Este barco quedó varado
hace mucho, mucho tiempo.
Mimetizado con el paisaje
se fue convirtiendo en roca
y, al mismo tiempo,
por la Nauraleza fue tragado.
Se llamaba HUMANIDAD
(y pertenecía a una empresa privada
que nunca de nada
se quiso responsabilizar)
y por los mares de la vida
y la muerte fue navegando
cargado de esperanzas
y de luces y sombras
en continentes nublados.
Venia de prehistorias e historias
que cruzaron todos los ensayos,
todos los caminos
que se fueron probando,
y ninguno resultó,
ninguno trajo lo esperado;
y todos los motines
que a bordo se levantaron
terminaron siempre
tirando por la borba
a los sublevados.
Nada podía cambiar
el rumbo de aquel barco
por mucho
que lo intentaron;
el puente mando
se hizo una fortaleza
inexpugnable, inaccesible,
por encima de pasajeros
que, al final, se conformaron
con obedecer lo mandado.
Hasta que un día
de tormentas
que se presagiaron,
quedó encallado,
y después petrificado,
y después por la Naturaleza
tragado.
Todo fue tan rápido,
de golpe,
de súbito,
lo mismo que el día
que en los astilleros
el barco fue botado...
Y alli, en aquellos bajíos,
quedó aquel barco
que parecía tan poderoso
con su alta proa
sobresaliendo del mar
y por la Naturaleza tragado
Y paso el Tiempo,
ese ovillo del misterio
que enmadeja
la realidad en espejismos
y soles apagados.
Y con el Tiempo
el barco varado
fue ocupado
por otros pasajeros
que, de todas partes,
llegaba a visitarlo...
Y poco a poco
lo fueron reparando,
sacandole las rocas
que lo envolvian
por todos lados,
sacandole la Naturaleza
que se lo habia tragado.
Y de nuevo
lo pusieron a navegar...
hasta que otro día
de tormentas
que se presagiaron,
quedó de nuevo encallado
(Mas tarde se descubriría
que el barco había
salido ya de los astilleros
con defectos irreparables
que eran imposible solucionarlos)
