El nazismo en Europa
es precisamente la OTAN
Manlio Dinucci
Por consiguiente, si Ucrania se convirtiera oficialmente en miembro de la OTAN, los otros 29 países miembros de ese bloque militar tendrían que «asistir a la parte o partes así atacadas adoptando (…) las acciones que juzgue necesarias, incluyendo el uso de la fuerza armada», como se afirma en el Artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte. Dicho claramente, tendrían que entrar en guerra con Rusia.
El “mérito” de haber introducido en la legislación ucraniana la incorporación de ese país a la OTAN como objetivo prioritario es de Andrei Paruby.
Ese es el Andrei Paruby que, como presidente del parlamento ucraniano, cargo que le fue conferido en abril de 2016 por sus «méritos democráticos», fue recibido el 5 de junio de 2017 por la presidente de la Cámara italiana, Laura Boldrini. «Italia siempre ha condenado el acto ilegal cometido en detrimento de una parte del territorio ucraniano», afirmó entonces la presidente Boldrini, avalando así la versión de la OTAN, según la cual Rusia anexó Crimea ilegalmente.
Claro, esa versión ignora a propósito el hecho que la población de Crimea optó mediante un referéndum por separarse de Ucrania y reintegrar Crimea a Rusia para impedir con ello ataques como los que sufren constantemente las poblaciones rusas del Donbass, perpetrados por los batallones neonazis y las demás fuerzas militares de Kiev.
La cordial entrevista entre Paruby y la señora Boldrini concluyó con la firma de un memorándum de entendimiento que «fortalece la cooperación parlamentaria entre las dos asambleas, tanto en el plano político como en el administrativo».
Así se refuerza la cooperación entre la República Italiana, nacida de la resistencia contra el nazi-fascismo, y un régimen que ha instaurado en Ucrania una situación análoga a la que condujo al surgimiento del fascismo en los años 1929 y del nazismo en los años 1930.
El Batallón Azov, cuya estirpe nazi está presente en su emblema, similar al de la División Das Reich de las SS [1], fue incorporada a la Guardia Nacional de Ucrania, transformada en unidad militar y promovida a la categoría de regimentó de operaciones especiales.
El Batallón Azov ha recibido así vehículos blindados y piezas de artillería. Junto a otras formaciones neonazis, igualmente convertidas en unidades regulares, el Batallón Azov recibe hoy entrenamiento de los instructores estadounidenses de la 173ª División Aerotransportada, transferidos a Ucrania desde la base italiana, y de otros instructores de la OTAN.
La Ucrania del actual régimen de Kiev se ha transformado así en el «vivero» del renacimiento del nazismo en pleno corazon de Europa.
En Kiev confluyen hoy los neonazis de Europa entera, incluyendo a los neonazis italianos. Luego de recibir allí entrenamiento y después de foguearse en la realizacion de acciones militares contra las poblaciones rusas del Donbass, esos elementos regresan a sus países de origen.
De hecho, la OTAN está rejuveneciendo las filas del Gladio [2].
[2] El Gladio es la red stay behind creada por la OTAN en Europa. Para más información, ver en nuestro sitio web la serie «Los ejércitos secretos de la OTAN», del investigador suizo Daniele Ganser.