"En los cenáculos de la
intelectualidad burguesa
se dirime la invención de un
'capitalismo humano' "
Según el autor de este artículo, el escritor mexicano Fernando Buen Abad, la intelectualidad burguesa se encuentra en uno de sus momentos más decadentes Ya no les alcanzan las maromas silogísticas más recurrentes para esconder la lucha de clases. Sus máquinas de guerra ideológica se han esclerotizado y se refugian en argumentos filantrópicos inverosímiles. Ahora se dedican a dirimir sobre la invención de un “capitalismo humano”, “capitalismo social”, “socialismo capitalista”… Y aquellos que antes se pavoneaban como “defensores de la democracia”, ahora operan descaradamente en defensa de los peores estercoleros de la corrupción (...)
POR FERNANDO BUEN ABAD (*)
Atraviesa la intelectualidad burguesa uno de sus momentos más decadentes. Sus máquinas de guerra ideológica se han esclerotizado y se refugian en argumentos filantrópicos inverosímiles a la sombra de la pandemia y las dádivas de vacunas mercantilizadas. Todo barnizado con tecnologías.
Ya no les alcanzan las maromas silogísticas más
recurrentes para
esconder la lucha de clases. No podrán ocultar el crimen económico monumental durante la pandemia que arrasó con la clase trabajadora y enriqueció, como nunca, a las burguesías imperiales. No podrán esconder la bofetada lacerante contra el derecho básico a la alimentación, la vivienda, la educación, la dignidadEn los cenáculos de la intelectualidad burguesa dirimen la invención de un “capitalismo humano”, “capitalismo social”, “socialismo capitalista”… que no cuadra en práctica alguna con la aberración de sus sofismas. Hoy, para sobrevivir a ellos, solo cuentan con sus maquinitas de fake news y algunos reformistas desvergonzados. A la intelectualidad burguesa no le alcanza la saliva docta para apagar el “incendio” de la emancipación.
Cada día se oculta menos el carácter criminal de los bloqueos que no son otra cosa que extorsión, saqueo y marginación con premeditación, alevosía y ventaja… todas las agravantes indefendibles del propio “derecho” burgués. En su debacle, la intelectualidad burguesa ha retrocedido a saltos los relojes de la historia y se han hundido en las contradicciones más cínicas. Los que se pavoneaban como “defensores de la democracia”, hoy operan en defensa de los peores estercoleros de la corrupción.
Vargas Llosa abogando por Fujimori; Krauze defendiendo al golpismo empresarial y Aguilar Camín escupiendo insultos en lugar de sus rancios razonamientos. Así sucede también en Argentina, en Colombia, en España, en Brasil... Ahora tienen por candidatos políticos a lo peor de las farándulas mercantilizadas.
Ahora, más que nunca, se hace urgente el gran proyecto humanista de nuevo género, capaz de conformar una agenda revolucionaria plena de valores y prácticas en lo cotidiano tanto como en los plazos largos. La urgencia nuestra es trabajar arduamente
- En la organización política anticapitalista;- En la revolución de las comunicaciones y la semántica emancipadora;
- En los mapas de la subjetividad y el desarrollo de métodos críticos superadores de las máquinas de guerra ideológica burguesas.
- En la consolidación de los modos de producción y las relaciones de producción emancipadas y emancipadoras.
- En suma, en un programa humanista de nuevo género para la transformación de la realidad y la supresión del capitalismo.
No caer en emboscadas “reconciliatorias”; no tragarse el discurso de “igualdad” esgrimido por quienes nos bloquean o marginan. No legitimar el “dialoguismo” falaz del discurso único. No engañarse con la igualdad de oportunidades si no se garantiza la igualdad de condiciones. No sucumbir a los pregoneros del individualismo o del escapismo. Derrotar todo “supremacismo”, racismo y nazi-fascismo. Con la revolución todo, contra la revolución nada.
La bancarrota de la intelectualidad burguesa es, al mismo tiempo, una gran responsabilidad que nos compete y compromete. Ellos harán lo imposible por esparcir confusión y mugre a diestra y siniestra. Ellos preferirán la mentira y la calumnia como campo de lucha enrarecido por la estulticia y nosotros debemos impedir, a toda costa, que nos arrastren en su debacle a una emboscada de la que salgamos debilitados o supeditados a su suerte.
Nuestra agenda debe ser profundizar la revolución del pensamiento y de la praxis. La salida es “ser cultos para ser libres” porque “por el engaño nos han derrotado más que por la fuerza” y “en la demora está el peligro”. Nos urge la unidad de la inteligencia crítica para la acción directa. La historia nos lo advierte.
(*) Fernando Buen Abad (Ciudad de México, 1956), es especialista en Filosofía de la Imagen, Filosofía de la Comunicación, Crítica de la Cultura, Estética y Semiótica. Es Director de Cine graduado en la New York University, licenciado en Ciencias de la Comunicación, máster en Filosofía Política y doctor en Filosofía. Miembro del Consejo Consultivo de TeleSur. Miembro de la Asociación Mundial de Estudios Semióticos. Miembro de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad. Miembro del Movimiento Internacional de Documentalistas.
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Excelente.
Verdad, Justicia y Paz.