Aquí estan. Estos son.
El, alto y buen mozo,
rey por la espermatogénesis de su padre;
ella, Letizia Ortiz Rocasolano, experiodista,
convertida en reina para recibir los espermas
que produjeron a Leonor,
futura reina que ya está destinada
a que un día también le desee a sus súbditos
ese Feliz Ano Nuevo,
demiurgia anal y anual
que se transmite
y se trasmitirá generacionalmente
a través de los tiempos.
Todos los años, el Gobierno de España,
por mediación de sus Altezas,
Felipe VI y la Reina Letizia,
felicita al pueblo español
ya a las puertas de la próxima entrada
en el Ano Nuevo.
(Generalmente, por el ano
se arroja lo descompuesto,
pero también se puede recuperar
para entrar por el mismo agujero;
son los mismos sistemas de cloacas
que sirven para los mismos desechos)
Los súbditos del reino
siempre quedan muy agradecidos
por la cortesia de ésta anual felicitación
de sus gobernantes y reyes,
máxime cuándo ésta vez,
no solamente dará cabida
al consabido Ano Nuevo
por el que se expulsará
los mismos sobrantes viejos,
sino que, además, habrá también
Gobierno Nuevo,
con lo que con una piedra
se matará dos pájaros,
dos avis raris,
Ano Nuevo y Gobierno Nuevo,
dos canales que se conjugan
por el mismo recto.
En ciertos mundos humanos
todo es recto,
que es la distancia más corta
entre lo viejo y lo nuevo,
esa longitud dónde,
condenados a subir la roca sisifica,
todos terminamos acostumbrados
a lo que está ocurriendo,
sea lo que sea,
curvo o recto...
