"Felipe González, uno de los hombres de Bilderberg en España, ha recibido el encargo de meter en cintura a Pedro Sánchez. Resulta evidente que a la mafia Bilderberg no le asusta un pacto con Podemos" (Cristina Martin Jimenez) |
Cristina Martín Jiménez
Sin ir más lejos, uno de sus últimos proyectos errados es Sánchez y previamente lo fue Eduardo Madina, el elegido por el club para suceder a Alfredo Rubalcaba al frente del PSOE.
Pero vemos que con los socialistas no atinan, a pesar de que ponen todo el empeño, y sus equivocaciones amagan con finiquitar aquel partido que les dio todo el poder en España cuando el joven Felipe González se arrodilló ante los destellos del imperio.
Eran otros tiempos, sin duda. Ahora las nuevas generaciones somos más rebeldes y vamos de sobrados, pues suponemos que para algo nos metieron en la cabeza aquello de JASP, Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados, olvidando explicarnos que, como en el caso de Hacienda somos todos, solo se trataba de un anuncio publicitario.
En la última reunión Bilderberg, Pedro Sánchez fue el único político español invitado al sínodo pagano, algo que sentó muy mal en el seno del PP y del PSOE.
Los primeros enseguida comprendieron las señales que les enviaban, pues el hecho de no contar con miembro alguno del Gobierno o de los populares en año electoral significaba tener a Bilderberg en la trinchera enemiga.
En los últimos tiempos, Juan Luis Cebrián y Soraya Santamaría habían iniciado relaciones políticas y económicas pero el periodista, encargado de enviar las invitaciones a los españoles, se olvidó de ella en ese momento crucial.
¡Cómo para fiarse de un Bilderberg!…Los desairados le acusaron, además, de boicotear la candidatura de De Guindos al Eurogrupo, ya que la delegación holandesa de su rival se presentó allí con un potente destacamento en el que estaban desde el primer ministro al presidente de la Shell pasando por el director del banco central flamenco y la reina madre Beatriz.
Por su parte, los del PSOE contrarios a Sánchez aprovecharon la ocasión para rasgarse las vestiduras y exclamaron: ¡¿Cuándo se ha visto que un socialista vaya a codearse con los poderosos?!.
Pero el mayor despropósito llegó porque el equipo del secretario general no tuvo otra ocurrencia que negar la mayor haciendo correr la voz entre los periodistas de sus filas de que, finalmente, Sánchez no asistiría a la reunión en los Alpes austriacos porque le coincidía con otro acto.
Qué esperpento. Claro que asistió y recibió un master de real politik de la mano del mismísimo Kissinger, acuñador del término. Pero parece que no comprendió nada.
Como también parece que el poderoso, influyente y hermético club no logra atinar. Cebrián anda como loco proponiendo a Albert Rivera para presidente y, además, Bilderberg ha puesto sobre la mesa a otros de sus hombres: Javier Solana o José Manuel García-Margallo, a quienes sugieren como regidor para un gobierno provisional que duraría una legislatura.
Así es como corrigen los excesos e ignorancias de los votantes y de quienes no pueden controlar.Como lo confirmó en 2013 el Bilderberg y ministro Kenneth Clarke en el Parlamento británico, el club recluta jóvenes promesas en ascenso de una generación más joven para continuar la labor del clan.
Como en su día enrolaron a Cameron, Blair, Clinton, Obama, Durão Barroso, ahora le tocaba el turno a Pedro Sánchez pero no les está resultando nada fácil negociar con él.
Sus maestros han sido Solana, Cebrián y Felipe González, entre otros, que le exigen sentido de Estado, pero parece no escucharlos.
Tal vez esté pensando para sí que no debe fiarse de un Bilderberg. Tal vez tenga otros planes. O tal vez está cumpliendo eficazmente la misión. De aquellas raíces, estas ramas.
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Podemos… renunciar, porque queremos gobernar
Carlos Tena
Cuando Iglesias vociferaba en el más puro estilo Felipe Gal: “¡¡Vamos a ganar, ganar y ganar¡¡“, miles de entusiastas creyeron que el presentador de “La Tuerka” defendía sus principios.
Con el paso de los años, el conductor de “Fort Apache” dejaba claro que, como decía Groucho,”tengo otros muchos, si estos no os gustan”.
No olvidemos que el fin justifica todos los medios a la hora de acceder al poder, cuando no se es ni de izquierdas ni de derechas.
Los bocazas siempre tuvieron a gala prometer y no cumplir, como han demostrado otros submarinos socialdemócratas a lo largo de esta inacabada transición.
La flaca memoria del electorado y la hipnosis del fanatismo de estos hooligans del trotskismo, unida a la ambición desmedida de Errejones, Bescansas, Alegres o Urbanos (todos miembros de las clases medias y altas), lograron que las renuncias y olvidos fueran perdonados por sus acólitos, en aras de una pretendida honradez encarnada por nuevos actores y actrices del teatro político.
Ni con rastas en el pelo, ni con coletas, ni descorbatados, ni con sus mochilas, bambas y nenes a cuestas, la gente de Podemos puede pretender ser una representación genuina del mundo del trabajo y el proletariado, que solo los idiotas y tuertos de la prensa ultramontana parecen divisar.
Podemos es, sin más y sin menos, la consagración del hippismo burgués de Ibiza y Monterrey, de Woodstock y la isla de Wight, con medio siglo de retraso.
Eso sí, un colectivo de niños/as-bien animado y aupado desde cátedras filosóficas y de ciencia política, por “gurús independientes” que consideran a la OTAN una organización que protege la democracia y al FMI una casa de préstamos donde la usura no está permitida.
Sólo hay que releer un escrito como “Podemos en Ucrania“, en el que Santiago Alba aseguraba ver demócratas entre los neonazis del Maidán, para apercibirnos de la ralea “pensadora” que insufla a Iglesias y su Troupe.
Le faltan Pío Moa, Fernando Savater… ¡ah, y Gustavo Bueno¡, para formar al Cuarteto de los Sabios del Borbón.
Recuerdo al personal que el Club de Pablito ha ido renunciando a todo mientras avanzaba desde el europarlamento de Bruselas al de Madrid, pasando por el de Barcelona.
En Andalucía le habían colocado un desvío hacia la ruta de la Plata. Y en el País Vasco, hasta los veteranos gudaris de ETA, hartos de guerra de guerrilla, creyeron en este colectivo, al que llaman Ahal Dugu.
La línea roja del referendo sobre el derecho a decidir, ha sido aparcada por el autoproclamado vicepresidente del futuro gobierno borbónico.
No será la última renuncia. Desde su creación en los platós de la SectaTV (otros le llaman La 6ª), echaron abajo el proceso constituyente para afirmar que habría que “mejorar la Constitución”.
Pocos días después aparcaron la crítica al “régimen del 78” trocándola por la recuperación del “espíritu de la Transición”, para emprender la segunda fase del viaje hacia la nada.
Cuando hablaron del derecho a no pagar la deuda, recularon hacia posiciones más “neutrales”, ocultando sus vergüenzas en la “reestructuración”.
Sus panfletos sobre la nacionalización de la Banca Privada se trocaron en agua de borrajas, sugiriendo con voz firme y gesto de domador, que ninguna entidad se libraría de la correspondiente auditoría.
No hablemos ya del resbalón de la jubilación a los 60 años, que en pocas semanas se trocaría en un quinquenio más tarde, o sea, a los 65.
Y de la OTAN, ni salida ni entrada ni referendo. Todo ello quedó en “disponer de mayor autonomía“, se supone que para matar e invadir donde ordenara el Secretario de turno de esa organización terrorista.
¿Comprenden ahora por qué este Yesguican del Oso y el Madroño es el socio perfecto del PSOE, para que todo siga igual?
Y es que dejando caer principios, se llega, más pronto o más tarde, al final del camino.
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