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| Conócete a ti mismo...conociéndo a los que te impiden conocerte
 
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 La guerra invisible - Parte I 
CUIDADO: HAY VISITANTES EXTRAÑOS 
EN TU CABEZA 
Por Manuel Freytas
Las fuerzas dominantes están en guerra de conquista, y el nuevo teatro de operaciones, la batalla final, ya no se desarrolla en espacios físicos abiertos sino dentro de tu propia cabeza. Esa guerra es invisible, si no tienes el programa y la configuración mental para detectarla, te convertirás de a poco, y sin sospecharlo, en un robot mutante de los conquistadores pensando que actúas por voluntad propia. 
Hoy abrimos un prólogo, una primera aproximación filosófica, que abrirá a su vez un espacio continuado de varios informes (más específicos) orientados a revelar, paso por paso, con afán didáctico, el qué, el por qué y el para qué de esa guerra que se desarrolla por todos los espacios mentales, psicológicos y sociales de la vida que te tocó en suerte dentro del sistema. Del que, seguramente, tampoco sabes mucho de que se trata. Y al que comenzarás a ver y a identificar en la medida que avances por los diversos teatros de operaciones de ésta guerra sin fronteras ni espacios visibles que ha convertido a los humanos en víctimas y carceleros de su propia existencia. 
Bienvenido a bordo, vamos a navegar por los pliegues de lo desconocido: Tu cerebro. 
No lo sabes, pero eres el cobayo, el blanco y el módulo experimental de una nueva estrategia de dominio para convertirte en un robot satisfecho del mundo diseñado por tus propios conquistadores. 
Mientras trabajas, mientras descansas, mientras piensas o ejecutas, mientras te diviertes, un ejército invisible se apodera de tu mente, de tu conducta y de tus emociones. No puedes hacer nada para evitarlo, por la sencilla razón de que no lo ves ni sabes de que se trata. 
En esta guerra que se disputa dentro de tu cabeza el nuevo teatro de operaciones es invisible, las acciones de conquista no son militares sino psicológicas. 
Los blancos ya no son físicos (como en el orden militar tradicional) sino psicológicos y sociales. El objetivo ya no apunta a la destrucción de elementos materiales (bases militares, soldados, infraestructuras civiles, etc), sino al control del cerebro humano. El tuyo. 
Ya no se trata de una guerra por conquista de territorios, sino de una guerra por conquista de cerebros, donde eres el blanco principal. 
El objetivo ya no es matar, sino controlar. Las balas ya no apuntan a tu cuerpo, sino a tus contradicciones y vulnerabilidades psicológicas para convertirte en un soldado mental de su civilización y de sus valores. 
Durante las 24 horas, tu mente y su psicología están siendo sometidas a operaciones extremas. Una guerra sin frentes ni retaguardias, una guerra sin tanques ni fusiles, donde eres a la vez, la víctima y el victimario. 
A diferencia de las guerras militares, aquí el conquistador no está afuera sino adentro de tus pensamientos y de tu conducta. En esta guerra no hay cárceles ni encierros. El carcelero eres tú mismo. 
Los conquistadores ya no necesitan torturarte para sacarte información, tu mismo se lo provees por medios que ni siquiera te imaginas. 
Nadie busca tu cuerpo, a los conquistadores no le interesa tu alma, no les interesa lo que pienses o digas. Les interesa tu procesador humano, tu mente, para actuar sobre tus emociones, manipular tu voluntad, programar paso por paso tus pensamientos y tu conducta. Vaciarte de voluntad, convertirte en un zombie sedado y sin perturbaciones. 
Te quieren vivito, rozagante, lleno de ilusiones, con pautas familiares, con pautas amigueras. Te quieren sin conflictos ni contradicciones con el mundo que te rodea. Te quieren un animal social, integrado, amable, dialoguista, pacífico. Un individuo sin más trámite, un ser pensante sin mucho espacio, que más que interrogarse sobre el mundo, se interrogue continuamente sobre sí mismo. 
La guerra para conquistarte, aunque no la veas ni sospeches, está instalada durante las 24 horas de cada día que transcurres. 
Cuando te levantas, cuando te acuestas, cuando abres la heladera, cuando enciendes la TV o la compu, cuando te entretienes, cuando haces el amor, cuando contraes matrimonio, cuando te divorcias, cuando estás de vacaciones, cuando te compras tu ropa favorita, cuando chateas, cuando besas a tus niños, cuando consumes fiestas y productos, tienes una guerra de conquista funcionando en tu cabeza sin que lo sepas. 
Tu situación, varía objetivamente entre seguir como hasta ahora (víctima y soldado de tu propia destrucción) o tomar la ofensiva para darle la batalla a tus conquistadores en el terreno adecuado. 
Para combatir con cierta chance contra tus conquistadores en ésta guerra invisible, es preciso, primero, conocer el teatro de operaciones dónde se desarrolla: Tu cabeza. 
¿Qué es tu cabeza? 
¿Cómo se configuran y programan tus pensamientos y tu imaginación? 
¿Qué te convierte en ser humano y no en animal? ¿Que te convierte en objetivo de una guerra de conquista invisible que tal vez te parezca ciencia ficción? 
¿Por qué los conquistadores ya no utilizan las balas ni la fuerza física para dominarte? 
¿Y porqué y para qué te han convertido en variable de ajuste de una guerra psicológica sin fronteras? 
Si tienes paciencia, con afán didáctico, haciéndo difícil llevarlo, poco a poco, vamos a llegar al punto. 
 
 
La guerra invisible – Parte II
Configuración mental:  Descubriendo tu propia cabeza
No eres, como crees, un ente  individual que funciona por ideas venidas del cielo  o de tu genio creativo. Lo que tú crees que son tus pensamientos  propios, vienen  de un  programa instalado en tu cerebro que sólo descubrirás cuando  sepas  cómo funciona y cuáles son sus contenidos. Este informe es una clave, un  primer  paso, para identificar el territorio donde operan, hacen estrategias y  se  infiltran tus conquistadores invisibles. Es una puerta, un punto en el  horizonte, un primer intento, para que no te mueras convertido en un  robot  satisfecho.
¿En qué  andábamos? Ah sí, en tu  cabeza. 
Tu cabeza, que no es poca cosa. 
Tu cabeza es un campo de  experimentación y un teatro de guerra que los conquistadores usan  para  dominar tu mente y controlar tu conducta y tus emociones. Eres un  cobayo, un  embrión humano sin terminar del robot del futuro. Por ahora, sólo eres  un  consumidor de ideas y programas ajenos, creyendo que piensas por ti  mismo.
 
Tu cabeza es por donde  empieza todo.  Un largo camino de disciplinamiento, de programación niveladora, que te  va a  convertir (si no eliminas a tus conquistadores de tu cerebro) en un  modelo  final de robot satisfecho del sistema. Y lo peor, creyendo que tienes   pensamiento  propio.
Seguramente me dirás con  cara de  sábelo todo: ¡Tío, que dices, si yo pienso por mí mismo? No, no piensas  por ti mismo.  Piensas por medio de un programa, cuya creación no te pertenece. Y  no es  un programa de Windows o de esos que usas habitualmente para  entretenerte con tu  compu adosada a tu cerebro. Los conquistadores quieren que tú y los  demás  piensen que razonas y actúas por tu propia voluntad. Quieren que pienses  que  eres autosuficiente. Que te la sabes todas, porque manejas tecnología  digital  de última generación. Sabes, cuando (al final de nuestro viaje)  descubras la  realidad por ti mismo, tu asombro no tendrá límites. Y descubrirás un programa nuevo. El tuyo.
 
O seguramente también me  dirás  ¡A mí tu argumento no me cabe, yo soy de izquierdas, y a mí este  sistema  no me jode!. Lamento informarte, tu izquierda no llegó al cerebro. Sólo  llegó a  la ideología. Y la ideología (que no es pensamiento racional) forma  parte del  programa de los conquistadores. Ellos quieren que tu pienses que puedes  cambiar  el mundo con ideología y sin saber de que se trata el sistema. Quieren  que  pienses que eres “antisistema” para adosar un toque “alternativo” falso a  su propio sistema de dominio. 
Tú eres un cobayo más, cuando lo  descubras,  seguramente sustituirás la ideología por la investigación y el  pensamiento  procesado. Sólo ahí tendrás tu propio programa. Mientras tanto, eres   territorio de conquista creyendo ser tu propio conquistador.
Retomemos el hilo: Durante  las 24  horas, sin descanso ni interrupción, eres el cobayo, el blanco y  el  módulo experimental de una nueva estrategia de dominio para convertirte  en un  robot satisfecho del mundo diseñado por tus propios conquistadores.
Primera consigna: Si quieres  conocer  a tus conquistadores, sus modus operandi, sus estrategias, sus tácticas  de  infiltración, debes conocer el territorio donde operan: tu cerebro (tu  máquina procesadora humana) y sus programas (tus pensamientos y  conductas).
Hardware y software
Según Wikipedia, el cerebro  “es un  órgano del sistema nervioso rico en neuronas con funciones  especializadas,  localizado en el encéfalo de los animales vertebrados y la mayoría de  los  invertebrados. En el resto, se denomina al principal órgano ganglio o  conjunto  de ganglios”.
 
¿Y para qué se usa el  cerebro? 
Wikipedia dice que para pensar.
¿Pensar qué y para qué? 
Wikipedia no  se ocupa de eso, 
y si lo hace, lo realiza por separado. 
Si quieres  profundizar  en el tema tienes que consultar con algún psicólogo. Que te va a  atomizer el  cerebro con leves incisiones de psicoanálisis.
En primer lugar, no eres,  como lo  crees, un ente individual que funciona por ideas venidas del cielo o de  tu genio  creativo. Lo que tu crees que son tus pensamientos propios, vienen de  un programa instalado en tu cerebro que sólo vas descubrir cuando  sepas cómo  funciona.
Primer axioma para llegar al   conocimiento transformador: 
Tú no piensas, los programadores piensan por  ti. 
Pero no te aflijas, cuánto  más  avances conmigo en esta aventura , cuánto más profundices en tu  verdadera  raíz, irás descubriendo como te controlan, como te manejan hasta  la  última neurona y célula de tu cuerpo.
Sólo un programa  alternativo al de los conquistadores, un modelo mental propio, puede devolverte tu  humanidad perdida. 
Sólo cuando tengas tu propio modelo mental, tu propio   procesador cerebral y programa, podrás ver a tus invasores. Antes no,  son  invisibles.
 
Segundo axioma: Tú no eres  contenido  sino continente. Tu cerebro es propio, pero tu mente no te  pertenece.  Pertenece al programa de tus conquistadores. A tus verdugos invisibles.
 
¿Qué es cerebro y que es  mente? 
Te lo  defino sin Wikipedia: Tu cerebro es el hardware y tu mente es el software.
¿Y quién programa tu mente? 
¿Quién te  adosa el software?.
Los conquistadores, ellos te  plantan  el software y te lo actualizan  durante las 24 horas.
 
Registra esto: Tu mente es  una  herramienta, que funciona con un software. Y un contenido (el software) que procesa tu cerebro. Tu eres el dueño de la herramienta  (el  cerebro) pero el dueño del contenido son tus conquistadores (los  programadores).
La pregunta central: ¿Qué  programación te plantan en el cerebro los conquistadores para  controlarte?
Aquí tenemos dos problemas  conceptuales a resolver para avanzar: Cómo funciona tu mente (la  capacidad de  ejecutar ) y cómo funciona el contenido (tus valores y conducta  social).
Te crees que eres un  inventor: Pero  tú no grabas nada propio en tu herramienta mental, todo te viene  configurado y  predeterminado. Lo único propio es tu cerebro (tu factor constitucional  para  desarrollar conductas y pensamientos), tu mente es prestada,  prolijamente  diseñada por tus conquistadores.
El punto: No es saber que  tienes una  herramienta (tu mente) sino quién te la carga y con que programa  funciona durante las 24 horas.
Herramienta
¿Qué es la mente?   Básicamente,  tu herramienta procesadora de supervivencia y de convivencia  social .
 
Mira como la define  Wikipedia: “La  mente es el nombre más común del fenómeno emergente que es responsable  del  entendimiento, la capacidad de crear pensamientos, el raciocinio, la  percepción,  la emoción, la memoria, la imaginación y la voluntad, y otras  habilidades  cognitivas”.
Lo que seguramente no vas a  encontrar  en Wikipedia ni en ninguna enciclopedia del sistema es quién programa (y   para qué lo hace) los contenidos de las funciones asignadas a la  actividad mental.
Ninguna enciclopedia del  sistema  nos habla del  contenido del software que hace funcionar la mente  humana.  Sólo nos describe la funcionalidad dinámica, pero no nos describe el qué  y el  para qué de nuestros pensamientos.
 
En otras palabras, nadie  describe al  autor oculto de la programación que rige nuestro sistema de comprensión y  de  realización del mundo que nos toca vivir. Y eso no ocurre por  casualidad.
La mente, en primer lugar,  procesa ideas (el pensamiento) y resuelve el marco de la conducta humana (la acción).
Cuanto dices voy al cine,  voy a hacer  el amor, voy a fumar un porro,  voy a hacer la revolución, o voy a  concebir  un hijo para que me herede, recreas un aprendizaje vivencial (una  conducta). Pero ese aprendizaje no funciona en el aire. Para que exista    pensamiento abstracto (lo que nos diferencia de los animales) debe haber  un marco de referencia social. O sea debe haber un contenido (los  valores  referenciales) escrito  dentro de tu software (el programa de acción). 
Aquí, entonces, es donde tu  mente (tu  herramienta cerebral) ingresa en el terreno social. En el terreno  de la  convivencia humana, donde tú supones que te realizas y te construyes  según tus  propias ideas (que más adelante vas a comprobar que no son tuyas). O  sea,  ingresas en el terreno del programador (o sea, el conquistador),  creyendo que ingresas en una sociedad de libre albedrío.
¿Te empieza resultar arduo y  pesado? 
¡No sabes lo que me costó a mí!. 
Pero sólo con sangre, sudor y lágrimas,  irás  detectando a tus invasores hasta crear el antivirus para expulsarlos  de tu  cerebro.
¿Cómo se programa tu mente? 
Dejando de lado a los curas  que tienen  la teoría de Dios, los psicólogos del sistema (si has tenido la  desgracia de  conocerlos), te dirán que tu mente y su recámara (el inconsciente) se  programan a  partir de tu familia y de tu experiencia individual dentro de la  sociedad.
La pregunta que no pueden  responder  los psicólogos del sistema: ¿Quién programa a la sociedad?
Ese es el punto, por donde  se  empiezan a filtrar tus conquistadores mentales. A los que te voy a  presentar más  adelante.
Mientras tanto tienes que  subir  peldaños (de comprensión sistematizada). 
Configuración
 
Para conocer cómo funciona  tu  herramienta de pensamiento y acción (la mente) debes conocer de  dónde vienen  los contenidos referenciales de tus pensamientos y códigos de conducta  social. Es allí, dónde se alojan y  operan tus  conquistadores invisibles. 
¿Sabes que si al nacer te  hubieran  abandonado en una selva sin contacto humano, no tendrías pensamiento  humano?
¿Y que serías si lograras  sobrevivir  (si algún animal hipotéticamente te alimentara y te diera calor hasta  que  pudieras manejarte por ti mismo)?...no serías un ser humano, sino un animal   humano que desarrollaría en su cerebro un programa de comportamiento  y  supervivencia adaptado al entorno.
("La idea de que el hombre no tiene naturaleza está hoy en día afuera de toda duda...El completo aislamiento de un niño de  sus semejantes nos revela la ausencia de toda la cultura de su especie --naturalmente,  incluída  la más importante carencia: el habla-- Los niños desprovistos muy temprano de todo contacto  social --los conocidos como niños silvestres, 'homo ferus'--, aparecen tan atrofiados que se asemejan a las especies de animales en  su más bajo escalón evolutivo. Mas que  un estadio de la naturaleza en el cúal se pudiera detectar un rudimentario homo sapiens o homo faber, lo que se descubre en su lugar es una condición de tal abnormalidad que para  entenderla no se necesita la psicología, sino  la teratología"  ("Wolf Children and the Problem of Human Nature", Lucien Malson) --- Que el homo sapiens --en cuánto  sapiens-- no es producto de una evolución natural, porque de haber sido asi no sería un caso teratológico si se cria separado de la cultura humana,  está hoy en día afuera de toda duda. Lo cual conlleva que la herramienta de su mente puede ser programada a deseo del programador --del medio ambiente--, bien sea éste la Naturaleza, cualquier animal con el que se crie el niño, o la civilización humana. Esto implica libertad comportamental-mental --en ser, en potencia, cualquier cosa--, y, al mismo tiempo, la  tremenda e impredecible factibilidad de ser programados en cualquier sentido que le convenga al  sistema dónde estemos impelidos a existir, creándose asi: "un animal   humano que desarrollaría en su cerebro un programa de comportamiento  y  supervivencia adaptado al entorno")
Tendrías que cazar como los  animals,  gruñir como los animales, y defender tu territorio matando como los  animales.  En otras palabras, no serías  un ser humano sino un animal con cerebro  humano programado el entorno de supervivencia de la selva. 
Deberías  sobrevivir registrando en tu cerebro un programa aprendido de  conductas  animales. Si en vez de caer en la selva, cayeras en un lugar vacío, sin  puntos  de referencia, no serías nada. Estarías en blanco. No tendrías  pensamiento.
Eso te explica un primer punto: Tienes pensamiento (mente), porqué tienes punto de referencia, en  este caso,  no la selva sino la sociedad en la que convives.
Y eso a la vez te explica  un segundo  punto: Los contenidos de tus pensamientos (valores referenciales)   provienen de un registro procesado de tu entorno social (y del mundo) de  donde mamas tus  conductas de convivencia y de supervivencia.
 
Tus pensamientos, tus  procesamientos  mentales, no nacen del aire, provienen de un código, de un marco  referencial de  reglas y normas sociales aprendidas que le dan sentido y explican tus  conductas  y acciones.
 
Tú no piensas desde ti,  desde tu  exclusivo ámbito individual, sino que lo haces en interactividad con el  mundo. Y  el mundo, sólo se hace real a partir del programa que cargas en  tu  cerebro procesador.
Y el mundo que llevas en tu  procesador, es el mundo que tus conquistadores quieren que veas.  Es el  mundo que diseñaron para que tú hables, te comportes y pienses con  valores  y reglas de acción funcionales a sus intereses, a su civilización, a sus   estrategias de control, establecidas como un “estado natural” de las  cosas.
 
El mundo que se referencia  en tu  mente, es el mundo de tus conquistadores. Toda tu actividad mental, se  rige en  esa escala, tu visión del cosmos, tu visión individual, tu visión de  la  sociedad, se rige en esa escala.
 
Captas y procesas  información,  experimentas emociones, interactúas pensamientos, te comunicas, emites y   recepcionas, normatizado dentro de un marco referencial. Tu no eres tú,  sino   tú y tu programa de procesamiento mental reflejado en el mundo. Y miras  la  realidad, miras el mundo, según el marco de valores referenciales  codificados en  tu mente.
Percibes los colores, las  formas, los  sonidos, las voces, y tienes un concepto de lo humano y lo inhumano  marcado por  tu programa de procesamiento mental.
El mundo, es lo que  quieren que  veas tus conquistadores. El mundo que tú ves es el programa que  tienes  incorporado. Tu mente recopila información, la procesa y la sintetiza  dentro de parámetros fijados dentro de un código (los  valores referenciales normatizados).
Si te reestruturara el cerebro,  si te  cargaras un nuevo programa, verías y procesarías el mundo de otra  manera.  Seguirías utilizando las mismas herramientas (cerebro, mente y  procesamiento) pero tu concepción y visión del mundo sería otra.
 
Ese programa aún no fue  construido.  Lo estamos construyendo, de a poco, por paso, y sólo se va a poner en  marcha  cuando tus conquistadores mentales dejen de ser invisibles. Cuando  puedas  comprender por ti mismo que sólo eres un programa, y puedas tomar tu  propia  decisión de cambiarlo.
 
Pero antes, tienes que identificar   a tus conquistadores, el primer paso para conocer tu propia  identidad. En  eso estamos. Si me sigues, comenzarás a mirar y a pensar el mudo de otra  manera.
 
Y llegamos a la síntesis por  hoy: 
Tu cerebro es el medio, tu mente la herramienta y el contenido.
Existes, tienes vida  mental y conducta social, porque tienes un programa  y un marco referencial de pensamiento y de acción  registrado en tu mente.
Ese programa, sus  contenidos, son el reflejo de la sociedad que te posibilitó  ser un animal pensante, tener vida social y tomar decisions.
 
Pero tus puntos de  referencia asociativos no son tuyos sino de la sociedad  y del mundo que  te programó.
 
¿Pero quién programó a la sociedad y al mundo que te programó?
Aquí es donde llegamos al  territorio  de los conquistadores: Los programadores de contenido de tu modelo   mental.
En el próximo informe, vas a  ingresar  lentamente a una palabra que rige tu vida: Sistema.
Comenzarás a ver la fragua y  el  universo donde te modelaron.
Lo que hizo que no seas  un pensamiento propio, sino un sistema   alimentado por un pensamiento ajeno, operado,  durante las 24 horas, por tus conquistadores invisibles para convertirte  en un  robot. 
La Guerra Invisible, parte III
Modelo mental: Desconfía de tus ideas
"Entonces ya no serías un “psicópata” (sin programa alternativo) 
sino un  un revolucionario con un contenido referencial 
de pensamiento y acción propios, 
que te convertiria en dueño de tu propio cerebro"
Miras y analizas el  mundo,  interactúas con otros humanos, te realizas socialmente, consumes, no  consumes,  vives, formas familia, te jubilas, te mueres, según el marco de valores  referenciales de un software implantado en tu cerebro. Y a pesar de que  te  hiciste todas las preguntas existenciales, hay una que te falta: ¿Quién  programa  mi cerebro? Si respondes “yo”, te saltarías una página clave.
Tus   pensamientos, tus procesamientos mentales y los contenidos que los  referencian,  no nacen del aire, provienen de un código, de un marco referencial de  reglas y  normas sociales aprendidas que le dan sentido y explican tus  conductas y  acciones. Ya estamos listos para pasar al sistema.
El Sistema
¿Y quién elabora los contenidos referenciales del programa  insertado en tu  cerebro procesador? El sistema  capitalista, cuyos valores referenciales económicos, políticos,  sociales, culturales y morales rigen la civilización, hoy nivelada  universalmente como “mundo único”.
El mundo que tú ves (y procesas), y que la maquinaria  mediático-cultural- te  presenta como un “orden natural“, está conformado por los  programas y los  contenidos referenciales del sistema capitalista, que tienes incorporado  en tu  cerebro.
 
El mundo, es lo que quiere que “veas, sientas y pienses” el sistema que  parametra tus pensamientos y marcos de acción en la sociedad en que  vives. Que  no es otra cosa, que el fiel reflejo de los contenidos y los valores  del sistema  capitalista que hegemoniza los contenidos de tus conductas y  pensamientos.
 
Tu mente recopila información, la procesa y la sintetiza dentro de  parámetros  fijados por un código (los valores referenciales normatizados del  sistema  capitalista).
Tu cerebro acopia y procesa información, experimentas emociones,  interactúas  pensamientos, te comunicas con otro, emites y recepcionas, a partir de  un código  y de un programa de pensamiento y acción, cuyo marco referencial no nace  de tu  cerebro sino del sistema (capitalista) que domina el mundo como “civilización   única”.
Miras la realidad, miras el mundo, según el marco de valores  referenciales  codificados en tu mente. Y quien carga esos programas, es el sistema  capitalista  que le confiere contenidos a tu cerebro mediante un “modelo  económico”, un “modelo social”,un “modelo cultural” y un “modelo moral” del cual se nutren  todos tus pensamientos y acciones.
 
En  el “modelo mental” (siempre oculto) se resume toda nuestra  configuración conductal y sistema de ideas y creencias parametradas y  realizadas a partir de  las herramientas (mentales y psicológicas) programadas en nuestro  cerebro por el  capitalism.
 
Estas normas de pensamiento y acción social impresas en nuestro cerebro a  través  de programas, son aceptadas, sin cuestionar, como una expresión de “ordenamiento   social natural” y sin ningún cuestionamiento sobre el contenido de  sus fines y  sobre la validez de su funcionalidad y el para qué de sus  instrumentación.
 
Quíen rechace y ponga en duda la legitimidad del “orden social” (reglas  institucionales y culturales del sistema capitalista) establecido como  “norma  universal” de pensamiento y acción, se expone a un dictamen último y  feroz de  los psiquiatras y psicólogos del sistema: Psicópata.
 
Esta palabra, a modo de resolución última, marca la frontera final entre   “normalidad” y “anormalidad” establecida por la escala de  valoración social y  cultural del sistema que crea sus propias herramientas para imponer sus  valores  en la mente y en la psicología humana.
 
La concepción de “normalidad” o “anormalidad” no se basa en un dictamen  científico, sino en una conclusión ideológica alimentada por las  reglas normatizadas de sistema cuyo cumplimiento, o no cumplimiento,  marca la inclusión o la exclusión de un individuo dentro de la sociedad.
 
El dominador en la cabeza 
Los medios, los  comunicadores del  sistema, son activadores interactivos que “actualizan” a  cada segundo el programa  del modelo mental en la cabeza de los  dominados-alienados.
 
Su poder controlador, contenedor y represivo,  se posibilita por el manejo de la hegemonía  del mensaje a través del control de los medios de producción del  mensaje.
 
Contra eso no se puede luchar, salvo que tomes el poder en tu propio  cerebro y  construyas otro mensaje con “otro programa”.
 
Esa, en términos técnicos, sería la revolución, el cambio del programa en la  cabeza.
 
Que si no se acompaña con un cambio de la  estructura  externa del sistema (la sociedad planetaria)  no cumple ninguna función ni correlato con la realidad.
 
Los antiguos revolucionarios  cambiaron el programa en la realidad, pero dejaron el programa en la cabeza. Por eso el proceso no cerró.
La  nueva izquierda, por ejemplo combate  el modelo económico el modelo político, pero no combate el modelo  social,   cultural y mediático (resumido en la sociedad de consumo)  implantados como  “modelo de pensamiento”  en el cerebro de los humanos del  sistema.
 
Por eso el análisis de la izquierda (en todas sus  variantes), en términos  funcionales y teóricos, es incompleto. 
Precisamente porque no aborda del sistema capitalista como programa  metido como  regla de valores normatizados y aceptados en la cabeza del humano.
Esta carencia de análisis totalizado del sistema,  lleva a la izquierda a una  parcialización en sus posturas estratégicas, doctrinarias y  organizativas.
En términos reales, mientras el dominio del sistema  capitalista está en la  cabeza, la izquierda plantea como una salida la guerra contra la  “derecha”  militar y política, una  concepción superada tras el fin de la guerra fría, cuando el sistema se  unificó  en “mundo único”.
De esta manera sin programa propio, sin análisis  totalizado del sistema como  programa implantado en la cabeza del humano capitalista, la izquierda  pasa a ser  una alternativa “por izquierda” del mismo programa.
 
Si  quisieras salirte del sistema que rige el llamado “mundo humano” de la  civilización capitalista, tendrías que cargar otro programa  “alternativo” en tu  cerebro, previo formateo de tu máquina procesadora (en sentido  figurado).
 
Entonces ya no serías un “psicópata” (sin programa alternativo) sino un  un revolucionario con un contenido referencial de pensamiento y acción propios, que te convertiria en dueño de tu propio cerebro
 
Pero allí se te presentaría un problema: Si quisieras insertar tus  propios  programas y marcos referenciales de acción y de pensamiento en el  cerebro  humano, hoy masivamente programado por los “modelos” y los valores  del sistema  capitalista, tendrías primero que terminar con los instrumentos de  dominación y  de control del poder capitalista.
 
En otras palabras, tendrías que terminar con el “modelo económico”, el  “modelo  político”, el “modelo militar”, el “modelo jurídico”, el “modelo  científico”, el  “modelo cultural”, el “modelo social” y el “modelo mental”, con los que  hoy  se  articula el dominio del capitalismo en la cabeza del humano.
 
¿Te parece fantástico?
 
Lo que te acabo de describir tiene un nombre: Revolución.
Hasta ahora, los distintos experimentos que se hicieron fracasaron por  una razón  matemática: Nadie consiguió cambiar el “modelo mental” del sistema  capitalista nivelado como “mundo único” en la cabeza del humano.
 
Dije, hasta ahora: El sistema y sus procesos continúan, y ninguna  ciencia podría  predecir qué va a pasar cuando el Apocalipsis que se avecina (por  implosión, en  sus variantes económica, medio ambiental, nuclear o social) dejen al  capitalismo  “sin sistema”.
 
Entonces habrá llegado la hora de los programas y sistemas “alternativos”.
 
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El capitalismo es, debido a los increíbles medios tecnológicos y metapsicologicos que ha alcanzado el sistema --la plutocracia, seamos especificos--, mas que un modelo de produccion-consumición dónde los intereses colectivos estan encarcelados por  los privados (lo que hace al régimen antidemocratico par excellence), como dice Freytas, "un programa mental incrustado en el cerebro"  (que todos acarreamos con la promesa bíblica de acceso a la diosa de la propiedad privada); en otras palabras: han conquistado la cabeza como único sistema posible sin más  planos de referencia : todo, dentro del capitalismo, nada, afuera de él.  
Es el mismo método que trató de implementar Hitler  pero con otros  programas comportamentales y, claro, sobre todo --lo mas  importante--: sin eficientes medios para manipular el pensamiento. Por eso  perdió. Y fue sustituido, claro esta, por un sistema mucho mas ambicioso, astuto y sofisticado:  el IV Reich del presente, el imperialismo estadounidense (1) y sus petimetres europeos, el que ya no  necesita someter al cuerpo con cañones, tanques y hornos crematorios --salvo a la hora de conquistar zonas geoestrategicas y cortarles los huevos a los que dan demasia lata--, pues  ahora el 'blanco' es uno solo:  la testa, la cabeza: programarla y domesticarla adecuadamente para que no queden dudas al respecto sobre el dios supremo a mantener y a obedecer:  
El Sistema: "The Forbes Billonaires List", The Party. 
¿Los problemas?...los problemas se resuelven reformando,  robando, tal vez un poquito menos --el estado del bienestar-- cuándo el hurto haya alcanzado un nivel insoportable entre las  gentes...pero nada mas: siempre dejando intacto el régimen y al programa indoctrinitario mental que lo mantiene pase lo que pase.  
Nunca,  con anterioridad, se había producido algo igual: una dictadura de clase dominante tan omnipresentemente poderosa que ha logrado ocupar ontológicamenete a la criatura humana en su mismo ser dónde, víctima y víctimario, explotado y explotador, jodido y jodedor, controlado y controlador, tonto y listo, han entrado a formar parte de una inequívoca y simultánea ecuación estructural dónde los dos miembros  de la misma despejan la misma incógnita: 'cómo hacerse ricos', y ello, no solamente se ha salido del  esquema hegeliano del Amo-y-Esclavo cambiando el curso de la historia, sino que ambos miembros se alternan, por increíble reciprocidad dialéctica de compra-venta, en mantener la misma procesión en marcha sin poder  eliminar los antagónicos intereses de clase incluídos e irresueltos en la  ecuación. Y éste  es, básicamente, el conundrum moderno al que se enfrenta la Revolución.
(1)
"In contrast to Germany (of Hitler), the U.S.A. had a constitution which was democratic...And its ruling class managed, particularly during the imperialist era, to have the democratic forms so effectively preserved that, by democratically legal means, it achieved a Dictatorship of Monopoly Capitalism at least as firm as that which Hitler set up with his tyrannic procedures...AND THIS SO-CALLED DEMOCRACY COULD, IN SUBSTANCE, REALIZE EVERYTHING SOUGHT BY HITLER WITHOUT NEEDING TO BREAK WITH DEMOCRACY FORMALLY". 
("The Destruction of Reason", 
Gyórgy Lukács. 
Epilogue, p. 770. 
The Merlin Press, London)