"La aparición de la autoconciencia, la imaginación y la razón, que rompieron la 'armonía' que caracteriza la existencia animal, convirtió al hombre en una anomalía, en un capricho del universo...aúnque forma parte de la Naturaleza, está situado aparte, no tiene casa"
Erich Fromm
"Las aves del cielo tienen sus nidos.
Las alimañas tienen sus guaridas,
pero el Hijo del Hombre
no tiene (casa) donde apoyar su cabeza"
Cristo
Asi que esa anomalía, ese capricho,
ese mono-vestido, parece ser que aún sigue
sin encontrar el camino porque por cada problema
que "resuelve" crea mil más que necesitan
ser corregidos...en una escalada de contradicciones
y Laberintos (sin Hilo de Ariadna)
donde siempre nos hallamos perdidos;
es como navegar hacia el horizonte
(a las metas que perseguimos)
y al llegar a él nos damos cuenta
de que sigue estando a lo lejos,
inalcanzable, como todo espejismo.
Vamos a ver lo que nos responde al respecto el omnipresente del Sancta Sanctórum de la llamada Inteligencia Artificial (que es la nuestra):
Vista creada con IA
"El "fracaso camuflado" de la civilización humana se refiere a una decadencia sistémica que, aunque no es un colapso total e inmediato, muestra señales preocupantes como la fragmentación social, la crisis ambiental, el aumento de conflictos, la polarización política y la insolidaridad global, impulsados por el individualismo, la xenofobia y una gestión deficiente de recursos, todo ello bajo una fachada de progreso tecnológico que esconde vulnerabilidades profundas, como la pérdida de identidad cultural y la desconfianza mutua, culminando en un riesgo de colapso o "naufragio" inminente que afecta a las sociedades, especialmente a las más vulnerables, según pensadores como Amin Maalouf"
Pero Amin Maalouf, hombre inteligente, multicultural, bien aprendido, con extensos conocimientos y certeras epistemologías y equilibrios de altos grados y postigos,
conciliador en el alambre del cortex cerebral interpretativo, a sus valoríticas le falta ratio cognoscendi, razón para conocer, que queda supeditado y secundarizado en aras del ratio essendi,
razón de ser. Y el ser, en estos temas tan transcendentales, tiene que ser sacado del espejo donde nos miramos y derivado al cajón ontológico
del Dasein hedeiggeriano, del ser-ahi en el mundo que nos ha tocado que muchas veces, al deslumbrarnos, opaca la razón para conocer directamente desde nuestro hipotálamo.
Y es cuando salimos del mundo, del Ananké, del Principio de Realidad freudiano, y nos vamos al espejo a mirarnos...porque generalmente nos encontramos mas guapos a a nosotros mismos que al asqueroso mundo que representamos. Más o menos...
