Hace unos dos millones de años,
movimientos telúricos hicieron cambiar
el curso del río Congo.
Ello hizo que el género de los chimpancés
se dividiera en dos ramas, los chimpancés comunes quedaron en el Norte,
a la derecha del río,
y los bonobos al Sur,
a la izquierda del río.
La evolución adaptó a cada grupo
al medio dónde tenían que subsistir
y asi comenzaron a diferenciarse
en aspecto y comportamiento.
Los de la derecha del río
se convirtieron en más grandes y violentos
y a sus escalones jerárquicos
sólo asciendieron los machos más agresivos.
Los de la izquierda del río, los bononos,
se convirtieron en más sociables
y, algo extraordinario entre los primates,
usaron el sexo como arma para resolver
sus conflictos sociales.
Asi se formó una sociedad matriarcal
dónde las líderes son las hembras
más experimentadas.
Esto es lo que dice el primatólogo holandés, Frans de Waal al respecto:
"Mientras que el chimpancé presenta escasa variación en el acto sexual, los bonobos se comportan como si hubiéran leído el Kama Sutra y adoptan todas posturas y variaciones inimaginables (...) La mayoría de esas variaciones son socio-sexuales, lo que significa que no consisten en una cópula entre un macho adulto y una hembra adulta durante el período fértil de ésta (...) El abanico de actividades incluye besos en la boca, sexo oral, manipulación genital, entrecruzamiento de penes entre dos machos, un macho montado por otro macho y frotamiento genital entre hembras en celo. Por lo general ningúna de esas actividades culmina en orgasmo. Su propósito social parece ser la comunicación de diversos tipos de mensaje: expresión de buena voluntad, recuperación de la calma en un momento de nerviosismo, bienvenida, liberación de tensiones, fortalecimiento de los lazos de amistad, petición de comida o reconciliación (...) La práctica frecuente, variada y a menudo despreocupada del sexo es un lubricante social ampliamente utilizado por los bonobos que ayuda a mantener sus relaciones en un plano amistoso (....) Los chimpancés recurren al poder para resolver los problemas sexuales; los bonobos recurren al sexo para resolver los problemas de poder"
En las últimas líneas de Frans de Waal
puede ser que esté la clave
del por qué la izquierda siempre pierde.
Tal vez en la las incógnitas
de la ecuación relacional poder-libido,
dónde los chimpancés
de la dictadura capitalista
asientan sus arsenales de dominación,
esté el nudo gordiano
del por qué triunfan éstos canallas.
La frase de Charcot,
"toujours la chose genitale, toujours, toujours, toujours"
('siempre la cuestión genital,
siempre, siempre, siempre')
--la que inspiró a Freud en Paris--,
aúnque Charcot sólo trataba de entender
con ella la histeria de sus pacientes,
se hace aquí un gran referente
para tratar de comprender el fracaso
de los bononos del homo sapiens
que viven al Sur y que por ríos
y fronteras infranqueables
quedan separados
de los violentos y agresivos
chimpancés del Norte