Uno de los problemas que enfrenta el mundo hoy en día es que los hambrientos se han convertido en unos adictos a la comida.
Y ésto se puede ver muy claramente en las colas que hacen para obtener alimentos en las que no pasa ni un solo día de la semana sin que esten presentes, lo que empieza a preocupar a las autoridades que ya no saben que método u.s.a.r para tratar de sacarles ésta nociva ludopatía que tan graves consecuencias está creando en todo el planeta.
Por ejemplo, ese niño que mira a la cámara del fotógrafo con taimado sentido de culpa, ya ha pasado por ésta misma cola en multitudes de ocasiones burlando a las autoridades por lo que éstas se han visto obligadas a detenerlo e internarlo en un sanatorio para que sea tratado por su irreversible adicción.
Casos como éstos ocurren con tanta frecuencia que un equipo de expertos está estudiando un plan internacional para desenganchar a grandes masas de la población de éste narcotismo nutricional que tantos estragos está causando en ciertos continentes donde ésta intoxicación está llegando a niveles pandémicos.
Según un estudio llevado a cabo por la ONU, unos tres mil millones de seres humanos se encuentran hoy en día bajo los destrozos de ésta global y galopante codependencia.
Y para muestra un botón:
