Richard Leakey
¿Por qué me gusta tanto "Aló Presidente",
el programa dominical
del Presidente Hugo Chavez?
¿Por qué?
¿Por qué se me borra con ello el nihilismo,
el cinismo,
el escepticismo,
esa crónica depresión
que manufactura en el alma éste régimen
que ha hecho de la dictadura del interés privado
sobre el interés colectivo su apotégma central?
¿Por qué se me levantan unas esperanzas,
unas emociones, unos sentires
que nunca me afloran
en este enajenante, cruel y deshumanizado
mundo que nos narcotiza?
Lo he pensado mucho.
Porque ello no tiene nada que ver con 'política',
ni con la 'izquierda',
ni con la 'derecha',
ni con el 'arriba',
ni con el 'abajo',
ni con 'ningún lado'
...tiene que ver con algo
muchísimo mas profundo,
mas estructural,
mas sagrado.
Tiene que ver con una sensibilidad,
que, todo los días,
paso a paso,
nos la van estrangulando;
tiene que ver con sentimientos,
que, todos los días,
pedazo a pedazo,
nos lo van embotando;
tiene que ver con una tendencia,
anclada en el cranium humano,
dónde la razón, el equilibrio,
la justicia, la igualdad,
reclaman sus derechos y peldaños;
tiene que ver con el deseo de construír un barco
en el que todos naveguemos sin ahogados,
deseo, que, todos los días,
golpe a golpe,
nos lo van marchitando;
tiene que ver, en esencia,
con esa fibra, ignea de solidaridad,
por la que los hombres
alzaron un día a la entera Humanidad,
y que el famoso paleoantropólogo,
Richard Leakey,
supo tan diáfanamente articular:
"SOMOS HUMANOS PORQUE NUESTROS ANCESTROS
APRENDIERON A COMPARTIR SU COMIDA
Y SUS HABILIDADES
EN UNA HONORABLE RED DE OBLIGACIONES"
Se cumplen diez años de "Aló Presidente",
y he recordado esas palabras de Leakey
como el mejor homenaje,
a esa "red honorabe de bligaciones"
que el pueblo venezolano edifica
en el más digno proceso social
que es el de Compartir,
y que todos los domingos,
su líder, de cara al pueblo,
nos trae a todos aquellos
que aún sabemos razonar y discernir.
