y que nadie aún sus contornos ha delimitado.
su pentagrama,
su ríos áfonos,
sus cadencias,
que orada la piedra.
Hay una luz en sombras
que gira encandilándo,
una serpiente sin cola
que muerde al gusano
de dónde la larva en mariposa
remonta el vuelo sin avisarnos.
levantan agujeros blancos
que se difuminan en juegos de manos
de lechuzas blancas
que ya no disimulan
la brutal caza que alimentan
sus microscopios enanos
en péndulos que siempre van girándo.
Hay una luz en sombras
que gira encandilándo
--la vida y la muerte siempre acechándonos--,
desde la azotea,
desde los huertos de gris legamo,
desde ojos desnudos de tiempo
que abrazan columpios parados
dónde niños locos
estrechan nudos y lazos,
diásporas de desplazados que caminan
sin carreteras para llegar
dónde nadie ha llegado:
al reloj caído
que hemos creado.
porque hay un gajuar en tu jungla
que deambula buscándo
lo que tú no has encontrado,
del espacio que va llegando,
la esencia, el alma que perdimos
cuándo nos arrastrabamos.
que muerde al gusano
de dónde la larva en mariposa
remonta el vuelo sin avisarnos
..y pasa junto a ese jaguar
que en tú jungla tú nunca
has encontrado...
dónde docenas de doncellas
y que amazonas de soles suplantados
aguardan -ansiosas- a que todo haya terminado
y el fruto prohibído se haya comido y masticado.
la desobediencia,
el duende,
el grito,
el dolor,
la dicha,
el alba
y el ocaso:
del árbol de la vida
que dos ángeles con espadas de fuego
le cierran el paso.
es un retorno cegado
dónde la semilla del mundo
que gira encandilándo,
que ya no tiene manos,
tan sólo ojos negros y profundos
que nos ven para guiarnos,
para llevarnos.
nada, ¿lo entiendes?,
nada que no sea lo ordenado
y que nadie aún sus contornos ha delimitado.
el gusano y la larva en mariposa,
crean lo contario.
Será el momento en que las palabras
hayan todas naufragado.
Será sin ser.
Será lo inexpresado.
El hueco de un embudo
La ausencia estándo.
en el lugar exácto.
Dónde la serpiente ya tendrá cola
para mordersela en circulo cerrado.
Dónde el gusano tendrá ya alas
para enroscarse en el pasado.
Dónde la larva estará ya nacida
para emprender lo dictado.
Dónde la mariposa (¡ah, la mariposa!)
vivirá tan sólo el tiempo único y necesario
para llevar el mensaje
que en sus alas se ha grabado...