teatro de operaciones, la batalla final, ya no se desarrolla en espacios físicos abiertos sino dentro de tu propia cabeza. Esa guerra es invisible, si no tienes el programa y la configuración mental para detectarla, te convertirás de a poco, y sin sospecharlo, en un robot mutante de los conquistadores pensando que actúas por voluntad propia.
Hoy abrimos un prólogo, una primera aproximación filosófica, que abrirá a su vez un espacio continuado de varios informes (más específicos) orientados a revelar, paso por paso, con afán didáctico, el qué, el por qué y el para qué de esa guerra que se desarrolla por todos los espacios mentales, psicológicos y sociales de la vida que te tocó en suerte dentro del sistema. Del que, seguramente, tampoco sabes mucho de que se trata. Y al que comenzarás a ver y a identificar en la medida que avances por los diversos teatros de operaciones de ésta guerra sin fronteras ni espacios visibles que ha convertido a los humanos en víctimas y carceleros de su propia existencia.
Bienvenido a bordo, vamos a navegar por los pliegues de lo desconocido: Tu cerebro.
No lo sabes, pero eres el cobayo, el blanco y el módulo experimental de una nueva estrategia de dominio para convertirte en un robot satisfecho del mundo diseñado por tus propios conquistadores.
Mientras trabajas, mientras descansas, mientras piensas o ejecutas, mientras te diviertes, un ejército invisible se apodera de tu mente, de tu conducta y de tus emociones. No puedes hacer nada para evitarlo, por la sencilla razón de que no lo ves ni sabes de que se trata.
En esta guerra que se disputa dentro de tu cabeza el nuevo teatro de operaciones es invisible, las acciones de conquista no son militares sino psicológicas.
Los blancos ya no son físicos (como en el orden militar tradicional) sino psicológicos y sociales. El objetivo ya no apunta a la destrucción de elementos materiales (bases militares, soldados, infraestructuras civiles, etc), sino al control del cerebro humano. El tuyo.
Ya no se trata de una guerra por conquista de territorios, sino de una guerra por conquista de cerebros, donde eres el blanco principal.
El objetivo ya no es matar, sino controlar. Las balas ya no apuntan a tu cuerpo, sino a tus contradicciones y vulnerabilidades psicológicas para convertirte en un soldado mental de su civilización y de sus valores.
Durante las 24 horas, tu mente y su psicología están siendo sometidas a operaciones extremas. Una guerra sin frentes ni retaguardias, una guerra sin tanques ni fusiles, donde eres a la vez, la víctima y el victimario.
A diferencia de las guerras militares, aquí el conquistador no está afuera sino adentro de tus pensamientos y de tu conducta. En esta guerra no hay cárceles ni encierros. El carcelero eres tú mismo.
Los conquistadores ya no necesitan torturarte para sacarte información, tu mismo se lo provees por medios que ni siquiera te imaginas.
Nadie busca tu cuerpo, a los conquistadores no le interesa tu alma, no les interesa lo que pienses o digas. Les interesa tu procesador humano, tu mente, para actuar sobre tus emociones, manipular tu voluntad, programar paso por paso tus pensamientos y tu conducta. Vaciarte de voluntad, convertirte en un zombie sedado y sin perturbaciones.
Te quieren vivito, rozagante, lleno de ilusiones, con pautas familiares, con pautas amigueras. Te quieren sin conflictos ni contradicciones con el mundo que te rodea. Te quieren un animal social, integrado, amable, dialoguista, pacífico. Un individuo sin más trámite, un ser pensante sin mucho espacio, que más que interrogarse sobre el mundo, se interrogue continuamente sobre sí mismo.
La guerra para conquistarte, aunque no la veas ni sospeches, está instalada durante las 24 horas de cada día que transcurres.
Cuando te levantas, cuando te acuestas, cuando abres la heladera, cuando enciendes la TV o la compu, cuando te entretienes, cuando haces el amor, cuando contraes matrimonio, cuando te divorcias, cuando estás de vacaciones, cuando te compras tu ropa favorita, cuando chateas, cuando besas a tus niños, cuando consumes fiestas y productos, tienes una guerra de conquista funcionando en tu cabeza sin que lo sepas.
Tu situación, varía objetivamente entre seguir como hasta ahora (víctima y soldado de tu propia destrucción) o tomar la ofensiva para darle la batalla a tus conquistadores en el terreno adecuado.
Para combatir con cierta chance contra tus conquistadores en ésta guerra invisible, es preciso, primero, conocer el teatro de operaciones dónde se desarrolla: Tu cabeza.
¿Qué es tu cabeza?
¿Cómo se configuran y programan tus pensamientos y tu imaginación?
¿Qué te convierte en ser humano y no en animal? ¿Que te convierte en objetivo de una guerra de conquista invisible que tal vez te parezca ciencia ficción?
¿Por qué los conquistadores ya no utilizan las balas ni la fuerza física para dominarte?
¿Y porqué y para qué te han convertido en variable de ajuste de una guerra psicológica sin fronteras?
Si tienes paciencia, con afán didáctico, haciéndo difícil llevarlo, poco a poco, vamos a llegar al punto.
La guerra invisible – Parte II
Configuración mental: Descubriendo tu propia cabeza
No eres, como crees, un ente individual que funciona por ideas venidas del cielo o de tu genio creativo. Lo que tú crees que son tus pensamientos propios, vienen de un programa instalado en tu cerebro que sólo descubrirás cuando sepas cómo funciona y cuáles son sus contenidos. Este informe es una clave, un primer paso, para identificar el territorio donde operan, hacen estrategias y se infiltran tus conquistadores invisibles. Es una puerta, un punto en el horizonte, un primer intento, para que no te mueras convertido en un robot satisfecho.
¿En qué andábamos? Ah sí, en tu cabeza.
Tu cabeza, que no es poca cosa.
Tu cabeza es un campo de experimentación y un teatro de guerra que los conquistadores usan para dominar tu mente y controlar tu conducta y tus emociones. Eres un cobayo, un embrión humano sin terminar del robot del futuro. Por ahora, sólo eres un consumidor de ideas y programas ajenos, creyendo que piensas por ti mismo.
Tu cabeza es por donde empieza todo. Un largo camino de disciplinamiento, de programación niveladora, que te va a convertir (si no eliminas a tus conquistadores de tu cerebro) en un modelo final de robot satisfecho del sistema. Y lo peor, creyendo que tienes pensamiento propio.
Seguramente me dirás con cara de sábelo todo: ¡Tío, que dices, si yo pienso por mí mismo? No, no piensas por ti mismo. Piensas por medio de un programa, cuya creación no te pertenece. Y no es un programa de Windows o de esos que usas habitualmente para entretenerte con tu compu adosada a tu cerebro. Los conquistadores quieren que tú y los demás piensen que razonas y actúas por tu propia voluntad. Quieren que pienses que eres autosuficiente. Que te la sabes todas, porque manejas tecnología digital de última generación. Sabes, cuando (al final de nuestro viaje) descubras la realidad por ti mismo, tu asombro no tendrá límites. Y descubrirás un programa nuevo. El tuyo.
O seguramente también me dirás ¡A mí tu argumento no me cabe, yo soy de izquierdas, y a mí este sistema no me jode!. Lamento informarte, tu izquierda no llegó al cerebro. Sólo llegó a la ideología. Y la ideología (que no es pensamiento racional) forma parte del programa de los conquistadores. Ellos quieren que tu pienses que puedes cambiar el mundo con ideología y sin saber de que se trata el sistema. Quieren que pienses que eres “antisistema” para adosar un toque “alternativo” falso a su propio sistema de dominio.
Tú eres un cobayo más, cuando lo descubras, seguramente sustituirás la ideología por la investigación y el pensamiento procesado. Sólo ahí tendrás tu propio programa. Mientras tanto, eres territorio de conquista creyendo ser tu propio conquistador.
Retomemos el hilo: Durante las 24 horas, sin descanso ni interrupción, eres el cobayo, el blanco y el módulo experimental de una nueva estrategia de dominio para convertirte en un robot satisfecho del mundo diseñado por tus propios conquistadores.
Primera consigna: Si quieres conocer a tus conquistadores, sus modus operandi, sus estrategias, sus tácticas de infiltración, debes conocer el territorio donde operan: tu cerebro (tu máquina procesadora humana) y sus programas (tus pensamientos y conductas).
Hardware y software
Según Wikipedia, el cerebro “es un órgano del sistema nervioso rico en neuronas con funciones especializadas, localizado en el encéfalo de los animales vertebrados y la mayoría de los invertebrados. En el resto, se denomina al principal órgano ganglio o conjunto de ganglios”.
¿Y para qué se usa el cerebro?
Wikipedia dice que para pensar.
¿Pensar qué y para qué?
Wikipedia no se ocupa de eso,
y si lo hace, lo realiza por separado.
Si quieres profundizar en el tema tienes que consultar con algún psicólogo. Que te va a atomizer el cerebro con leves incisiones de psicoanálisis.
En primer lugar, no eres, como lo crees, un ente individual que funciona por ideas venidas del cielo o de tu genio creativo. Lo que tu crees que son tus pensamientos propios, vienen de un programa instalado en tu cerebro que sólo vas descubrir cuando sepas cómo funciona.
Primer axioma para llegar al conocimiento transformador:
Tú no piensas, los programadores piensan por ti.
Pero no te aflijas, cuánto más avances conmigo en esta aventura , cuánto más profundices en tu verdadera raíz, irás descubriendo como te controlan, como te manejan hasta la última neurona y célula de tu cuerpo.
Sólo un programa alternativo al de los conquistadores, un modelo mental propio, puede devolverte tu humanidad perdida.
Sólo cuando tengas tu propio modelo mental, tu propio procesador cerebral y programa, podrás ver a tus invasores. Antes no, son invisibles.
Segundo axioma: Tú no eres contenido sino continente. Tu cerebro es propio, pero tu mente no te pertenece. Pertenece al programa de tus conquistadores. A tus verdugos invisibles.
¿Qué es cerebro y que es mente?
Te lo defino sin Wikipedia: Tu cerebro es el hardware y tu mente es el software.
¿Y quién programa tu mente?
¿Quién te adosa el software?.
Los conquistadores, ellos te plantan el software y te lo actualizan durante las 24 horas.
Registra esto: Tu mente es una herramienta, que funciona con un software. Y un contenido (el software) que procesa tu cerebro. Tu eres el dueño de la herramienta (el cerebro) pero el dueño del contenido son tus conquistadores (los programadores).
La pregunta central: ¿Qué programación te plantan en el cerebro los conquistadores para controlarte?
Aquí tenemos dos problemas conceptuales a resolver para avanzar: Cómo funciona tu mente (la capacidad de ejecutar ) y cómo funciona el contenido (tus valores y conducta social).
Te crees que eres un inventor: Pero tú no grabas nada propio en tu herramienta mental, todo te viene configurado y predeterminado. Lo único propio es tu cerebro (tu factor constitucional para desarrollar conductas y pensamientos), tu mente es prestada, prolijamente diseñada por tus conquistadores.
El punto: No es saber que tienes una herramienta (tu mente) sino quién te la carga y con que programa funciona durante las 24 horas.
Herramienta
¿Qué es la mente? Básicamente, tu herramienta procesadora de supervivencia y de convivencia social .
Mira como la define Wikipedia: “La mente es el nombre más común del fenómeno emergente que es responsable del entendimiento, la capacidad de crear pensamientos, el raciocinio, la percepción, la emoción, la memoria, la imaginación y la voluntad, y otras habilidades cognitivas”.
Lo que seguramente no vas a encontrar en Wikipedia ni en ninguna enciclopedia del sistema es quién programa (y para qué lo hace) los contenidos de las funciones asignadas a la actividad mental.
Ninguna enciclopedia del sistema nos habla del contenido del software que hace funcionar la mente humana. Sólo nos describe la funcionalidad dinámica, pero no nos describe el qué y el para qué de nuestros pensamientos.
En otras palabras, nadie describe al autor oculto de la programación que rige nuestro sistema de comprensión y de realización del mundo que nos toca vivir. Y eso no ocurre por casualidad.
La mente, en primer lugar, procesa ideas (el pensamiento) y resuelve el marco de la conducta humana (la acción).
Cuanto dices voy al cine, voy a hacer el amor, voy a fumar un porro, voy a hacer la revolución, o voy a concebir un hijo para que me herede, recreas un aprendizaje vivencial (una conducta). Pero ese aprendizaje no funciona en el aire. Para que exista pensamiento abstracto (lo que nos diferencia de los animales) debe haber un marco de referencia social. O sea debe haber un contenido (los valores referenciales) escrito dentro de tu software (el programa de acción).
Aquí, entonces, es donde tu mente (tu herramienta cerebral) ingresa en el terreno social. En el terreno de la convivencia humana, donde tú supones que te realizas y te construyes según tus propias ideas (que más adelante vas a comprobar que no son tuyas). O sea, ingresas en el terreno del programador (o sea, el conquistador), creyendo que ingresas en una sociedad de libre albedrío.
¿Te empieza resultar arduo y pesado?
¡No sabes lo que me costó a mí!.
Pero sólo con sangre, sudor y lágrimas, irás detectando a tus invasores hasta crear el antivirus para expulsarlos de tu cerebro.
¿Cómo se programa tu mente?
Dejando de lado a los curas que tienen la teoría de Dios, los psicólogos del sistema (si has tenido la desgracia de conocerlos), te dirán que tu mente y su recámara (el inconsciente) se programan a partir de tu familia y de tu experiencia individual dentro de la sociedad.
La pregunta que no pueden responder los psicólogos del sistema: ¿Quién programa a la sociedad?
Ese es el punto, por donde se empiezan a filtrar tus conquistadores mentales. A los que te voy a presentar más adelante.
Mientras tanto tienes que subir peldaños (de comprensión sistematizada).
Configuración
Para conocer cómo funciona tu herramienta de pensamiento y acción (la mente) debes conocer de dónde vienen los contenidos referenciales de tus pensamientos y códigos de conducta social. Es allí, dónde se alojan y operan tus conquistadores invisibles.
¿Sabes que si al nacer te hubieran abandonado en una selva sin contacto humano, no tendrías pensamiento humano?
¿Y que serías si lograras sobrevivir (si algún animal hipotéticamente te alimentara y te diera calor hasta que pudieras manejarte por ti mismo)?...no serías un ser humano, sino un animal humano que desarrollaría en su cerebro un programa de comportamiento y supervivencia adaptado al entorno.
("La idea de que el hombre no tiene naturaleza está hoy en día afuera de toda duda...El completo aislamiento de un niño de sus semejantes nos revela la ausencia de toda la cultura de su especie --naturalmente, incluída la más importante carencia: el habla-- Los niños desprovistos muy temprano de todo contacto social --los conocidos como niños silvestres, 'homo ferus'--, aparecen tan atrofiados que se asemejan a las especies de animales en su más bajo escalón evolutivo. Mas que un estadio de la naturaleza en el cúal se pudiera detectar un rudimentario homo sapiens o homo faber, lo que se descubre en su lugar es una condición de tal abnormalidad que para entenderla no se necesita la psicología, sino la teratología" ("Wolf Children and the Problem of Human Nature", Lucien Malson) --- Que el homo sapiens --en cuánto sapiens-- no es producto de una evolución natural, porque de haber sido asi no sería un caso teratológico si se cria separado de la cultura humana, está hoy en día afuera de toda duda. Lo cual conlleva que la herramienta de su mente puede ser programada a deseo del programador --del medio ambiente--, bien sea éste la Naturaleza, cualquier animal con el que se crie el niño, o la civilización humana. Esto implica libertad comportamental-mental --en ser, en potencia, cualquier cosa--, y, al mismo tiempo, la tremenda e impredecible factibilidad de ser programados en cualquier sentido que le convenga al sistema dónde estemos impelidos a existir, creándose asi: "un animal humano que desarrollaría en su cerebro un programa de comportamiento y supervivencia adaptado al entorno")
Tendrías que cazar como los animals, gruñir como los animales, y defender tu territorio matando como los animales. En otras palabras, no serías un ser humano sino un animal con cerebro humano programado el entorno de supervivencia de la selva.
Deberías sobrevivir registrando en tu cerebro un programa aprendido de conductas animales. Si en vez de caer en la selva, cayeras en un lugar vacío, sin puntos de referencia, no serías nada. Estarías en blanco. No tendrías pensamiento.
Eso te explica un primer punto: Tienes pensamiento (mente), porqué tienes punto de referencia, en este caso, no la selva sino la sociedad en la que convives.
Y eso a la vez te explica un segundo punto: Los contenidos de tus pensamientos (valores referenciales) provienen de un registro procesado de tu entorno social (y del mundo) de donde mamas tus conductas de convivencia y de supervivencia.
Tus pensamientos, tus procesamientos mentales, no nacen del aire, provienen de un código, de un marco referencial de reglas y normas sociales aprendidas que le dan sentido y explican tus conductas y acciones.
Tú no piensas desde ti, desde tu exclusivo ámbito individual, sino que lo haces en interactividad con el mundo. Y el mundo, sólo se hace real a partir del programa que cargas en tu cerebro procesador.
Y el mundo que llevas en tu procesador, es el mundo que tus conquistadores quieren que veas. Es el mundo que diseñaron para que tú hables, te comportes y pienses con valores y reglas de acción funcionales a sus intereses, a su civilización, a sus estrategias de control, establecidas como un “estado natural” de las cosas.
El mundo que se referencia en tu mente, es el mundo de tus conquistadores. Toda tu actividad mental, se rige en esa escala, tu visión del cosmos, tu visión individual, tu visión de la sociedad, se rige en esa escala.
Captas y procesas información, experimentas emociones, interactúas pensamientos, te comunicas, emites y recepcionas, normatizado dentro de un marco referencial. Tu no eres tú, sino tú y tu programa de procesamiento mental reflejado en el mundo. Y miras la realidad, miras el mundo, según el marco de valores referenciales codificados en tu mente.
Percibes los colores, las formas, los sonidos, las voces, y tienes un concepto de lo humano y lo inhumano marcado por tu programa de procesamiento mental.
El mundo, es lo que quieren que veas tus conquistadores. El mundo que tú ves es el programa que tienes incorporado. Tu mente recopila información, la procesa y la sintetiza dentro de parámetros fijados dentro de un código (los valores referenciales normatizados).
Si te reestruturara el cerebro, si te cargaras un nuevo programa, verías y procesarías el mundo de otra manera. Seguirías utilizando las mismas herramientas (cerebro, mente y procesamiento) pero tu concepción y visión del mundo sería otra.
Ese programa aún no fue construido. Lo estamos construyendo, de a poco, por paso, y sólo se va a poner en marcha cuando tus conquistadores mentales dejen de ser invisibles. Cuando puedas comprender por ti mismo que sólo eres un programa, y puedas tomar tu propia decisión de cambiarlo.
Pero antes, tienes que identificar a tus conquistadores, el primer paso para conocer tu propia identidad. En eso estamos. Si me sigues, comenzarás a mirar y a pensar el mudo de otra manera.
Y llegamos a la síntesis por hoy:
Tu cerebro es el medio, tu mente la herramienta y el contenido.
Existes, tienes vida mental y conducta social, porque tienes un programa y un marco referencial de pensamiento y de acción registrado en tu mente.
Ese programa, sus contenidos, son el reflejo de la sociedad que te posibilitó ser un animal pensante, tener vida social y tomar decisions.
Pero tus puntos de referencia asociativos no son tuyos sino de la sociedad y del mundo que te programó.
¿Pero quién programó a la sociedad y al mundo que te programó?
Aquí es donde llegamos al territorio de los conquistadores: Los programadores de contenido de tu modelo mental.
En el próximo informe, vas a ingresar lentamente a una palabra que rige tu vida: Sistema.
Comenzarás a ver la fragua y el universo donde te modelaron.
Lo que hizo que no seas un pensamiento propio, sino un sistema alimentado por un pensamiento ajeno, operado, durante las 24 horas, por tus conquistadores invisibles para convertirte en un robot.
La Guerra Invisible, parte III
Modelo mental: Desconfía de tus ideas
"Entonces ya no serías un “psicópata” (sin programa alternativo)
sino un un revolucionario con un contenido referencial
de pensamiento y acción propios,
que te convertiria en dueño de tu propio cerebro"
Miras y analizas el mundo, interactúas con otros humanos, te realizas socialmente, consumes, no consumes, vives, formas familia, te jubilas, te mueres, según el marco de valores referenciales de un software implantado en tu cerebro. Y a pesar de que te hiciste todas las preguntas existenciales, hay una que te falta: ¿Quién programa mi cerebro? Si respondes “yo”, te saltarías una página clave.
Tus pensamientos, tus procesamientos mentales y los contenidos que los referencian, no nacen del aire, provienen de un código, de un marco referencial de reglas y normas sociales aprendidas que le dan sentido y explican tus conductas y acciones. Ya estamos listos para pasar al sistema.
El Sistema
¿Y quién elabora los contenidos referenciales del programa insertado en tu cerebro procesador? El sistema capitalista, cuyos valores referenciales económicos, políticos, sociales, culturales y morales rigen la civilización, hoy nivelada universalmente como “mundo único”.
El mundo que tú ves (y procesas), y que la maquinaria mediático-cultural- te presenta como un “orden natural“, está conformado por los programas y los contenidos referenciales del sistema capitalista, que tienes incorporado en tu cerebro.
El mundo, es lo que quiere que “veas, sientas y pienses” el sistema que parametra tus pensamientos y marcos de acción en la sociedad en que vives. Que no es otra cosa, que el fiel reflejo de los contenidos y los valores del sistema capitalista que hegemoniza los contenidos de tus conductas y pensamientos.
Tu mente recopila información, la procesa y la sintetiza dentro de parámetros fijados por un código (los valores referenciales normatizados del sistema capitalista).
Tu cerebro acopia y procesa información, experimentas emociones, interactúas pensamientos, te comunicas con otro, emites y recepcionas, a partir de un código y de un programa de pensamiento y acción, cuyo marco referencial no nace de tu cerebro sino del sistema (capitalista) que domina el mundo como “civilización única”.
Miras la realidad, miras el mundo, según el marco de valores referenciales codificados en tu mente. Y quien carga esos programas, es el sistema capitalista que le confiere contenidos a tu cerebro mediante un “modelo económico”, un “modelo social”,un “modelo cultural” y un “modelo moral” del cual se nutren todos tus pensamientos y acciones.
En el “modelo mental” (siempre oculto) se resume toda nuestra configuración conductal y sistema de ideas y creencias parametradas y realizadas a partir de las herramientas (mentales y psicológicas) programadas en nuestro cerebro por el capitalism.
Estas normas de pensamiento y acción social impresas en nuestro cerebro a través de programas, son aceptadas, sin cuestionar, como una expresión de “ordenamiento social natural” y sin ningún cuestionamiento sobre el contenido de sus fines y sobre la validez de su funcionalidad y el para qué de sus instrumentación.
Quíen rechace y ponga en duda la legitimidad del “orden social” (reglas institucionales y culturales del sistema capitalista) establecido como “norma universal” de pensamiento y acción, se expone a un dictamen último y feroz de los psiquiatras y psicólogos del sistema: Psicópata.
Esta palabra, a modo de resolución última, marca la frontera final entre “normalidad” y “anormalidad” establecida por la escala de valoración social y cultural del sistema que crea sus propias herramientas para imponer sus valores en la mente y en la psicología humana.
La concepción de “normalidad” o “anormalidad” no se basa en un dictamen científico, sino en una conclusión ideológica alimentada por las reglas normatizadas de sistema cuyo cumplimiento, o no cumplimiento, marca la inclusión o la exclusión de un individuo dentro de la sociedad.
El dominador en la cabeza
Los medios, los comunicadores del sistema, son activadores interactivos que “actualizan” a cada segundo el programa del modelo mental en la cabeza de los dominados-alienados.
Su poder controlador, contenedor y represivo, se posibilita por el manejo de la hegemonía del mensaje a través del control de los medios de producción del mensaje.
Contra eso no se puede luchar, salvo que tomes el poder en tu propio cerebro y construyas otro mensaje con “otro programa”.
Esa, en términos técnicos, sería la revolución, el cambio del programa en la cabeza.
Que si no se acompaña con un cambio de la estructura externa del sistema (la sociedad planetaria) no cumple ninguna función ni correlato con la realidad.
Los antiguos revolucionarios cambiaron el programa en la realidad, pero dejaron el programa en la cabeza. Por eso el proceso no cerró.
La nueva izquierda, por ejemplo combate el modelo económico el modelo político, pero no combate el modelo social, cultural y mediático (resumido en la sociedad de consumo) implantados como “modelo de pensamiento” en el cerebro de los humanos del sistema.
Por eso el análisis de la izquierda (en todas sus variantes), en términos funcionales y teóricos, es incompleto.
Precisamente porque no aborda del sistema capitalista como programa metido como regla de valores normatizados y aceptados en la cabeza del humano.
Esta carencia de análisis totalizado del sistema, lleva a la izquierda a una parcialización en sus posturas estratégicas, doctrinarias y organizativas.
En términos reales, mientras el dominio del sistema capitalista está en la cabeza, la izquierda plantea como una salida la guerra contra la “derecha” militar y política, una concepción superada tras el fin de la guerra fría, cuando el sistema se unificó en “mundo único”.
De esta manera sin programa propio, sin análisis totalizado del sistema como programa implantado en la cabeza del humano capitalista, la izquierda pasa a ser una alternativa “por izquierda” del mismo programa.
Si quisieras salirte del sistema que rige el llamado “mundo humano” de la civilización capitalista, tendrías que cargar otro programa “alternativo” en tu cerebro, previo formateo de tu máquina procesadora (en sentido figurado).
Entonces ya no serías un “psicópata” (sin programa alternativo) sino un un revolucionario con un contenido referencial de pensamiento y acción propios, que te convertiria en dueño de tu propio cerebro
Pero allí se te presentaría un problema: Si quisieras insertar tus propios programas y marcos referenciales de acción y de pensamiento en el cerebro humano, hoy masivamente programado por los “modelos” y los valores del sistema capitalista, tendrías primero que terminar con los instrumentos de dominación y de control del poder capitalista.
En otras palabras, tendrías que terminar con el “modelo económico”, el “modelo político”, el “modelo militar”, el “modelo jurídico”, el “modelo científico”, el “modelo cultural”, el “modelo social” y el “modelo mental”, con los que hoy se articula el dominio del capitalismo en la cabeza del humano.
¿Te parece fantástico?
Lo que te acabo de describir tiene un nombre: Revolución.
Hasta ahora, los distintos experimentos que se hicieron fracasaron por una razón matemática: Nadie consiguió cambiar el “modelo mental” del sistema capitalista nivelado como “mundo único” en la cabeza del humano.
Dije, hasta ahora: El sistema y sus procesos continúan, y ninguna ciencia podría predecir qué va a pasar cuando el Apocalipsis que se avecina (por implosión, en sus variantes económica, medio ambiental, nuclear o social) dejen al capitalismo “sin sistema”.
Entonces habrá llegado la hora de los programas y sistemas “alternativos”.
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El capitalismo es, debido a los increíbles medios tecnológicos y metapsicologicos que ha alcanzado el sistema --la plutocracia, seamos especificos--, mas que un modelo de produccion-consumición dónde los intereses colectivos estan encarcelados por los privados (lo que hace al régimen antidemocratico par excellence), como dice Freytas, "un programa mental incrustado en el cerebro" (que todos acarreamos con la promesa bíblica de acceso a la diosa de la propiedad privada); en otras palabras: han conquistado la cabeza como único sistema posible sin más planos de referencia : todo, dentro del capitalismo, nada, afuera de él.
Es el mismo método que trató de implementar Hitler pero con otros programas comportamentales y, claro, sobre todo --lo mas importante--: sin eficientes medios para manipular el pensamiento. Por eso perdió. Y fue sustituido, claro esta, por un sistema mucho mas ambicioso, astuto y sofisticado: el IV Reich del presente, el imperialismo estadounidense (1) y sus petimetres europeos, el que ya no necesita someter al cuerpo con cañones, tanques y hornos crematorios --salvo a la hora de conquistar zonas geoestrategicas y cortarles los huevos a los que dan demasia lata--, pues ahora el 'blanco' es uno solo: la testa, la cabeza: programarla y domesticarla adecuadamente para que no queden dudas al respecto sobre el dios supremo a mantener y a obedecer:
El Sistema: "The Forbes Billonaires List", The Party.
¿Los problemas?...los problemas se resuelven reformando, robando, tal vez un poquito menos --el estado del bienestar-- cuándo el hurto haya alcanzado un nivel insoportable entre las gentes...pero nada mas: siempre dejando intacto el régimen y al programa indoctrinitario mental que lo mantiene pase lo que pase.
Nunca, con anterioridad, se había producido algo igual: una dictadura de clase dominante tan omnipresentemente poderosa que ha logrado ocupar ontológicamenete a la criatura humana en su mismo ser dónde, víctima y víctimario, explotado y explotador, jodido y jodedor, controlado y controlador, tonto y listo, han entrado a formar parte de una inequívoca y simultánea ecuación estructural dónde los dos miembros de la misma despejan la misma incógnita: 'cómo hacerse ricos', y ello, no solamente se ha salido del esquema hegeliano del Amo-y-Esclavo cambiando el curso de la historia, sino que ambos miembros se alternan, por increíble reciprocidad dialéctica de compra-venta, en mantener la misma procesión en marcha sin poder eliminar los antagónicos intereses de clase incluídos e irresueltos en la ecuación. Y éste es, básicamente, el conundrum moderno al que se enfrenta la Revolución.
(1)
"In contrast to Germany (of Hitler), the U.S.A. had a constitution which was democratic...And its ruling class managed, particularly during the imperialist era, to have the democratic forms so effectively preserved that, by democratically legal means, it achieved a Dictatorship of Monopoly Capitalism at least as firm as that which Hitler set up with his tyrannic procedures...AND THIS SO-CALLED DEMOCRACY COULD, IN SUBSTANCE, REALIZE EVERYTHING SOUGHT BY HITLER WITHOUT NEEDING TO BREAK WITH DEMOCRACY FORMALLY".
("The Destruction of Reason",
Gyórgy Lukács.
Epilogue, p. 770.
The Merlin Press, London)